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sábado, 30 de mayo de 2015

CRUEL DELATOR DE MIL EXCUSAS



La mayoría de los lectores de este blog ya saben para ahora, que este vecino del mundo está pasando unos cuantos días, sin especificar duración, porque ni él mismo lo sabe, en Torrevieja. está aprovechando para atizarse, así sin anestesia, largos paseos a la orilla del Mediterráneo, en los que pensamientos de todo tipo más de una vez comienzan acompañando y pueden terminar, algunas veces, hasta amenazándole.

Junto a una especie de gran terraza/plazoleta y frente a ese mar, más mayestático que grandioso, hay una residencia para la tercera edad. Ya conocía el lugar de otros veranos en los que al pasear veía a los viejillos, dicho siempre con mucha ternura, sentados a la sombra mirando hacia el horizonte, intentando encontrar su pasado, en una especie de irónico contrasentido.

Lo que ocurre es que muchas veces la misma escena al variar, por ejemplo, la intensidad de luz, como si de un espectáculo se tratara, puede variar el significado de lo que sugiere.  Y de los tres primeros días que este vecino ha pasado junto a ese lugar, y ya prácticamente entre dos luces, en dos de ellos se ha encontrado una ambulancia en la que el chófer estaba terminando de instalar la camilla en la que iba uno de los veteranos residentes.

Lo que verdaderamente impactó a este paseante fue, por un lado, la aparente rutina del chófer en sus movimientos, en parte comprensible,  y la soledad de la escena. En ninguno de los días había nadie despidiendo al presunto enfermo. A todo esto hay que añadir la tendencia de este vecino del mundo a sacar punta al momento, ya es algo instintivo, y del que muchas veces él mismo se increpa por el resultado, casi siempre tendente al humor negro. Y en las dos veces, por un momento, sobre el vehículo amarillo en el que se podía leer “ambulancia”, este vecino vio, porque así fue, el nombre de una famosa empresa internacional de paquetería. 

La imagen, accidentalmente provocada, hubiera dado para todo un editorial en un periódico. Las ganas de vivir más, la tendencia de la ciencia a alargar la vida aunque quizás ya no nos encontremos en nuestro mejor momento. La rapidez, la inmediatez con que se vive todo en estos días, en contraste con la lentitud y fragilidad de los días postreros. El cariño, las miradas, las caricias, los pequeños detalles, frente al ya, al momento, y al mañana recapacitaré.


Muchas veces olvidamos, que aunque nosotros nos coloquemos frente a la belleza, del mar en este caso, ésta nunca será contagiosa, sino que en todo caso puede actuar como cruel delator de mil excusas.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 16 de enero de 2015

MARISA PATAKY Y LA MODERNIDAD

Mi vecina, Marisa, que tiene graves problemas con procesar todas las noticias de los medios de comunicación,  y nos está volviendo locos. Es una versión de Don Quijote, pero con rulos. Es decir, tanto cotilleo y maneras de famoseo casposo le han vuelto hiperactiva, y por el contrario, al resto de la comunidad nos están llevando por el camino de la amargura.
Lo último, es que quiere escribir sus memorias, que si la Esteban lo hizo, que ella no es menos, que sus líos amorosos los tiene que conocer todo el mundo, y me imagino que así ella también, porque como se decía antiguamente, que sepamos nosotros, Marisa no ha conocido varónEstá en trámites con Aldo, un senegalés que hace todo tipo de chapuzas en la comunidad, para que le sirva de “negro” escribiendo el libro. ¡La pobre! Oye campanas, y no sabe dónde. Ella lo de negro lo ha oído, y lo adapta a su manera.
Lo tiene muy claro, quiere publicar su libro mediante, porque está muy enterada, el “crou funding” ese de marras, y quiere que todos colaboremos. El que coopere con veinte euros ya tiene el libro asegurado, y si lo haces con treinta, te lo dedica individualmente.
También ha adaptado a su manera el photocall, o como dice ella el “fotocol”. Llevamos varios días con una especie de biombo, en la entrada del portal, con publicidad de las tiendas de la zona, y como no ha contratado ningún fotógrafo profesional por falta de “crou funding”, ella misma cada vez que baja para algún recado, o viene de regreso, se saca unos cuantos “selfies” con el teléfono móvil que le regalaron sus amigas. Ayer cuando bajaba a media mañana vi que se estaba haciendo un “pataky” y tenía el cuello tan retorcido que no le dije ni media palabra para evitar que al intentar mirarme se pudiera desnucar. Entonces me dí cuenta el por qué, desde hace un tiempo,  los vecinos se refieren a ella como Marisa Pataky.
Además, como no podía ser de otra manera, se ha empeñado en que mujeres como ella no son nada, si no intentan realizarse, y por eso, ahora, se quiere dedicar a diseñar joyas, que si otras lo hacen ella también. Y en uno de los cruces por la escalera, me ha mostrado unos dibujos que llevaba en una carpeta. Eran diseños, o cuasi diseños, para una colección de broches. Todos  tenían en común el lema “La tercera edad mola”, y esa leyenda en mayor o menor medida aparecía en todos los bosquejos. 
En uno de los dibujos más graciosos, estaba la silueta de una pareja besándose, él con bastón y ella con andador. Éste último modelo quiere que ya esté a la venta para el día de San Valentín, dice que seguro que causará furor en los hogares de jubilados de toda España.
Ya para terminar diré que en lo último en que se ha embarcado es que quiere lanzar una plataforma de “Podemos”, porque a ella le encanta el “coletas”, y nos está poniendo el color morado no solo en la instalación del “fotocol”, sino  en toda la escalera. Dice que eso del veintiuno por ciento del IVA cultural es inviable, y junto al biombo de entrada, en el portal, ha colocado una diana con la cara del ministro Wert, y al que haga tres dianas seguidas, pagando, naturalmente, le regala, cuando se edite, uno de sus libros.
No sé si tenemos una comunidad de vecinos, o un parque temático…

*FOTO: DE LA RED

sábado, 19 de julio de 2014

REPARTIENDO A DIESTRO Y SINIESTRO

El verano suele ser una época de intentar cumplir deseos generados en el resto del año. Sin embargo, cada vez que intentas ir a cualquier lugar, por raro que sea o alejado que esté, siempre hay alguien que ya está allí, y como dándose cuenta de tu decepción te mira con cara de “otra vez será” y una insinuación de sonrisa en el rostro.
De hecho, más de una vez este vecino del mundo ha tenido serias sospechas de que el hogar del jubilado de la zona a visitar, iba repartiendo a cada uno de sus socios, con el fin de mantenerlos ocupados y otorgarles un objetivo definido cada día. Sin embargo, esta supuesta labor de la tercera edad, se ha ido claramente al traste con la cada vez más definida misión, para los abuelos y abuelas, de cuidar a sus nietos, porque los padres, y las madres, siempre están ocupados bien porque están trabajando o buscando trabajo, y el fin de semana, en versión de los mismos “abuelos”: "los pobrecitos" tienen que descansar porque están muy cansados. Este vecino ha llegado a la conclusión de que las semanas son de ocho días, y en el octavo es cuando los abuelos descansan.
De todas maneras, la labor atribuida a los ancianos, con respecto a ocupar lugares turísticos de todo tipo, ha sido sustituida, supuestamente, por turistas orientales. No importa  a dónde vayas, a la hora que vayas, siempre hay instalada una cámara, y si te fijas bien (más que nada porque son más bien pequeños) siempre hay detrás un visitante oriental con una sonrisa puesta. No importa si vas al monte o a cualquier paseo marítimo, van siempre bien vestidos, y la mayoría de las veces, tanto ellos como ellas, con chaqueta o cuando menos cazadora,  nunca en camisa, y eso sí, otra vez la sonrisa puesta, que parece parte de su vestuario.
Sin embargo, si en algún momento tienes ganas de sentirte invisible, lo tienes fácil, te acercas a turistas alemanes, que es muy frecuente encontrarlos, y además en grupo, verás que en ningún momento te ven, incluso puedes hacer el experimento de intentar mirarlos a los ojos, tras subirte a algún escalón por aquello de la diferencia de altura, y no te ven, a no ser que seas camarero, en cuyo caso se les cambiará la cara, afable entre ellos, y se transforman en un alter ego de Angela Merkel dándote órdenes de todo tipo.  Te lo debes de tomar con tranquilidad, o más bien con cachaza, porque es eso lo que esperan de nosotros, y nunca, nunca, hablan nuestra lengua. De hecho, más de una vez este vecino del mundo ha sospechado, que están convencidos que nosotros no hablamos, y solo sacamos ruidos ininteligibles.
Otra cosa son los turistas ingleses, normalmente cuando llegues a cualquier sitio, ellos todavía no habrán llegado, porque tienen sus horarios, y nunca antes de las cinco de la tarde, porque entre dormir de día e ir un poco a la playa (aunque les cunda y obtengan fácilmente "un moreno cangrejo") cuando los demás se van ya a comer, hasta la hora indicada estarán siempre ocupados. Ellos, y no hablo de ellas, siempre te ven, aunque eso sí, la mayoría de las veces doble.
De todas las maneras, y ya para terminar por hoy, si nuestro deseo acumulado en el resto del año, era descansar al lado de la piscina en un hotel en Cataluña o Mallorca,  y lo cumplimos,  ten mucho cuidado, porque por esas zonas pueden “llover” turistas británicos que acortan desde su balcón el camino a la piscina, y corres el riesgo de llevártelos puestos. Y luego, al volver a su país, dirán inexorablemente que los raros somos nosotros.
Con lo último relatado, se puede decir que literalmente este vecino ha repartido hoy a diestro y “siniestro”.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 22 de junio de 2013

EL PLANETA JUBILADO

Lo mismo que cuando a una persona le empiezan a hacer muchos homenajes, puede llegar a pensar que es porque le quedan cinco minutos de vida, también da que pensar esa fiebre de ciertos fabricantes por promocionar sus productos con anuncios en forma de homenaje, y esta vez es uno dedicado a la tercera edad.
Vaya por delante de que el anuncio que ha lanzado estos días una compañía alimentaria, la misma que hizo otros dos con la mayoría de los humoristas españoles, es profesionalmente perfecto, e incluso entrañable, pero engañoso.
Durante las diferentes escenas cuidadosamente retratadas se nos presenta a unas personas totalmente desenfadadas y cuya única preocupación es el disfrutar al máximo de su vida, lo cual a este vecino del mundo le parece muy bien, faltaría más. Lo que ocurre es que si existe la idea del homenaje intrínseco en el anuncio, también se merecen algunas escenas los famosos yayo-flautas, porque los abuelos del anuncio solo luchan por obtener la mejor habitación del hotel.
De refilón se habla de los nietos, pero no se menciona a esos abuelos que son una especie de “comodín” para todo problema, incluso ya para utilizar su sueldo en pagar los gastos del resto de la familia.
Da una sensación durante el visado del citado anuncio, de que los jubilados viven en una nube, o en un planeta dulce solo para ellos, y desgraciadamente, especialmente en estos últimos años, no es así.
¿Dónde están esas personas mayores esperando anhelantes el final de mes para volver a coger un poco de aire en forma de unos cuantos euros para poder seguir respirando?
Es un anuncio con mucho truco y poca verdad.
No será este vecino el que mande censurar esta publicidad, ni ninguna otra, porque no me gusta la censura para nada, pero lo mismo que siempre que se lanza un producto de este tipo al mercado, siempre hay alguna asociación de algo, que se queja, no me extrañaría que alguna asociación de pasteleros, por ejemplo, se queje por haber edulcorado al máximo un producto que debería de haberse cuidado más para digestiones problemáticas, y no lanzar luces de neón en un paisaje en el que tristemente ahora domina el gris, con el fin de “cegar” la realidad, y ese no es el camino.
Si la idea era hacer un homenaje a la tercera edad, hay que ser realistas, porque lo mismo que en el caso de querer haber rodado el cuento de Caperucita Roja, hubiera sido imperdonable el olvidarse del “lobo”, en este caso es imperdonable el no homenajear a todo ese colectivo que está sufriendo por el recorte de sus pensiones y para el que llegar a final de mes es como atravesar un desierto de incomprensión. O, siendo crueles, ¿es que ellos no pueden llegar a comprar esos productos?


*ANUNCIO: DE LA RED