Hoy al despertarme me ha ocurrido una cosa curiosa, era
tan temprano (seis de la mañana), que no sabía si coger el ánimo de ayer, ya
maltrecho, o el de hoy, todavía sin estrenar y con una sonrisa brillantemente
nueva, si es que el ánimo puede sonreír. Por eso, ante la disyuntiva, he optado
por levantarme a escribir, hoy, pero con un tema que se originó ayer, aunque con
los horarios que se gastan nuestras televisiones, el programa en teoría era de
ayer, pero se ha podido ver, o sufrir, hoy mismo.
Estaba ya a punto de irme a dormir, cuando por obra de un zapping televisivo, en el programa “Hable con ellas” estaban dando paso al “Coro de hombres gays de Madrid".
Estaba ya a punto de irme a dormir, cuando por obra de un zapping televisivo, en el programa “Hable con ellas” estaban dando paso al “Coro de hombres gays de Madrid".
Este vecino del mundo, no va a decir eso de que "él no tiene
problemas con los gays porque además tiene muchos amigos que lo son". Decir eso
ya parece que es ponerse el vendaje antes que la herida, y aquí no debe de
haber sospechas por ninguna partSolo quería comentar, y tras haberme documentado sobre
los fines de la creación del citado coro, que uno no sabe bien como conjugar el
verbo “normalizar”, porque desde el punto de vista de este vecino, lo ideal
sería que cualquier persona pudiera intervenir en lo que le diera la gana, en
este caso en cualquier coro, pero sinceramente creo que hacer “guetos” no es el
camino, y a este vecino del mundo “eso” es lo que le parece.
Mientras hagamos bandera de una causa, la normalización
nunca será tal, y en realidad no estoy buscando polémica porque soy el primero
que no quisiera que se hicieran distingos ni por sexo, ni por tendencia sexual,
ni por pensamiento, pero al crear, en este caso, un coro para gays, en cierta
manera se está “prohibiendo” o coartando la libertad de los que no lo son. Lo
mismo que ha podido pasar siempre, pero a la inversa. Con lo cual se obtiene
otro error, que aunque sea al revés, sigue siendo error.
Si algún integrante de este coro, por ejemplo, tiene un
amigo heterosexual que quiera pertenecer a él, el sistema sería fácil: “hacer
la vista gorda”, pero está claro que eso tampoco es el camino. Y la historia
también nos tiene que haber enseñado que “ignorar” no es la solución.
Durante el proceso de “documentación” he comprobado que
el citado coro actuó también en el especial de “El intermedio” en Nochevieja,
dirigido por el Señor Zapatero. Lo cual, sí pudiera ser una auténtica metáfora
de la situación, y utilización política, que personalmente a este vecino del
mundo, no le gustaría.
Además, y volviendo al programa de ayer, en “Hable con
ellas”, me entra una duda: ¿Por qué se
llevó a este coro al programa, por su calidad musical o por su condición?
"Eso”, también sería cuestión de analizar, porque “señalar”,
o ponerse etiquetas, tampoco es el
camino.
*FOTO: DE LA RED
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