domingo, 17 de noviembre de 2013

QUE DESCANSE EN PAZ, SI LE DEJAN (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


La película "¿Quién mató a Bambi?" está llena de buenas intenciones, pero que quedan en eso, en intenciones, porque no hay que confundir una película de desmadres, con una película desmadrada.
Se parte de una situación de equívocos, con una idea que puede ser original y refrescante, y se acaba equivocando al personal, en el que al final parece que solo importa una excusa para repartir mamporros, o romper algo.
Con esta película se demuestra que la factura técnica de las películas españolas no tiene por qué envidiar a las americanas, sin embargo desde el punto de vista de este vecino, el guion no está bien apuntalado y es muy enclenque para el metraje de la cinta.
Una plantilla de actores y actrices de la nueva ola del cine español al servicio de un Santiago Amodeo, que por momentos hace algún guiño al cine de Black Edwards, en una transmutación de aquel recordado “guateque” a una fiesta, mezcla de alta sociedad y Sodoma y Gomorra emporrada y en porretas.
Uno se pregunta qué hace una Carmina Barrios, madre de Paco León, tan desaprovechada en su breve aparición, como desaprovechado está tan bien un Pedro Mari Sánchez en  el papel de jefe,  y que en realidad es la razón de todo el argumento.
Una historia de equívocos, que al final solo equivoca al espectador y donde los destrozos llegan a destrozar la propia película.
Este vecino entró a la sala, previo pago claro, con la sana intención de reírse, y tuvo que poner mucho de su parte para hacerlo.
A destacar las interpretaciones de Quim Gutierrez y Julián Villagrán, que han demostrado además de que son buenos actores, de ser inteligentes para sentir como propio un argumento, que ni el propio guionista y director pudo llevar a buen puerto, y que lo más original que tiene es el título.

*FOTO: DE LA RED


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