Por esas casualidades de la vida, una amiga que te deja la dirección donde puedes escuchar una canción en francés, y esa dirección te lleva a otra..., y a otra..., he vuelto a recordar “Ne me quitte pas” de Jacques Brel.
Sin duda me agrego a los de la opinión de que es la canción de amor más bella que se ha podido escribir nunca. El “no me dejes” con más ternura y desgarro que una persona, en este caso un hombre, ha podido escribir. Aunque en mi corazón la reina de las canciones es otra, “My way” (“A mi manera”), pero esto es harina de otro costal, y quizás hablemos de ella en algún otro momento.
...Yo te ofreceré
perlas de lluvia
venidas de países
donde no llueve....
perlas de lluvia
venidas de países
donde no llueve....
Creo que en este caso el remarcar que está escrita por un hombre es importante, por el hecho de que no le importa bajarse de esa aureola, ese orgullo, que se supone tiene todo hombre, de posible “macho”, líder de la manada.
...Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina....
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina....
Comienza intentando convencerla mediante el ofrecimiento de “tesoros” difíciles de encontrar, y poco a poco se va degradando hasta querer ser sombra de su sombra.
No hay que olvidar que la sombra lleva consigo la idea de postrarse en el suelo, e incluso el poder ser pisado.
...Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro...
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro...
Empieza queriendo ser su sombra, y al final se conforma con serlo de su perro, y la idea que se puede relacionar de que se siente como tal porque ella le ha dejado.
Todo aderezado con la petición/deseo/súplica de que “no me dejes”, “no me dejes”, “no me dejes”.
Jacques Brel, compositor y un muy buen actor, es para mi el mejor interprete de esta canción, pues le acompaña un físico, que refleja todo menos felicidad. Confesó que la historia es cierta, y que la compuso en un momento en que había roto con su pareja, y que con ella volvieron, ...aunque no por mucho tiempo.
Los malos momentos son, en cierta manera, “musa” para que los artistas den lo mejor de sí mismos, rompiendose por dentro, y dejando aflorar lo que rezuman sus entrañas. Aunque a la postre, ni una obra maestra pueda arreglar lo que la convivencia daña.
Espero que quizás es un buen momento para recordar esta preciosa canción para aquellos que ya la conocen, y para descubrirla a los pocos que aún no la han oido ni siquiera una vez. No saben lo que han estado perdiendose...
http://www.youtube.com/watch?v=dSfc662vXZU&feature=player_detailpage
*FOTO: DE LA RED
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