lunes, 16 de abril de 2012

JUBILADOS AMERICANOS

Ya sabemos que España es el paraíso de los jubilados de muchas nacionalidades, y últimamente de unas cuantas estrellas cinematográficas americanas, que al parecer están preparando en cierta medida su jubilación por anticipado.
Dos producciones cinematográficas han coincidido en nuestras pantallas con puntos en común sobre lo mencionado.
Una de ellas es “Luces rojas” del gallego Rodrigo Cortés, cuya película anterior “Buried” (enterrado) fue como una brisa de aire fresco para el cine patrio, aunque con look internacional. En ésta nueva película, junto al protagonista Cillian Murphy, el malo, malísimo de “Vuelo nocturno”, encontramos a unos secundarios de campanillas, como son Robert De Niro y Sigourney Weaver, capaces de dar cuerpo y entidad a cualquier papel que se les ponga por medio.
No son muy largas sus apariciones pero, sí importantes, y sirven para que nos fijemos en esta película, que logra que estemos atrapados en nuestra butaca durante toda la trama.
Rodrigo Cortés firma también un guión, en cierto modo tramposo como la vida misma, pero que se puede perdonar, si en conjunto te hace moverte en tu butaca al compás de las andanzas del protagonista, intentando desbaratar los planes de todos aquellos que quieren sacar beneficio como dudosos mediums o videntes de oscuro pelaje.
Al Señor Cortés le están llamando últimamente el Shyamalan hispano. A mí personalmente me molestaría este apodo, ya que no me gusta, en general, la obra de Shyamalan, pero para gustos se hicieron los cuentos, que es lo que en realidad son sus películas y que normalmente no alcanzan una segunda lectura.
La otra película es La fría luz del día, y que bajo el anzuelo de venderte una aventura de Bruce Willis, en realidad vas a asistir a una aventura del hijo de Bruce Willis, en la ficción, claro,  y eso desde el momento en que te das cuenta va en contra de la película, y aquí también aparece una Sigourney Weaver en un papel más extenso que en Luces rojas.
La película trata principalmente en un Madrid de postal americana.
A este vecino del mundo le molestó mucho el comienzo de la película, en la que todos los policías españoles que aparecen son malos, aunque después en parte se le pasó el enfado al comprobar que los personajes que aparecían en la embajada americana tampoco eran muy amplios de luces.
El guión de la película en realidad es un refrito de muchas situaciones ya vistas, y que el único interés que puede tener para el espectador nacional es el descubrir calles, plazas y monumentos madrileños bajo el prisma americano, y con algunos actores españoles como Veronica Echegui y Oscar Jaenada cobrando por sus papeles en dólares.
Lo dicho, viendo ambas películas, te das cuenta de que en realidad ser actor es ir con tu chiringuito a donde ahora te paguen, y si en vez de hacer las américas hay que hacer las españas, … pues eso, se hacen, aunque en el caso de Bruce Willis, no se lo perdonaré, porque lo único que hizo en la película, a parte de dejarnos toda su colección de tics, fue pasarse varios días de vacaciones en España con mi dinero, y eso, aunque no sea su culpa, me duele.

*FOTO: DE LA RED

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