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viernes, 27 de septiembre de 2019

EN EL FONDO, AMOR



Veo, es un decir, el cómo va a quedar la futura estación del Ave en Donosti, en Atotxa concretamente, y es tan bonita, e integrada en el entorno, que no diría eso de que parece un San Luis, pero que quizás sobremos nosotros, los que la vamos a manchar tan sólo con nuestra presencia…¡Cosas mías!

Como cosas mías son también que uno viva en Roma todo el año y no conozca el Vaticano, o en versión donostiarra, que uno esté todo el año paseando por el Urumea y sólo conozca el Festival de Cine a través de las noticias, y del “glamour”, que no se vende en droguerías, pero que sí se sufre cada vez que haces compras en “nuestra-querida-Donosti”. Una pena, otra más, el no haber podido ver a Donald Sutherland, y el que una vez fue el Casanova de Fellini. Toda una frustración para cualquier cinéfilo.

Y es que de la leyenda solo nos cae el polvo, además al ojo, y no es ni de oro ni tan siquiera dorado.

Más de uno de nuestros lectores me ha preguntado el por qué me llevo tan mal con Donosti, y siempre digo lo mismo, no me llevo mal, sino que la quiero tanto que soy como el ama de casa que no se siente correspondido. Quizás sea lo que tienen los amores canallas, que te atraen, pero que te dejan siempre con esa sensación de frío, de incomprendido. Y, especialmente, juntar el concepto de "Donosti" con "canalla" es como unir a Cupido con las armas, por muy blancas que sean.

Este vecino del mundo no se encuentra hoy en "La bella Easo", sino en Bilbao, y quizás sea eso de que Bilbao está en todas partes y sienta una especie de morriña donostiarra, quizás por esa ascendencia gallega por parte materna, que aunque no se ve, se siente. Pero lo dicho, seguro que son cosas mías...

*FOTO: DE LA RED

martes, 29 de septiembre de 2015

EL AVE Y MARIANO VADER


Hay imágenes que no se sabe por qué te pueden llenar de inquietud. 

No hace falta ver a una persona con la cara marcada, y vestido de negro, para deducir que va a ser el malo de la película. La vida no es así, ni los ángeles van de un blanco inmaculado, ni el demonio lleva un tridente. 

La imagen de hoy, un Mariano Rajoy, como se diría antiguamente, de punta en blanco y al mando junto al conductor de la máquina del AVE que une Valladolid y León, más que inquietarme me ha llenado de estupefacción por lo que puede tener de metafórico. Un tren de alta velocidad, en teoría rumbo a León y en la práctica una clara huida hacia adelante.

Más tarde este vecino se ha enterado de que a excepción de China, España es el mejor comunicado, en cuestión de kilómetros, por la denominada alta velocidad.

Sinceramente ver a Don Mariano Rajoy con esa "plasmática" cara ha dejado a este vecino del mundo más que pasmado, plasmado. Y me he imaginado a todos los parados de cada autonomía moviéndose de un lado a otro según conveniencia para que los estudios al respecto no “delaten” la cantidad de parados que hay, y así capear las cifras a conveniencia. 

Cuando se hacen los estudios, por ejemplo, en Andalucía, pues se mueve los parados, en AVE naturalmente, a Castilla, a cualquiera de ellas, y sanseacabó.
Es una manera de inventar la movilidad en los parados, que para improvisar ideas siempre seremos los primeros.

Otra cosa ya es que tanta línea de AVE sea rentable y sirva para transacciones económicas y realizar todo tipo de negocios. Pero en un país que inventó el aeropuerto para las personas, todo es posible, hasta que en momentos puntuales pueda haber más unidades de AVE que clientes en potencia. Pero, no se puede tener todo, y menos el ciudadano de a pie.

Faltan, se supone, tres meses para las elecciones a la Presidencia del Gobierno, y los kilómetros de fotografías de inauguraciones varias no ha hecho más que empezar. Cualquier día nos vamos a encontrar a un aspirante, del pelaje que sea, a la Presidencia, en las páginas centrales de Interviú, luciendo epidermis, lo cual será más probable, mucho más probable,  que mostrar su cuenta corriente antes de entrar al gobierno y al dejarlo, porque de dimitir ni nos lo plantemos.

Hemos llegado a un momento en esta España de tantos contrastes que, al parecer, si no tienes un AVE no eres nada, y si lo tienes significa que lo dedicado a ello no se ha puesto, por ejemplo, para Sanidad.

Tengo un amigo que siempre repite eso de que con una boina,  no se pueden tapar dos cabezas a la vez. El problema es que con tanta boina, gorra, parpusa o barretina, perdamos hasta la cabeza en el esfuerzo.


Quizás la próxima vez, y ya para terminar, que aparezcan, como hoy, imágenes de Don Mariano Rajoy, al mando de un tren de alta velocidad, deberían de ser acompañadas de La Marcha Imperial de La Guerra de las Galaxias, también conocida como El Tema de Darth Vader. Lo que sería el claro equivalente, en Psicosis, a esa colección de rechinantes notas inconexas que ya por siempre sustituirán al ruido mismo del agua al caer durante el asesinato en la ducha.

Sinceramente, que la fuerza nunca acompañe a Don Mariano Vader, que la fuerza se quede con nosotros, porque seguro que en un próximo futuro nos  va a hacer mucha falta.

*FOTO: DE LA RED