En aquella película el clima era uno más de los problemas que tenían los protagonistas aparte de la guerra y de la misma incomprensión de la gente que estaba viviendo una época de cambios.
En esa historia se demostraba que en el horror de una guerra, de la negatividad que te puede rodear, la poesía, el amor y los sentimientos positivos tambíén pueden sobrevivir.
En realidad este tiempo que se avecina lo hemos estado pidiendo todos a voces. Conectas la radio o la televisión, y la frase que más se oye es esa de “...con la que está cayendo...”, pues eso que en muy pocos días parece que lo que va a llegar es el decorado perfecto que faltaba a esta época de restricciones. Se acabarán las gamas de colores vivos, y nos vestiremos, en realidad ya lo estamos haciendo, de colores y sentimientos grises.
Nadie se puede imaginar la depresión americana de los años treinta en una amplia gama de colores, sino sólo en colores grises (gris polvo, gris miseria).
Ayer se ha sabido que al Señor Presidente del Gobierno, de nuestro gobierno, se le ha pillado digamos que in fraganti, confesando que sabe que su política laboral le va a traer una huelga general. Lo dice de una manera que parece que son los Reyes Magos los que le van a traer esta huelga, porque durante su vida diaria se ha portado mal. Otra cosa es que solo le quede esta línea de comportamiento, pero es triste que si de cara al exterior queremos, como se dice ahora, vender la marca España, a los demás mercados, al hablar así, de huelgas generales, parece que lo que queremos vender es un producto defectuoso, y eso no nos beneficia a nadie.
Habrá que comprobar si el tiempo, el atmosférico, que se avecina, es solo pasajero, o en realidad es una metáfora de lo que se está instalando entre nosotros, y cualquier día nos encontramos que de lo poco que ya nos queda, lo tenemos que compartir con desconocidos, como ocurría en la vida de Yuri Zhivago, aunque bien pensado, ya lo estamos haciendo, y mucho además, solo que ya no vienen a quitarnos enseres de nuestra casa, sino en forma de impuestos, y es que no hace falta que nos arrebaten algo que nunca llegó a estar en casa, a no ser que sea la casa misma, lo que tristemente es también cada día más frecuente.
Lo dicho, nos esperan días de penuria y frío, pero eso sí, siempre sonando en nuestro espíritu el Tema de Lara, sin duda una de las más bellas páginas de la historia del cine.
*FOTO: DE LA RED
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