Ahora que Irina
Shayk y Cristiano Ronaldo, la pareja pluscuamperfecta, han tarifado, para el común de los mortales,
tanto le guste la carne o el pescado, se abre todo un mundo de posibilidades.
Es como si la puerta de la esperanza se hubiera abierto sin nadie esperarlo.
Ahora que Mario
Draghi, el Presidente del Banco Central Europeo (BCE) nos va a inundar, en
teoría, a todos con millones de euros, se abre para el común de los mortales todo
un mundo
de posibilidades. Es como si la puerta de la esperanza se hubiera abierto sin
nadie esperarlo.
Lo que ocurre es que este
vecino del mundo, gran amante del cine por otra parte, se sabe todo tipo de
argumentos, y le da, que tanto lo de Irina y Cristiano, como lo del Señor
Draghi y sus millones esperanzadores van
a pasar sin tocarnos. Quizás porque para
que haya “divos” tiene que haber, siempre, “espectadores”, y a nosotros nos ha
tocado lo de ser espectadores.
La vida, desde que naces, te
va poniendo en tu sitio, y al final sabes que aunque se reparten cartas en el
juego de la vida todos los días, siempre se llevan las mejores los tahúres,
bien porque marquen las cartas, o porque el dinero llame al dinero.
Personalmente este vecino desde que se desenamoró
platónicamente de Meg Ryan, cuando nos dejó a su marido Dennis
Quaid y a este sufridor empedernido, procura no volver a ilusionarse, ni pensar que todo el
monte es orégano.
Tras varios años de que nos
han apretado el cinturón en plan torniquete, ya se sabe que a los torniquetes hay
que liberarlos cada cierto tiempo para que aquello no
gangrene, y ahora toca ilusionarnos otra vez para que sigamos comprando, que a
la postre es lo único que les interesa de nosotros, los de a pie. Pero no se
dan cuenta de que antes que comprar hay que vivir, y si has tenido suerte
últimamente y has conseguido uno de esos empleos que hoy precisamente nos han
informado que han aumentado en España, llegarás a la conclusión que aún
trabajando, ni llegas a final de mes, ni sales de pobre.
Antes, en cuanto encontrabas
un empleo, salías de la zona de pobreza, ahora no, hay mucho pobre que trabaja,
y seguirá trabajando en las mismas, o incluso peores condiciones, por mucho que
Mario Draghi haya sacado su manguera de
millones a pasear.
Los organismos europeos
están nerviosos por las elecciones griegas, y el miedo que tienen a que el mapa
político europeo pueda cambiar, y ahora toca hacer el paripé de Santa Claus y
sus regalitos, aunque ya no sea Navidades y Santa Claus solo exista en nuestros
corazones. Los mismos que nos han empobrecido, no nos van a sacar de pobres
ahora.
Este vecino prefiere mirar a
parejas como Cristiano Ronaldo e Irina Shayk, por aquello de donde hay amor hay
alegría, y donde hubo fuego siempre quedan restos. Porque al final eso es
siempre lo que nos queda a nosotros, los restos del naufragio.
*FOTO: DE LA RED
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