Colocando
en una balanza al ciudadano de a pie, y en otra al dinero, el que
tiene que legislar siempre tiene en cuenta antes la segunda balanza,
el dinero, que la primera.
Cuando
un ayuntamiento, por ejemplo, dicta normas para los aparcamientos de
los coches en horas de trabajo, lo que en el País Vasco al menos se
conoce como la OTA, en realidad no tiene en cuenta que el tráfico
vaya mejor, sino sacar el máximo de dinero posible. Y así en todo
los ordenes.
Ésto
viene a colación con lo pasado estos días con la peña de jubilados
del Puerto de Sagunto, en Valencia, que han sido sancionados con una
multa de tres mil euros por jugar al bingo en su sede, con cartones de veinte céntimos, con lo cual se demuestra la
inexistencia de ánimo de lucro en el citado lugar, que además son
personas de más de setenta años.
Como
venía diciendo este vecino del mundo, vivimos en un mundo totalmente
regulado, cuadriculado, pero esas normas no “vigilan” nuestra
salud, bien sea física, mental, …. Intentan que no haya ninguna
laguna que no esté contemplada por la ley, pero para sacar dinero
sea como sea.
Por
de pronto, le acabo de decir a La Nuri, mi sufrida, que a partir de
este año, las partidas de cartas a los seises, en nuestra casa, tras
las cenas de Navidad, se han acabado, no sea que aparezca algún
representante de la autoridad disfrazado de Papá Noel o de
Olentzero, y la hemos liado.
Primero
velaron por nuestra salud, haciéndonos olvidar aquel famoso anuncio
de que Soberano
era cosa de hombres,
y prohibieron el anuncio de bebidas alcohólicas, que no las bebidas
alcohólicas en sí, luego estuvieron persiguiendo a los creadores
de humo mediante el tabaco, y les exiliaron de los bares, pero no
acaban con la venta de tabaco, porque no les interesa.
El
caso de estos jubilados valencianos es claro síntoma de que vigilan
el juego en todas sus variantes, pero para cobrar de él, no
evitando, por ejemplo, casos de ludopatía, que según un estudio
aparecido a finales del año pasado, ha aumentado mucho en España,
especialmente en gente muy joven.
No
hay que olvidar la facilidad con la que ahora todo tipo de personas
pueden jugar por internet en todo tipo de juegos de casino, por
ejemplo, y por las noches, en muchos canales de televisión. Incluso,
aquellos padres que piensan que sus hijos van por buen camino, si por
buen camino se puede entender que están plenamente dedicados al
deporte, los mismos programas de la radio están plagados de anuncios
de apuestas. Y no solo eso, durante los programas deportivos, los
mismos locutores, en plan colegas, hablan entre ellos, con el
micrófono abierto naturalmente, sobre cuales son las mejores
apuestas en cada momento.
Siempre
se ha dicho que solo somos un número para la autoridad
im-pertinente, pero a ésto habría que añadir el pequeño detalle
del signo del euro detrás de la cifra de cada uno.
*FOTO: DE LA RED
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