Cada cierto tiempo me ocurre que el ordenador me hace cosas extrañas, quizás porque la memoria está demasiado cargada, el caso es que hay momentos en que parece que se ha ido a ivernar, como los osos, y, naturalmente no estoy dispuesto a esperar hasta la primavera.
Entonces es el momento de intentar arreglarlo, de una forma informal y casera, osea...por mí mismo. Empiezo a borrar archivos que según mi olfato pueden ralentizar la actuación del aparato en cuestión. Resumiendo, al final, Alexus, como yo le llamo, el menor de mis hijos, tiene que arreglar mi desaguisado, volviendo a cargar todo otra vez, mientras me mira con ojos de “ya-está-el-viejo-otra-vez”.
Todo esto me recuerda a lo que está pasando con la reforma de la Constitución en España. Vaya por delante de que no entiendo de política, pero esto es como el futbol, todo el mundo opina porque lleva un entrenador dentro, pues al lado de ese entrenador, hay otra figura que es el crítico, y hoy se me ha despertado.
Se supone que la Constitución es el corazón, que hace que el resto del organismo funcione bien. Si nos duele la cabeza, o sufrimos de tensión alta o baja, lo que no se puede es que nos operen del corazón, y en mi opinión es lo que está pasando.
Ya se sabe, que en el mundo hay movimientos cíclicos, resumiendo, años de vacas gordas y flacas, y ahora que tocan más que flacas, famélicas, no se puede meter mano en algo tan delicado como el corazón del país. La razón es simple, porque siempre va a haber alguien que nos preguntara en un futuro no muy lejano, ¿por qué ahora no evitamos cualquier problema que estemos atravesando mediante el correspondiente cambio de leyes?
De hecho, ya se empiezan a oír voces, por ahora por parte de partidos nacionalistas, que piden que se arregle lo suyo, mediante el pertinente cambio de la Constitución, pero al final irán pasando todos, por aquella expresión tan castiza que dice: Caca veo, caca quiero.
En el fondo tienen razón, por qué en unos casos sí y en otros no. En cuestiones de ley sobre todo hay que hilar muy fino, y yo creo que aquí el Gobierno ha hecho un zurcido de lo más burdo.
Da la impresión de que no se ve con miras de futuro, sino de que hay que ir pasando los problemas como vienen, y como se suele decir: el que venga por detrás que arree.
Al final les ocurrirá como a mí con el ordenador, que tendrán que buscar al Alexus de turno para que les arregle el desaguisado. Eso, si no se han cargado el sistema, que puede ser lo más probable.
Como diría el filosofo Forges: España, S.A.
*DIBUJO: DE LA RED
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