Siempre suele ser de agradecer cuando un personaje público aprovecha su popularidad para ayudar a la consecución de un ideal, o de ayudar a alguien.
Todavía está cercano el ejemplo de la detención de George Clooney en una manifestación, y que ya fue tratado por este vecino del mundo en su día. O por ejemplo el periplo que suele hacer el Papa de vez en cuando, y que estos días pasados han tenido su representación en México y Cuba. En ambos casos a través de ellos se hablan de diversas ideas y problemas.
Otro caso totalmente diferente es el del actor español Guillermo Toledo, más conocido ultimamente como Willy, Willy Toledo.
El 29 de Marzo, el día de la huelga general, las redes sociales ardían prácticamente con solo dos temas, el de la citada huelga y de Willy Toledo, que según las informaciones del momento había sido detenido al formar parte de un piquete informativo que había causado más de un problema, digamos, en un bar del barrio de Lavapiés en Madrid. Aunque al principio no fue verdad, el día sí acabó con la detención real del actor que había sido denunciado, y más tarde reconocido, en una rueda de identificación por el propietario del bar.
El caso del citado actor es un caso especial, pues últimamente se diría que no es que ayude a las causas que defiende, sino todo lo contrario. Lo mismo le ocurrió cuando intentó defender al régimen cubano con unas desafortunadas declaraciones que luego las tuvo que “maquillar”.
De todas las maneras no es lo mismo intentar arreglar un charco, que meterse en él mientras intentas hacer los 50 metros lisos con un perfecto estilo trasnochado de salvador de izquierdas, muy al uso en los setenta, pero que ahora huele bastante a naftalina.
Además no es lo mismo ser el protagonista de una película, que montarse una película erigiéndose presuntamente en uno de los protagonistas de los piquetes.
Mientras el Papa hace colección de todo tipo de gorros y sombreros durante sus viajes, lo cual también se lo debería de hacer ver, el citado actor colecciona momentos tragicómicos al grito de “The show must go on”, o algo así.
*FOTO: DE LA RED
Totalmente de acuerdo, Patxipe. Que alguien dé un trabajo a este presunto actor,aún a riesgo de jorobar el resultado, ya que no hace otra cosa que empeñarse en aparecer como el adalid de la lucha obrera, cuando en su vida ha pegado un palo al agua, fuera de penosas actuaciones en penosas películas generosamente subvencionadas por todos nosotros.
ResponderEliminarY lo del Papa, tremendo. No haber recibido a la disidencia cubana no tiene perdón de Dios (valga la paradoja) y aparecer con ese sombrero charro, no creo que beneficie a la imagen que pretende transmitir en otros ámbitos.
Desde un punto de vista totalmente higiénico te diré que en realidad un actor es una herramienta para llegar a la consecución de un proyecto, y cuanto menos sepa el público del actor, más facil será identificarlo con el personaje. Un abrazo.
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