He estado un rato pensando, solo pensando, por aquello de que no podemos hacer dos cosas a la vez, al menos bien, por lo de la neurona única, y he llegado a la conclusión de que esta sociedad actual hace que la persona, por no tener que andar diferenciando entre hombre y mujer, sea más solitaria.
Proliferan todo tipo de aparatos, móviles, tablets, portátiles, para que el individuo, continúe dentro de su castillo, solo y sin la compañía de otros.
En realidad, la técnica actual le brinda la posibilidad de estar todo el tiempo conectado con otros, pero sin mezclarse.
Cada vez hay menos tiempo para, y voy a aprovechar para meter una frase hecha que queda fenomenal, conciliar la vida social.
Ésta es la realidad, soledad y frases hechas.
En mi juventud, intentabas estar en casa el menor tiempo posible, dejabas una foto y cada cierto tiempo la ibas cambiando, para que les sonara tu cara. Y unos años antes, más todavía.
Por éste tipo de actitudes, nació aquí por ejemplo, la costumbre de cantar en los bares, y las canciones típicas de la tierra, lo que en Vizcaya conocen como bilbainadas. No podía ser de otra manera: El mundo capital Bilbao.
Ahora si quieres cantar una bilbainada lo tienes que hacer en un chat, porque hasta en los bares con el famoso “Reservado el derecho de admisión”, seguro que si amagas con cantar, en dos minutos estás en la calle.
Siempre que empezabas a entonar con la cuadrilla, se intentaba cantar a varias voces. Puede que venga de aquí, lo que ahora se conoce como “disparidad de opiniones”, otra frase hecha, y que se acentúa más en Guipúzcoa que en Vizcaya. Todos empiezan con el mismo tema pero con diferentes matices.
Con relación a la toma de decisiones, para cuando te das cuenta, los vizcainos no es que se hayan puesto de acuerdo, sino que, por ejemplo, la obra ya está hecha.
Ejemplos son el metro, el Guggenheim, y todo lo demás.
En Guipúzcoa, estamos atascados con la estación de autobuses, y no hay manera de pasar a otro tema, ya se han proyectado una buena colección de ellas, pero para cuando la tengamos de cuerpo presente, seguro que el autobús ya no está de moda.
Ya no podemos ni esgrimir como excusa lo del marco incomparable, pues esta semana grande en Bilbao ya he oído referirse al Guggenheim como al marco incomparable, y es que el que no se conforma es porque no quiere.
Lo dicho, me voy a dar una vuelta por la Parte Vieja, la de Donosti, la de toda la vida, porque me encanta, pero eso sí, virtualmente, porque luego no me da tiempo
a escribir en mi blog. Tengo también ganas de ver un poco la Concha, pero lo haré desde mi página web on line, para algo tengo cincuenta megas monárquicos, osea, reales.
*FOTO: EL GRUPO GUIPUZCOANO "LOX XEY"; DE LA RED
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