viernes, 15 de marzo de 2013

ASÍ NOS VA

Como dice la canción, imaginemos, “Pamplona, 6 de Julio, bullicio y alegría, ya están los pamploneses dispuestos a bailar...”, y en ese momento aparecen los hombres de Montoro, Ministro de Hacienda, pidiendo facturas en todos los bares de la zona, y a los que han contratado a los toros, primero para los encierros, y luego para las corridas. 
Panorama hilarante, ¿verdad?. Bueno, pues poco más o menos ha pasado lo mismo, pero ambientado en las fallas de Valencia.
Ayer, los hombres de Montoro, unas horas antes de la famosa plantá, confundieron los términos, y se plantaron ellos en Valencia, pidiendo en las sedes de las comisiones falleras más importantes, todo tipo de facturas con los artistas falleros, de pintura, de flores... Está claro que están buscado posibles actividades no declaradas en lo que se suele denominar como peinado fiscal.
Esta acción coincide con las protestas que se están dando en el sector por la subida de trece puntos del IVA y que la mayoría de los artistas falleros, y talleres del gremio, han absorbido, ya que los presupuestos y contratos estaban cerrados.
El Señor Montoro ha dado muestras en repetidas ocasiones de lo fiel que es a su amo, y aquel que se mueve en la foto, como ocurrió con las protestas de los artistas en la última entrega de los Goyas, como mínimo recibe una amenaza de inspecciones profundas, que en esos días fue en forma de reprimenda para aquellos actores que trabajan fuera del país y viven en posibles paraísos fiscales.
En realidad no hace falta ser doctorado en varias universidades extranjeras, ni lo que el pueblo llano cataloga como “un lumbreras”, para poder leer los objetivos del Señor Montoro, que desde el punto de vista de este vecino del mundo, clarísimamente son dos:
El primero, meter miedo a todo lo que se mueva. Y el segundo maniobra de distracción.
Entre el P.P. en el Vaticano, o mejor dicho el Papa Paco, y la verbena de papeles que ha montado en Valencia, lo de Bárcenas ya se ha olvidado. Y en España el olvido significa la no existencia de problemas.
Desde la atalaya del vecino, a Montoro solo le falta secuestrar dos ninots, o figuras de las fallas, que representen al cine español, para que el acojono en ambos gremios que se han movido últimamente, sea pleno.
Hay otra teoría para todo esto, y proviene de este mismo vecino, y simplemente es que el Señor Rajoy, parco en palabras, y harto de lo mal que va todo, llamó al Ministro de Hacienda, a modo de reprimenda, y le dijo: -Montoro, fallas- , y él malinterpretando una vez más, ha ido directo a Valencia. Así nos va.

*FOTO: DE LA RED

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