¡Esto es acojonante! Que sí,
que lo es. Que hace unas semanas, la mayoría de los países comunitarios se
hacían los suecos, aunque no fueran de Suecia, con el goteo humano, camino de
convertirse en chorro, que entraba por el sur de Europa. Pero, ahora, que se
comprueba que los que entran por el Sur, tienen querencias de irse a Alemania y
Gran Bretaña, algunos países, los mencionados especialmente, “se conciencian”
de lo que está ocurriendo.
La foto de un niño de tres
años ahogado en una playa ha sido el detonante de que la gente haya despertado
su conciencia, y al ver el percal, los políticos de turno en lugar de ponerse a
la cola, pues hacen lo de siempre, se ponen en cabeza, y parece que la idea ha
sido suya, y que lo sienten así de toda la vida.
No va a ser este vecino del
mundo el que ponga una pega a las ganas de ayudar a los migrantes, inmigrantes
o refugiados por las guerras. Pero, ¡ojo!, no se trata de acoger, y me
entenderéis, una mascota, ni sacarse una foto y pasar las Navidades
juntos, y ya está.
Tampoco va a ser este
vecino, el que recuerde que ya hay, y mucha, escasez en España, y que el hambre
ya está instalada entre nosotros, y en muchos casos se disfraza de “apretarse
el cinturón”. Porque los políticos que ahora se han puesto, viniendo desde
atrás, los primeros en la cola de la indignación, son los mismos que llevan
mucho tiempo siendo cicateros incluso con los que les votan, y especialmente con los
que votan a otros partidos en su mismo país.
Ahora el Señor Rajoy está
muy afligido con los avalanchas de personas, porque eso es lo que son, personas
por encima de las cifras, que entran en Europa por algunos de sus puntos, y
dónde antes apenas había cupos para poder acoger a gentes, sólo unos dos mil, por el problema
acuciante del paro, declarado por ellos mismos, ahora se ve que el paseo con la Merkel le ha contagiado las
ganas de ayudar, y ya se sabe que en cuestiones de quedar bien, podemos ser los
primeros y por goleada, ahora ya no les parecen muchos, ni quince mil.
Seamos serios, las cosas no
han cambiado en veinticuatro horas, o este vecino se ha perdido algo. El problema que tienen algunos países, como
los sirios, está desde hace tiempo, pero los políticos con recolectar sus votos,y comprobar que nadie más se sienta en su sillón, ya tenían suficiente, y ahora, la foto
de un niño, que podía ser nuestro, les ha sacado los colores, que el niño ya no
tenía.
Siempre se ha dicho que una
foto (que este vecino del mundo no ha querido mostrar por ser mucho más que una simple imagen) vale por mil palabras, y las mil de esa foto, han sido de reproches para
todos nosotros, y para los que nos debían de guiar, que en lo importante
siempre andan por detrás, aunque luego jueguen a ser los primeros de la clase,
de una clase que nunca han tenido.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario