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viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS VASCOS NO LLORAN (GALA 15, GRAN HERMANO 16)


Nunca pensé que podría empezar un post sobre Gran Hermano diciendo “Los designios de Dios son inescrutables”, pero eso es lo que me viene a la mente con la salvedad, naturalmente, de que hay que cambiar “Dios” por “los jefes del programa”. Y es que uno se pregunta por qué en una de las semanas se fueron dos concursantes, y ahora están prolongando  la evacuación a ritmos más que reumáticos.


Quizás, y llegados a este punto, convendría preguntarse  qué se premia en este concurso, y así obtendremos la respuesta a ¿Quién debería de ganar esta edición?


Si la empresa, porque en el fondo se trata de eso, quiere alargar la sombra de la edición a alguien que luego sirva para salir en sus programas, ya se sabe, joven, atolondrado/a, de muy buen ver, y que dé juego a la parrilla de Telecinco, entonces está claro que debe de ganar Sofía, y su madre, porque no olvidemos que “ésto” es un pack más indisoluble que Ramón y Cajal. Sin olvidar, además, el hecho de que si la de Pamplona se lleva el maletín, irá integro a su madre, dicho por ella misma dentro de la casa, y que este vecino del mundo lo oyó en directo en el “24 horas” y que no se ha vuelto a reproducir por la cadena.


En cambio, si lo que realmente queremos es repartir justicia, la persona que indiscutiblemente debe de ganar este año es Aritz, y en lo ya dicho en esta frase está la razón del por qué. Precisamente, por comportarse como “persona” y no como “concursante”. Por mostrarnos su moneda, en lugar de esa famosa llave, su cara “A” y su cara “B”, que todos tenemos, y que siempre, siempre, se ha comportado como le pedía su cuerpo en cada momento. Ha pensado siempre en lugar de con el cerebro, con sus tripas, aunque algún gracioso dirá que en más de una ocasión ha pensado con sus genitales, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.


Sea cual sea el resultado final, esta edición será la de Aritz, y naturalmente la de Han, que se fue ayer, y que es muy importante en el desarrollo de todo el concurso. Y es que el chino granadino sacó lo mejor y lo peor del vasco. Y llegados a este punto, ayer y durante la entrevista de Mercedes Milá se  echó en falta, al menos este vecino del mundo echó en falta, una gran reprimenda, como al menos antes las solía hacer la Milá de perfil alto, con respecto a no blindar la intimidad de la pareja. 


A la Señora Milá, una edición sí y otra también, se le ha llenado la boca  de recriminar al componente “masculino”  de una pareja que en un momento dado se ha podido formar en la casa, cada vez que se ha ido de la lengua desvelando intimidades “camatorias”, más que amatorias, a los demás concursantes. Y ayer, Doña Mercedes Milá, fue incapaz de hacérselo notar al Señor Han. ¿Una pareja formada por dos señores no debe de funcionar igual que una pareja de las de toda la vida?


En este caso, precisamente, los “deslices vocales” del Señor Han han jugado muy a la contra de Aritz, sabiendo ciertas cosas, más los otros concursantes, que nosotros, los espectadores,  por versión del concursante granadino, que constantemente no es que arrimara el ascua a su sardina, sino que el ascua y la sardina siempre eran para él.


Comenzaba este post, diciendo que el concurso ya se ha hecho demasiado lento, porque los que vemos el “24 horas”, durante esta semana hemos asistido a una especie de circo, como el de Niedziela casualmente, pero en el que en la pista siempre estaba Han y Aritz, y ellas lo único que hacían era comentar las jugadas del contrario, porque no olvidemos que aquí no hay amigos, sino contrarios, que no enemigos, aunque algunas veces lo sean.


Ya no hay mucho más que contar porque hay lo que hay, y ahora todo está en el grado que te dejes contaminar, como espectador y posible votante, por los cantos de sirena que vienen de todas partes y en una gran proporción desde la mismísima cadena. Ya que no solo se trata de hablar bien o mal de alguien, sino incluso en el orden de plantear ciertas cosas, o de no mencionar otras, como por ejemplo, y ya dicho, el dinero que puede ir directamente a manos de Maite, y que a muchos defensores de Sofía, en realidad, eso, no les haría gracia. Y que el concurso se ha librado muy mucho de comentar.


Por ejemplo, ayer ante las visitas, otra vez, aunque ahora sea en persona, y antes vía plasma (por cierto, ¿a qué me recuerda eso?), el acorralamiento a Aritz fue más que evidente, entre otras personas por la madre de otra finalista, que aunque haya sido concursante, no nos confundamos, ahora actúa como madre y defensora de un “botín” que puede ir para su casa.  Mientras, en el caso de Sofía precisamente, no pasó de hablar con sus ex-ligues, que el primero, Suso, le pellizcó, un poquito, solo un poquito, en su moral, y el otro, Ricky, ya fue un auténtico elixir de crecimiento de su ego, y todavía deben de estar limpiando las babas de ambos en la sala en la que se reencontraron.


Además, lo más gracioso del caso, fue la razón esgrimida para que aparecieran de nuevo los incansables ex-concursantes, según palabras textuales de Doña Mila, Mercedes, “para disolver los malentendidos”. En mi pueblo al menos, a eso siempre se le ha llamado, y con perdón, “revolver la mierda”.



Como ya este vecino del mundo se está tomando con humor todo tipo de estratagemas que está urdiendo la dirección, para sorprender/manejar el programa, ya solo hace falta, y lo dije ayer en un tweet imposible de reprimir durante el programa, al comprobar la diferencia, y por mucho, del trato recibido por Aritz y los otros tres concursantes, solo faltaba que “casualmente” cambiaran, como lo hacen un día sí y otro también, las reglas del programa y, casualmente, impongan una que diga: “Prohibido los vizcaínos”. Y mientras expulsan a Aritz, la Milá, Doña Mercedes, jure y perjure que ellos contra Aritz no tienen nada, pero que las normas son así, para cumplirlas. 


Ayer, que la presentadora, muy sibilinamente, nos diga cómo alguien se tiene que comportar, o dejar de hacerlo, ante la salida, en este caso de Han, del concurso, más que de manipulación, es de vergüenza ajena. Y no quiso, sin embargo, comentar, otra vez Doña Mercedes, el por qué Aritz no quería/podía mirar a la cámara durante la despedida “con su pareja”; porque sabía, el de Santurtzi, que se iba a romper, y los vascos no lloran.

¿No nos vale ya con que haya dejado el armario hecho unos zorros?

*FOTO: DE LA RED

viernes, 27 de noviembre de 2015

VISTIENDO CON EXCUSAS (GALA 12, GRAN HERMANO 16)


Hoy no voy a hacer  un resumen de la gala. Porque no me da la gana, porque no se lo merece el programa, y porque para estas horas ya lo podéis encontrar en otros medios.

En este desinfle semanal de reglas del programa, o de reglas a la carta, ya se ha llegado al paroxismo, o al cachondeo de dejar pasar la información que se quiere vía conexiones de despedida al final del programa, o como en este caso, vía familiares. Siendo en este apartado la más beneficiada, sin lugar a dudas, Sofia, con una madre ex-concursante, y por supuesto, familiar, que va y viene, entra y sale de la casa como una gaceta con patas.

Esta edición ha sido dedicada a los secretos. Y a pesar del guion elaborado, el mayor de los secretos tiene forma de llave, como metáfora metálica, y lo tiene, el que en teoría al repartir los secretos, no tenía ninguno. Así es el destino.

Es el programa y edición, todo en uno, de los despropósitos.
Continuamente ellos mismos, los propietarios, han dado/dejado que entre información de fuera, y ayer en los últimos estertores de una concursante como Marina, echan en cara a Enrique que le diera información, cuando en su caso ya estaba todo el pescado vendido.

Marta y Sofía están acusando a Ricky de ser machista, y lo es, y ellas se pasan toda la edición promocionando el machismo también comportándose como mujeres objeto, convirtiendo a los espejos protagonistas un día sí y el otro también. Y en el caso de Sofía arrastrándose por las noches para sentirse mujer deseada, aunque sea tras varias copas y un lenguaje lleno de grosería.

Ya no importa, a estas alturas del programa, quién lo ha hecho bien o mal. Cada uno (concursantes, familias y programa) ya tienen su candidato y ahora toca vestir a los demás de excusas para que gane el suyo.

Un programa que siempre se pone la vitola de riguroso, no debiera haber dejado que voten los familiares, porque lo hicieron, en el caso de Vera fue más que evidente, no como el concursante hubiera querido, sino tras unas conversaciones y su consenso correspondiente, lo que decidieron para unos y otros. La hermana de Vera votando a Aritz con tres puntos, mientras éste al verlo dice: no, no, no. El frente de las tres mujeres es más que evidente.

Durante el turno de los familiares, Maite, ex-concursante y también madre de Sofía le da a su hija todo tipo de información de fuera, y, sin embargo, no dejan que la madre de Han hable con él en chino, cuando es más que evidente que del castellano no conoce ni el  diez por ciento. 

Por cierto, Maite, al nominar da tres puntos al vasco, dando con ello más importancia al poder ganar el concurso (Aritz es mucho más fuerte que Ricky en opinión de este vecino del mundo), que el castigar el denigrante comportamiento del argentino-canario. Una vez más queda más que evidente que en Maite prima más el dinero que la moral.

Ha cambiado tanto la rigidez primitiva del concurso que como sigan haciendo cambios en el programa, el día que pongan una piscina que rodee la casa tendremos..."Supervivientes".

Se ha obrado tan mal al dirigir esta edición, que las mismas cabezas pensantes saben que el único morbo que queda es el misterio que rodea a Aritz, a su moral, a su llave. Y ayer, vía app del programa se premió a éste con que pasara la noche con Biky, la chica del bombín,  la que se cree que pueda ser pareja del vasco, y que visto el comportamiento de los dos al estar juntos, queda más que claro que no es “la poseedora del secreto de la llave”.

Desde aquí quisiera decir a Biky, que me consta que lee a este vecino del mundo, y a los que llevan la defensa y cuenta del vasco, que lo mejor para él es que nunca, nunca, se sepa el por qué de la llave y su significado. Es más que probable que no gane el concurso pero pasará directamente al Olimpo extraoficial del programa. 
No queríais sorpresas, pues os van a enterrar con una grande.

La mayoría de los familiares han hecho que sus representados abandonen y dejen colgado a un Aritz que está viviendo sus peores horas de apoyo a su imagen. Representa, sin embargo, una trayectoria con su verdad por delante, y que ha dicho siempre las verdades del barquero a la cara, aunque no gusten. No, como por ejemplo, una Marta que siempre lo hace cuando no es ni el momento ni el lugar, y que lo dice a todos menos al interesado. O una Sofía que hace todo lo contrario de lo que dice y además lo niega. De Niedziela no voy a decir nada, porque aparentemente nunca está en la casa sino en sus mundos, que son amplios y variados.

Este año no puede decir La Milá que las concursantes se devoran entre ellas, porque hace ya tiempo que han formado un frente común. Lo cual es muy lícito, pero siempre que lo reconozcan. Porque votan con un paripé elevado a la máxima potencia, como que se lo piensan, como que improvisan, como que les duele, pero dicen exactamente las mismas palabras y excusas, como ayer lo hicieron sus familiares.

Ayer Mercedes Milá y el concurso desperdiciaron una buena entrevista que Marina demostró que tenía.  Marina, tras esa imagen que muchos le han querido poner de mueble, demostró a los que todavía lo dudaban, que le sobra genio y figura, y que le gustan las cosas claras. Y que precisamente por eso le encanta Aritz, porque si algo es el vasco, más que claro,es diáfano. Y lo demás son excusas de unos concursantes, féminas especialmente, que ven esta semana como una ocasión pintiparada para deshacerse de un concursante, el propietario del secreto de la llave, muy, muy fuerte, aunque nos digan lo contrario.

Antes de terminar algunos detalles, y apuntes, durante esta última gala:

Marta cada vez que se salva se convierte en: La Reina del Paripé. Por un momento, me la imaginé cantando, al más puro estilo Pantoja: Yo soy…esa.
Confesó ayer que sus lloros son motivados porque sabe que es contestada fuera, y tiene miedo a que su novio abra los ojos.
La canaria quiere y ayuda, pero luego pasa factura. Actúa como una O.N.G. pero que luego no la nominen, porque se arma, y gorda.

Por la misma regla, si la del bombín es la persona especial de Aritz, el amigo de Han será “su” persona especial.
A todos los que piensan que Aritz y Han están juntos por estrategia, en realidad, Aritz al menos, tiene más que perder.
Hubiera estado muy bien que al entrar en el apartamento la del bombín, Aritz hubiera preguntado quién es ella aduciendo que no la conoce.
Ni Biky ni Aritz han dicho que son pareja, porque han dejado claro en la conversación, una vez juntos en el apartamento, que la llave es otra cosa u otra persona.
Sobre Aritz el programa solo tiene suposiciones, porque no saben nada, ni a quién pertenece la llave.


Ricky es un tío muy malo y egoista. Ve a todos como a enemigos, Carlos incluido. Suso en comparación con Ricky era el rey de la finura. El argentino-canario es el rey de los bastos, impresentable hablando de orificios.
Mal por Ricky, pero mal también por Sofía que no se valora y se arrastra.
Ricky ya no gana el concurso, aunque Suso era igual y la Milá en ningún momento se lo recriminó, ni a su salida.

Han cuando llora se le olvida el castellano.

Maite con lo dicho a su hija tras visitarla ha conseguido dos cosas:
1. Le ha dado las pistas para llegar a la final.
2. Sofía gana G.H.16 porque el programa lo quiere.

Triste, Milá no ha dado importancia a la información de Maite. Y, sin embargo, a la madre de Han no le dejan hablar en chino. ¡Hay que joderse!

Tras las conversaciones durante toda esta semana, de Carlos y Ricky, es muy difícil que ganen el concurso por lo fríos y calculadores que se han mostrado.

Las peticiones del programa para que los concursantes pudieran hablar con sus familiares no han sido equivalentes en importancia. Lo de Vera, cortarse la coleta, no tiene marcha atrás, pero no me creo que Sofía haga la comida; no sabe.

Diera la impresión de que La Milá no se va a acordar de que tiene que entrevistar a Marina.

El novio de Marta ha votado mal. Aritz sin sus votos ya salía nominado, y a él le hubiera convenido subir a más concursantes que tenían menos puntos. 

Al programa le viene bien que entre Biky,  para intentar enterarse de algo de la vida  de Aritz.
Tras la gala, y aún en directo, larga parrafada de Han con Vera, el chino granadino marca claras diferencias con  Aritz, mostrando miedo a que le arrastre fuera. ¿Seguís diciendo que Han no juega con Aritz? Tóxico para el vasco.

Voy a tomarme un café con leche hirviendo con pastas. La gala me ha dejado muy frío porque ya se ven todos en la final, y hasta los familiares, ellos los primeros, tienen el signo del dólar en sus pupilas. Hace ya tiempo que nada es verdad, ni mentira.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 9 de octubre de 2015

DOS LOBAS EN CELO Y UN DON JUAN NARCISISTA (GALA 5, GRAN HERMANO 16)




Toda la quinta gala, ayer, destiló un profundo aroma a machismo, incluso, que ya es decir, mucho más que otras veces. Y no especialmente, que también, por alguno de los concursantes que aprovechan cualquier momento para estar en calzoncillos, y de esta manera promocionar sus “musculitos”, sino por parte de algunas concursantes, Raquel y Sofía, que en el fondo luchan por un macho alfa como lobas en celo.

Tanta lucha feminista durante muchos años, para que luego Sofía y Raquel babeen por un impresentable Don Juan narcisista.
Es curioso como en personas tan jóvenes esté tan desarrollado este culto al macho muy macho, que ahora se adorna bajo la vitola de  malote, canalla, o franquicias varias.

Toda la gala giraba entre quién se iba, y por lo tanto a quién premiaba el público. Se fue Raquel, y se quedó Sofía. Pero como en toda guerra, nadie gana y todos acaban lamiéndose sus heridas.

Mención aparte siempre merece Marta, la concursante canaria. Podría ser, tranquilamente, la protagonista de una novela en la que fuéramos descubriendo el por qué se comporta así. Tan intensa con algunos temas, especialmente todo lo que rodeaba, hasta ayer mismo, a Raquel, y tan liviana con otros, que algunas veces parece que se disfraza de Yupi y sus mundos; eso, cuando no es la niña de “El exorcista” que cada vez que oye “RAQUEL” se pone de los nervios y vomita juramentos.

Esperemos que Marta sea, en un futuro, mejor periodista que concursante porque cuando se aturulla en algo, solo ve lo que quiere ver; como el del chiste, que va por la autopista en dirección contraria y se pone a jurar porque son todos los demás los que van al contrario.

Para este vecino del mundo siempre merece especial mención, Aritz, quien con veinticuatro años tiene una mentalidad muy bien formada, y las cosas bien claras. Se enfrenta con quien sea, si cree que merece la pena dar la cara por alguien.

La madre de Suso en una de las conexiones con el plató menciona una de las claves del concurso de este año: Raquel no tiene la culpa de que la aventura en la casa se torciera para ella. La madre y la hija, Maite y Sofía, armaron el belén, creyendo que la extremeña era, en realidad, novia de Suso.

Sofía, en una de las múltiples veces que se siente, y de hecho en ese momento está, sola,, dice para sí misma, y no lo olvidemos nunca, para las cámaras, que se siente tan estúpida...Y en ese mismo momento, este vecino del mundo sufre la necesidad de que alguien se lo confirme inmediatamente.

De todas maneras, la manera de ser de Sofía, todavía podría ser modificada, porque es muy joven, sólo 19 años. El problema es que su madre es una generadora e imán de conductas, cuando menos y siendo buenos, irregulares, y no debe de estar muy por la labor de que su hija cambie.

Tras la expulsión de Raquel ayer, y oyendo los ruidos que lanza la gente cada vez que Suso sale en pantalla, este vecino del mundo está convencido de que quiere ser nominado, e irse, porque sabe que la ha armado bien gorda, excediéndose en su estrategia, que, al parecer,  era que el público le amara, porque sabe que es “divino-de-la-muerte”, y ahora ya no puede dar marcha atrás.

Por cierto, ¿solo se lo parece a este vecino del mundo,  o las comeduras de coco de Suso a Sofía haciéndole sentir culpable de todo pudieran tener algún componente de presunto maltrato de género?  Por de pronto, en uno u otro sentido, sería más que discutible.

Ayer asistimos a otra escena de las que prepara “la cadena alegre”, en teoría para limar asperezas entre Raquel y Sofía, cuando las tuvieron casi una hora recluidas para darles el veredicto de quién se iba, y les pusieron todo tipo de imágenes de lo ocurrido entre ellas. Mercedes, seamos serios, ni tú misma te creíste lo que decías “sobre limar asperezas”. Sabías que las imágenes sobraban porque casi nunca lo hacéis, pero, claro, ellas, Raquel y Sofía, no se hablaban, y eso no vendía.

No sé si a vosotros os ocurrirá lo mismo, pero cada vez que veo a Sofía adoptar el papel de víctima, tiene menos credibilidad que Cristiano Ronaldo pretendiendo ser modesto.

Pregunta a vuelapluma:¿Si Sofía llama guarra a Raquel por abrazarse con Suso, cómo se debía de definir a ella misma cuando se acostó con él?

La decisión del público, expulsar a Raquel, es más para fastidiar a Suso que para castigar a la fisioterapeuta. Y Marta y Sofía, ante el resultado, se van a crecer, aunque no tienen motivos,  y es más que probable que estén toda la semana en modo “insoportable”.

Sofía, en las imágenes que le brindaron, ha podido comprobar  que Raquel no se ha portado con ella tan mal como pensaba, y debería de contar la verdad de lo que ha visto a Marta, para que cambie su impresión errónea con respecto a Raquel. Mucho me temo, sin embargo, que ésto nunca ocurrirá, porque no deja de ser un concurso y, en teoría, todo vale.

¡Muy triste! Al repetirle la organización varias imágenes pasadas de algunas cosas ocurridas, Marta confirma, una vez más, que es el mismísimo Yupi. Solo se ha dado cuenta de que se le ve como una bola en la tele, lo demás no le importaba.

Quizás, esta edición se pueda caracterizar también porque Gran Hermano dé origen, por primera vez, a un spin-off, o nuevo programa nacido del mismísimo Gran Hermano. Y es que al terminarse, ayer, con los secretos, descubrimos a una Carolina que ve muertos, que le acompañan,  desde muy niña. Y tras sus declaraciones a sus compañeros, bien pudiera merecer un programa propio, al estilo del de Iker Jiménez.

A partir de ahora, y visto ese perfil de Carolina, muchos esperaremos impacientemente, e incluso con miedo, esa previsible gala de HALLOWEEN, con una Carolina coronada como reina de las tinieblas.
Antes de terminar de hablar de la de Girona, este vecino se pregunta: ¿Si Carolina gana el concurso lo repartirá también con los espíritus, tres o cuatro, que le han acompañado durante todo su encierro en la casa? En cierta manera, está recibiendo ayuda de ellos...

Ayer, y para agitar más a unos ya agitados concursantes, las nominaciones fueron, como se define vulgarmente, “a la cara”.
Durante las primeras nominaciones olía a miedo, por tener que nominar in situ. Por ejemplo, Marta tardó muchísimo para acabar nominando a Aritz. Durante las nominaciones, Suso pone cara de videocámara registrándolo todo, y de que pasará los debidos recordatorios.

Ayer se pudo comprobar, una vez más, un recurso muy manido, el de nominar porque no se tienen motivos  y  “porque además no va a salir nominado”.
Al final salió nominado Hans "porque nadie le va a nominar, y por supuesto no va a salir". De vergüenza. Más tarde, Enrique, el médico, al haber ganado la prueba de inmunidad, en lugar de salvarse él, salvó al chino granadino. Pero ésto los demás concursantes todavía no lo saben.

Entre los momentos recopilatorios que el programa brindó ayer, están unas imágenes, en las que se ve a  Maite, por otra parte ya fuera del concurso, entrando al confesionario mientras estaba Raquel, para increparla. En ese mismo momento, Maite debió de ser expulsada sin remisión, pero...¿daba mucho juego?

Opinión muy personal: Mercedes Milá debe dejarlo ya. Ni es, ni quiere ser, imparcial. Ayer mucha leña a Raquel, y la semana anterior, Muti recibió caricias.

Quizás, la diferencia de comportamientos de la presentadora puede estar, en que La Milá sabía que Raquel se defiende mejor, pero eso no es razón para repartir más estopa.

Raquel, en su despedida desde el plató, fue muy elegante con la mayoría de sus, hasta ayer mismo, compañeros, incluso con Marta. Sin embargo, no se portó nada bien con Enrique al dejarle ante sus compañeros como jugador, cuando ella acababa de ver la verdad, y comprobar que había sido engañada por  Suso, al que se supone que tanto quiere.

A Raquel, ayer le dieron  demasiado tiempo para despedirse desde el plató; dio muchas pistas a sus compañeros, y preparó, también, mucho terreno minado, que es a la postre lo que el programa buscaba.

Las imágenes finales con las que acabó el programa fueron muy elocuentes: Suso aislado y llorando. 

Cuando vas de duro, de guay, y le haces la peineta al público, te acaba abandonando hasta tu ángel de la guarda.


*FOTO: DE LA RED

viernes, 25 de septiembre de 2015

AQUÍ HUELE A MIEDO, Y YO NO HE SIDO. (GALA 3, GRAN HERMANO 16)


Este vecino del mundo quiere recordar como lo hizo al comienzo del resumen de la segunda gala, que ésto nunca quiere ser una especie de acta notarial de lo ocurrido durante la gala, sino que son breves bosquejos que él mismo anotó durante el programa, y que quiere comentar. Pequeños momentos tanto del programa como de las opiniones de la gente por las redes.

Si algo debiera definir la gala de ayer fue el olor a miedo que se desprendió de ella. Miedo quizás de la cadena a que aquello en cualquier momento se les fuera de las manos, porque como prácticamente desde que ha comenzado esta edición todo giraba alrededor de Maite, la concursante de Pamplona, y que lo demostró una vez más, es una auténtica bomba de relojería y que en cualquier momento puede estallar, acabando anímicamente con ella misma, y con su figura, posiblemente hasta fuera de la televisión, y con un programa que aunque él mismo suele mover sus límites de seguridad muy ámpliamente cuando quiere, lo de este año ha venido grande a todo el mundo.

Hay que darse cuenta que la salida de la casa de Maite ayer ha sido una de las pocas veces en que ha ido en contra de las directrices dadas durante toda la semana por prácticamente todos los colaboradores, y que algunos hemos llegado a la conclusión, al ponerse de acuerdo la mayoría de ellos, de que presuntamente son la voz de su amo.

Aunque durante la gala de ayer especialmente a su comienzo, las imágenes escogidas eran más crueles con Raquel que con las concursantes madre e hija, que podían parecer a los ojos de un neófito como auténticas hermanitas de la caridad, lo que es lógico es lógico y al final los excesos, como en aquel anuncio de la televisión, se pagan.

Todo el camino recorrido por Maite durante el concurso no sólo indica que es nociva en el concurso, sino presuntamente, porque hay que andar con mucho cuidado con ésto, fuera también. De ahí las veces que sin al parecer venir a cuento, Mercedes Milá se encargaba desde el plató de hacernos ver que la concursante en su vida diaria es una excelente conductora de autobús. Y todo eso claramente suena a “Excusatio non petita accusatio manifesta”. Lo que en una traducción libre sería algo así como “Disculpa no pedida, culpa manifiesta”.

La mayoría de los que defienden a Maite, especialmente en las redes sociales, porque “da mucho juego”, pareciera que ven el programa-concurso como una especie de circo romano, y que disfrutarían si metieran en la casa a un asesino en serie. Daría mucho juego.

En un momento dado de los resúmenes, se le ve a Sofía, la hija, actuando como madre de su madre, Maite. Eso me recordó claramente a la todavía llamada por muchos “Princesa del pueblo”,  en el último Gran Hermano VIP... espero que me entendáis...

Cuando una situación, como la de Maite durante todo el concurso, es insostenible, las declaraciones de los que se supone le defienden, o pretenden hacerlo, en el plató, pueden hasta sonar a cachondeo, como cuando al enterarnos de que la de Pamplona era la elegida para abandonar la casa, la amiga de Maite sentenció sin parpadear que Maite “es la esencia de la casa” (palabras literales). Pues entonces este vecino del mundo, con muy mala leche, debe de reconocerlo, está seguro entonces de que la casa debía de tener un inmenso olor a PEDO. ¡Qué le vamos a hacer! Eso ocurre cuando se hacen declaraciones que no son consecuentes con lo visto. Hay posiciones que nunca se pueden defender y lo de Maite no lo hubiera defendido ni Gandhi.

Las redes sociales se llenaron de voces diciendo que Maite daba juego. Y este vecino del mundo se ha preguntado continuamente:
¿Qué es dar juego? ¿Ser una impresentable?

A destacar también que durante la prueba de encontrar la medalla, hubiera sido deseable, advertir desde el comienzo, que ayer el encontrarlo no daba la inmunidad, para evitar posibles sospechas de que según quién la hubiera encontrado, la organización podía haber favorecido de otra manera al ganador.

También comentar que a este vecino no le pareció normal que el Super acepte como razón para nominar a alguien, como adujo uno de los concursantes, “porque se me acaba de ocurrir”. Es lo mismo que decir “porque sí”, y así reventamos directamente el concurso.

Al entrar en el plató Maite, tras la expulsión de la casa, siendo la primera de este año en salir, se nota claramente que tras unos elogios a la presentadora, ella está midiendo como está el ambiente con respecto a ella, y al ver que Mercedes Milá no le da cancha, por decirlo de esa manera, plegó velas, dándose perfecta cuenta de que se había pasado no veinte pueblos, sino países.

Como parte de intentar no meter el dedo en el ojo de la concursante, la presentadora le preguntó a Maite si lo ha pasado mal en su vida. Mucho me temo que en este caso precisamente, convendría preguntar a los demás, si  Maite les ha hecho pasar muy malos ratos a los que en cierta manera han convivido con ella, y para que no se me malinterprete, estoy hablando de amigos, y no de relaciones más íntimas.

Por cierto, Doña Mercedes Milá, tan sensible con los problemas de la mujer, y cosa que me parece normal, consintió por segunda vez, la primera fue durante el vídeo de presentación de la concursante, que Maite diga que utiliza a los hombres como kleenex. No permitiría eso en un hombre, y ésto no lo sugiero, sino que lo afirmo.

No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, y Maite despreció los lazos de ayuda que la presentadora le lanzó varias veces. " porque ella es como es, la mejor de todos, y siempre va con su verdad por delante". Un discurso un tanto cansino y que nos hemos hartado de escuchar en este concurso, pero que en el caso de la navarra fue elevado a la enésima potencia.

Si a alguien le ha debido de venir bien la aparición de Maite en el candelero televisivo, está claro que ha sido a la ya prácticamente olvidada, Aida Nizar, porque lo de ésta, visto lo visto, era un juego de niños adorables en comparación con la concursante navarra.

Sobre la pregunta que Mercedes Milá comentó que todo el mundo le hacía por la calle de para qué están los psicólogos y sus exámenes previos a entrar un concursante. Está claro que con la entrada de cada concursante éste lleva una especie de abono propio, que los dirigentes del programa ya saben de antemano,  con el que crecerán los, digamos, frutos del programa. Y conviene recordar a todos, en realidad, qué es el abono… Pues eso, que ya habéis obtenido la contestación de por qué pasan las cosas durante el concurso, y sin olvidar que ésto ocurre con la aquiescencia de los todopoderosos del programa.


Lo dicho, y recordando las primeras palabras de este post, toda la gala de ayer olió a miedo, a que la cadena tenía una bomba en las manos y sabía que en cualquier momento podía explotar. O parafraseando al célebre dicho, había criado cuervos, y era mejor que éstos volaran… fuera de la casa.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 18 de septiembre de 2015

¿DÓNDE ESTÁN LAS CÁMARAS? (GALA 2, GRAN HERMANO 16)



Primero de todo decir que este post no es ningún estudio concienzudo de lo ocurrido en la gala de ayer, sino que son unos pensamientos tomados a vuela pluma durante el programa, y que pueden ser ampliados, en algún momento, más para que se aclare este mismo vecino del mundo, que para los lectores.

Esta gala  ha girado poniendo en un primerísimo plano a Maite y Sofía, las supuestas madre e hija de Pamplona. Decir que este vecino ha estado recopilando imágenes de ambas en la soledad del confesionario, y su actitud dista mucho de aparentar un trato íntimo. En la mayoría de las fotos hay una distancia entre ambas, de más de un metro, y ese acento tan marcado de la Ribera Navarra en la madre y desaparecido en la hija, denota cuando menos que Sofía se ha criado bastante alejada de la otra.

En otro orden de cosas, seamos serios, os hará gracia Maite, pero está, al menos viendo su comportamiento, como para ser internada. 
Imaginaros que es un familiar vuestro, por no decir que es vuestra madre. ¿Qué pensaríais? Porque no es lo mismo verla, por decir de alguna manera, como una "monologuista", a sufrirla veinticuatro horas, actuando algunas veces como si fuera la conciencia de la persona que tiene a su lado.

En un momento dado de la gala, y mientras Mercedes Milá hacía unas cuantas preguntas a la verdadera madre de Suso, y al ser preguntada sobre el comportamiento de la “madre televisiva” de su hijo, ella ha comentado que en los cuatro días se ha sentido muy afectada por su comportamiento, y que “la duda ofende” sobre, en el caso de su hijo, quién es mejor madre. Me han ofendido/defraudado los aplausos y el ambiente despectivo del público en el plató contra la verdadera madre de Suso. No se debería de confundir el “espectáculo” con “la vida”. Es para mosquearse.

Enrique (el concursante presuntamente médico, porque con las “mentiras” promovidas por el programa, todas las afirmaciones este año hay que ponerlas en cuarentena) ha estado los cuatro días "flipando" con el comportamiento de Maite, la madre. Supuestamente, da la impresión de que el galeno podría ver en el comportamiento de ella, un “reconocible” cuadro clínico.

En un ambiente como el de este concurso, que por el paso de los años y de las diferentes ediciones, los espectadores hemos aprendido a no extrañarnos  por prácticamente nada de lo que pudiera ocurrir. Lo de Maite ayer, sin embargo, diciendo a su propia hija que “folle”, así, sin anestesia, con Suso para darle celos a Raquel, que a la postre formará terna para poder ser expulsada tras las primeras nominaciones, no es de recibo.  Hace dos años mandaron a Argi por cuestiones políticas. Parece que la política se debe de anteponer a cuestiones morales en un programa de estas características…¡Ver para creer!

A la hora de nominar todos se dejan dominar por las antipatías manifiestas, y no son capaces de ampliar el campo del voto para que Maite, que estaba claro que iba a ser la máxima candidata para acapararlo, no se destacara tanto, y hubiera más variedad a la hora de elegir a quién votar desde el punto de vista de un público que a la postre será quien decida, siempre en teoría, porque durante la semana los colaboradores de Telecinco se encargarán de camelar al público para que voten de acuerdo a los claros intereses de la cadena.

Para romper la monotonía y llenar de ironía el ambiente de la casa, alguien debería de haber nominado al perro de la pareja, en la sombra, Ivy y Carlos, con 3 puntos, aunque no se pudiera. ¿Motivos? Por no hablar ni mezclarse con la gente. Lo que sería en otros, claros síntomas de  pura estrategia.

Lo del bebé de Marina, este vecino del mundo no se lo traga ni con un tinto de verano. De ser verdad, sería un gran riesgo hasta para el programa, y alguien desde las diversas instituciones podría tomar cartas en el asunto. Amén de que con los diversos datos aportados es imposible que el niño de carne  y hueso, si lo es, tenga tan pocos días, y una madre que no da síntomas de haber parido hace tan poco, y oído de la boca de Enrique, otro de los concursantes, y médico.

Maite, tras saberse las nominaciones (la propia Maite, Sofia, y Raquel) , se preguntará todavía por qué le han nominado. Creo, sinceramente espero equivocarme, que su paso por el programa puede ser perjudicial hasta para su trabajo. Recordemos que es conductora de autobús, y continuamente está dando muestras de que el calibre de su cordura es cuando menos cuestionable.

En otro orden de cosas, y tras comprobar que ya se terminaba el segundo programa, no es justo no liberar a todos los concursantes de sus secretos a la vez, solo lo han sido: Han, el chino granadino, que ya puede expresarse libremente en castellano, y Maite y Suso pueden dejar de fingir sobre su relación de madre e hijo; porque los liberados compiten más tranquilamente, y con más facilidad para concentrarse en sus diversos objetivos.

Ya para terminar, decir que mucho me temo que, aunque injustamente, Raquel corre peligro más que nada desde el punto de vista de una cadena, Telecinco, a la que es de presumir que le venga mejor que se queden una madre y una hija tan conflictivas como imprevisibles.

Durante la próxima semana es de esperar que colaboradores de la cadena se encargarán, como por casualidad, de decir que  Maite y Sofía se deben de quedar porque dan mucho juego.


Está en nuestras manos el desear que los concursantes tóxicos se vayan cuanto antes… ¿o no?

*FOTO: DE LA RED