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lunes, 27 de enero de 2020

VISTO Y NO VISTO



Leo en una de mis columnas favoritas de los lunes, Begoña Ameztoy en “Plaza de Gipuzkoa” de “El Diario Vasco”, haciendo alusión, y me imagino que ilusión también, a la  ministra de igualdad, diciendo que “se acabó el heteropatriarcado. Dentro de poco los heteros al armario.

Este tipo de cosas, creo yo que se suelen decir para que te despiertes con susto, con una especie de ducha fría, para que todo lo que venga después sea, como aquella frase que se decía antes, “miel sobre hojuelas”.

Lo que está más que claro, clarinete, es que ya ni los armarios van a ser lo que eran, sino una especie de escaparate de lo que te estás perdiendo en la vida real por no escuchar a otras tendencias, las que están o hemos enviado a los armarios de invierno.

Mientras, en nuestra España, estamos en pleno espectáculo, ni de Goyas ni de armarios empotrados, sino en plena pista central del circo político, asistiendo a como el Ministro Ábalos, nos presenta su último espectáculo, esta vez de cambio de ropas al instante. Y nos da varias versiones del viaje de la número dos de Maduro.

Al final ocurrirá como en el comienzo de la Gala de los Goya de este año, en el que Jesús Vidal, componente del reparto de “Campeones”, premiado el año pasado como mejor actor revelación, todavía estaba en el escenario, dando las gracias a sus más, y menos, allegados.

Totalmente convencido de que el Señor Ábalos al llegar a su casa ni sabrá cuál es la versión verdadera, si la hay. Ya le pueden pasar la máquina de la verdad, que seguro que ésta explota.

Por lo demás, y por si no lo habíais notado, algo está muy mal en nuestro país cuando las demás cadenas de televisión copian a Telecinco sus maneras, y entonación, de dar el cotilleo, incluido el pleno “Corazón” de Televisión Española que hace tiempo que cambió las luces de neón del gran espectáculo de nuestra vida, por el  "brigi brigi" del mercadillo más cercano.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 2 de junio de 2019

DONDE NADA SE OLVIDA...



Me ha costado mucho dar el paso para escribir este post. Porque en realidad eres uno más al que le podía haber llegado ese mensaje, u otro de parecidas circunstancias, al de Verónica, la trabajadora de Iveco, que hace apenas una semana decidió acabar con su vida. Y ahora tienes, te sientes en la obligación, de hacer, cuando menos el ejercicio de "¿Y  tú, cómo hubieras reaccionado?". E intentas irte por lo fácil. Como en la pregunta de qué programas de televisión ves, te quieres decantar por los documentales de la dos. Pero sabes que es mentira. Estás seguro de que en el fondo si llegas a recibir ese mensaje, el video que a la postre dirigió a su protagonista al suicidio, es muy posible que lo hubieras 
visto, y ya no quieres saber nada  de pensar en un reenvío desde tu lado.

Lo queramos o no, la sombra de Olvido Hormigos, está siempre presente en este caso, por su similaridad. Y seamos serios, a ella, en los medios, se le trató muy mal, otra cosa es que también colaborara en el circo que se montó, y más de una vez, al menos aparentemente, intentara ponerse el mundo por montera. ¿La gran diferencia, quizás, entre los dos casos? El carácter y fuerza de Olvido; pero cada uno es como es, y ya trae lo suyo de serie.


Sólo en la distancia, ahora, podemos vislumbrar la figura del linchamiento. Porque en el momento, bien analizado, es posible que tuviéramos la misma sensación que al participar en un programa de televisión, y que en realidad nosotros no somos vitales en lo que a la postre va a ocurrir en la resolución del caso. Muchos tardarán todavía en comprender que no se trata de un videojuego para adultos, que se trataba de daño real.

Y aunque muchos se muestren reacios a que la empresa y el departamento de recursos humanos se vean involucrados en este tipo de problemas, en cambio verían nítido que si un problema atañe a un alumno de un colegio, los profesores y la dirección del centro fueran implicados en el asunto. Sólo faltaría por decidir, y dicho con todo respeto, si la empresa donde trabajaba la fallecida, es el equivalente al colegio de los mayores.

Uno de los pensamientos que más malestar le están infringiendo a este vecino del mundo al sopesar todo el asunto, es esos viajes que muchos de los empleados al recibir el video en cuestión hacían, a modo de peregrinación, a la mesa en el que trabajaba Verónica, y es que en una empresa de unos dos mil quinientos empleados, no todos se conocen. Y por lo que se cuenta, la gente, como se diría vulgarmente, no se cortaba un pelo, y se la quedaban observando. A modo de no solo te apunto con el dedo, sino que te lo meto en el ojo del honor.

En cuanto se pone por medio el honor de una persona, el perjuicio  será para siempre,y más si se involucran las nuevas tecnologías, e internet concretamente, donde nada se olvida eternamente. Y en cualquier momento, como la botella de un náufrago, el mensaje, ésta vez envenenado de curiosidad, cotilleo, e incomprensión, será descubierto, y cada grano de arena de que se compone un contacto, en muy poco tiempo formará un desierto en el que nadie jurará haber estado.

Verónica, descansa en paz.

*FOTO: DE LA RED




lunes, 23 de mayo de 2016

EL MOMENTO EMOTIVO, Y SU CIRCO MEDIÁTICO




Los que siguen a este vecino del mundo ya saben que en nuestro ático normalmente no se habla de fútbol en su versión de deporte puro y duro (no por nada, sino porque hay prensa especializada), pero sí de alguna anécdota  que pudiera venir a colación. Y ayer este vecino estaba viendo los fastos de la Final de la Copa del Rey, siempre posicionado, a falta del equipo de sus amores (Real Sociedad), a favor del más débil,  y en este caso, claro está, del Sevilla, cuando observó y degustó “el momento de la noche” en opinión este vecino: el hijo de Messi con la camiseta como la de su padre, con su número, el 10, pero que sólo la puede llevar él, porque de nombre sólo llevaba PAPI.


Lo que ocurre, es que luego, ese cielo, se ensombreció primero con los nubarrones de la realidad,  qué hacen unos niños tan pequeños (porque también estaban los de los otros miembros de su equipo, los hijos de Piqué incluidos) a esas horas, entre la una y una y media de la madrugada, lejos además de su casa, porque estaban en Madrid. Si han ido hoy al colegio, lo habrán hecho no habiendo dormido sus horas, se supone, que reglamentarias.


Digamos que el momento emotivo duró unos segundos y todo lo siguiente fue de la más pura y dura revista del corazón. Porque con los niños, claro está, estaban madres, novias y… el cotilleo puro y duro. Si hubiera sido la Fórmula 1, el titular hubiera sido obvio, “su circo mediático”.

Y ahora viene una pregunta que me ronda desde el mismo momento en que vi todo lo referido en el párrafo anterior: ¿Dónde termina la celebración y empieza la ostentación de un cierto poder o estatus? ¿Los cimientos de un futuro por ser hijos de, novias de, mujer de?


Con un rictus de sonrisa congelada, y con ironía en vena, me pregunté ¿cuántas futuras estrellas de reality teníamos delante nuestro?, ya que para más inri la retransmisión se hacía por “Telefive”.


Hace años, famosos eran los futbolistas, actores y artistas varios, pero ahora ya lo son sus familias, y muchos viven de eso, de lo que lograron sus padres (dinero y presunto estatus). Pero, eso sí, cuando quieren, tanto unos como otros, se ponen al “amparo de su intimidad”. Como decía aquel viejo chiste “o semos, o no semos, pero ser somos”.


Sinceramente, si por ley hay que proteger al menor, hubiera sido deseable evitar esas imágenes de hijos pequeños. Como se evitó, presuntamente, dar demasiadas imágenes de esteladas, y culés demasiado culés, descafeinando convenientemente el lado político del tema. Y creo que se me entiende si digo que por otra parte se derrochó imágenes sevillistas como si no hubiera un mañana. Y recuerdo que desde el principio he dicho que éstos tenían mis simpatías.


Ahora,  y ya para terminar, voy a decir una perogrullada como una casa, pero la tengo que decir: una noticia, es una noticia, pero luego hay maneras de tratarla. Y ayer se dio un primer paso, y se va a entender perfectamente, para la creación, si todavía no está creado, cosa que lo dudo, del “Deporte Sálvame”.  Y eso puede ser muy peligroso, aunque también me temo que muy rentable, y razón importante para cuidar y alimentar ese peligroso germen.


*FOTO: DE LA RED




domingo, 19 de abril de 2015

EL DÍA MUNDIAL DE "ALGO"



Aunque hoy es día festivo, domingo concretamente, al bajar al portal había un guirigay montado que parecía el Congreso de los Diputados en el momento de hacer una votación para subirse el sueldo. Cuatro mesitas preparadas en las que se recogían firmas, y al frente de cada una el respectivo encargado de llevar el tema. Tras preguntar, me he enterado de que eran para conseguir que fuera el día mundial de algo.

Tras el consiguiente recibimiento/despertar, este vecino del mundo se ha enterado de que hoy debe de ser “el día mundial de la bicicleta”, y la Señora Lourdes, la del tercero, recogía firmas, para que se establezca el día de la viuda gallega, porque cree, no está segura, que si el día de la viuda existe, seguro que el de la viuda gallega, como es su caso, no, y quiere conseguirlo.

Por otro lado, estaba Ramón, el portero de la finca, recogiendo firmas para conseguir el día mundial del portero de fincas. A su lado estaba Doña Flor, cotilla oficial del edificio, que naturalmente abogaba por el día mundial de los cotillas. Pedía que todos nos quitemos la máscara, porque según ella, y este vecino del mundo está bastante de acuerdo, todos llevamos un cotilla dentro.

Al frente de la cuarta, y última, mesa estaba Don Abelardo, el vecino del sexto, que en todas las reuniones siempre se opone a todo, y naturalmente pedía firmas para conseguir el día mundial de la oposición. A poco que se le preguntaba a Don Abelardo, que ya setenta años no cumple, se le hinchaban las venas del cuello, y comenzaba una arenga que de tan tenso que se ponía, este vecino juraría, que incluso levitaba. Nos ha dicho, que si la oposición no existiera, el hombre no hubiera evolucionado. Quizás no le falte razón, aunque para este vecino “oposición” no está alejado de la expresión “crear una comisión que estudie…” y la experiencia nos dice que cuando una comisión se crea, si el proyecto llega a concretarse, lo verán, con suerte, nuestros nietos.

La verdad es que con todo ésto del día mundial de algo, sería preferible que todos los calendarios, esos que compramos o nos regalan en época navideña, en lugar de incluir el famoso santoral, deberían de  “advertirnos” de cada día mundial. Más que nada por si decidimos ese día no salir a la calle. 

¿No os parece que eso del "día mundial" es una especie de carnaza para darnos un tema en el que pensar, y no reflexionar sobre otros asuntos?

Ya tengo preparada la mesita plegable de la playa para bajarla al portal en cuanto termine este post. Pediré firmas para el día mundial del día mundial, que será otra manera de rizar el rizo de la utopía, que a este vecino le parece que cada vez se está haciendo más pequeña. Y si la utopía desaparece, las musas se quedarán sin patria.

*FOTO: DE LA RED

martes, 17 de junio de 2014

UNA FAMILIA DE ACERO INOXIDABLE

A este vecino siempre le ha atraído la expresión “de buena familia”. Ser de buena familia.
Y por esas cosas de la vida, y sin saber por qué esa expresión siempre le ha recordado a esos cubiertos, que antes al menos, y forzando mucho la vista conseguías ver que ponía “de acero inoxidable”. ¡Vamos! Brillante, refulgente, pero le das el valor, en realidad, que quieras.
¿Qué es ahora ser de buena familia?
¿Una familia en la que todos están cumpliendo a rajatabla, gran expresión por cierto, la ley?
En los años sesenta, quizás, hubiera sido ser una familia sin problemas con el régimen de turno, de buena fachada con respecto a la iglesia, y aquí incluiríamos esa gran expresión de la época, y seguro que ahora muy incomprendida de, “temerosa de Dios”. Lo que te hacía sentir pequeño ante alguien que posiblemente te vigilaba. No sabías por qué pero alguien siempre te podía vigilar.
En un pueblecito pequeño, el mismo cotilleo te podía perseguir. Muchas veces lo importante no era lo que habías hecho, sino lo que hubieras podido hacer.
Ese vecino, quizás con envidia, que pensaba vaya a saber usted qué, y siempre podía haber una duda de algo.
De las buenas familias nunca se dudaba. Católicos, sobre todo de puertas para fuera. Las mujeres en su actuación tenían que ser, rectas, muy rectas. El hombre cuanto más casquivano al atardecer, y fuera de casa, quizás más hombre.
Mientras este vecino sopesa todo esto, le vienen imágenes, todas en blanco y negro. No sabe por qué, pero quizás una especie del cine español encarnado a finales de los cincuenta / principios de los sesenta, por un Francisco Rabal, siempre más negro, mucho más negro, que un Alberto Closas, siempre más recto, y con “una gran familia” por detrás. Y es que un fino, muy fino, bigote siempre te daba un aire de posibles, y de derechas, especialmente de derechas.
Ahora quizás ya no se emplea eso de “ser de una buena familia”, sobre todo porque, lo queramos o no, eso lleva implícito sobre todo “unidad”, y ahora en cuanto ya tenemos juntos a cuatro o más, siempre hay alguien con tendencia a estar cabreado. Eso sí, muchas veces de cara al exterior se puede hacer el paripé de “la ropa sucia se limpia en casa”, pero las aguas que se presume salen del núcleo familiar tienden a ser más bien sucias.
Y es que quizás, y volvemos al principio, ahora quizás no somos tanto “de acero inoxidable, y más del oro y los metales nobles, que son de fácil transformación en dinero constante y sonante. Quizás se van perdiendo los valores, porque de eso siempre se presupone mucho, y al final es como la célebre burbuja inmobiliaria, que al final pagas más, del valor que en realidad tienes. Y quizás antes se vivía de presuponer, unos valores familiares, de unidad, de religión, de conducta. Y, especialmente, hace muy pocos años se ha vivido de lo que se tenía, por decirlo de alguna manera, “en posibles contantes y sonantes”, y ahora, solo ahora, con aquello que te hace llegar a final de mes.
Quizás, y tristemente, ya no te planteas el “ser de buena familia”, porque estás suficientemente ocupado en sobrevivir sea como sea.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 26 de diciembre de 2013

AUDITORES DE SENTIMIENTOS

En estos días de paz y buenos sentimientos suele ser frecuente recibir visitas o llamadas telefónicas, que bajo la apariencia de buenas intenciones se encuentra  el cotilleo, la envidia e intentar meter el dedo en el ojo ajeno.
También es verdad que estas visitas o llamadas se pueden producir en cualquier día del año, sin embargo en estas fechas es más fácil conseguir que la otra parte esté con la guardia baja.
Esos familiares, que lo son una vez al año, como mucho, y que llaman deseando mucha felicidad,  aprovechan en realidad para ponerse al día, de todo lo bueno y lo malo que ha podido ocurrirnos durante el año, prestando, claro está, más atención a todo lo malo, mientras intentan darnos en el morro con todos los “logros” de sus vástagos y nietos. Y es que tengo unos nietos guapísimos y rubísimos. ¡Vamos! De anuncio.
Aunque son familiares nuestros, lo son en grado más directo de nuestros padres, y si éstos todavía viven, no importa que no estén con nosotros, porque en realidad es que creen que van a recibir más información de nuestro lado, ya que están seguros que nuestros padres hace mucho tiempo que saben cómo son, y no les darían carnaza.
Son una especie de auditores de sentimientos o patólogos de vidas,  y que en un santiamén recuerdan que sigues en el paro, ¿verdad?, en cambio a tus primos les va muy bien. Además, ahora, que estás separado te lo puedo decir, tu “ex” estaba hecha una pájara. Por mucho que me lo niegues, o no te diste nunca cuenta, yo estoy convencida de que le tenía que dar a la botella…
Mientras el cotilleo hecho visita te habla, y come unas pastas con un poco de vino dulce que le has sacado, te das cuenta de que otro año que se te ha olvidado, por cierto, de envenenar el vino quinado, y te haces el firme propósito de que del año que viene no pasa.
Cuando, por fin, se va, y reparas en que te ha puesto de los nervios y con un enorme dolor de cabeza, te das cuenta de que tu casa no es tan pequeña, y que ahora sí que te encuentras en el paraíso, con lo mucho o poco que puedas tener. Porque la mala leche, y la mala onda, como dicen en Sudamérica, se fue con la visita del quinto jinete del Apocalipsis que te acaba de abandonar, con la esperanza de que sea para siempre.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 7 de diciembre de 2013

GENERACIÓN "RODRIGUEZ DE LA FUENTE"

Este vecino es de la generación que se crió con los documentales de Felix Rodriguez de la Fuente, que nos hizo ver a los animales de carne y hueso y en su hábitat natural, alejándolos de los estereotipos de los cuentos con los que habíamos crecido, y que en realidad eran meros simbolismos de diferentes tipos de personas reinventadas en cuerpos de animales.Y es que al final, hay que tener presente, que los lobos no persiguen a niñas con cestas, o a abuelitas sabiondas,
Cuánto daño hizo, en mi niñez al menos, la expresión “Me lo ha dicho un pajarito”. Quizás fue el comienzo de la vida como reality, al estilo de “Gran Hermano”, en el que eras consciente de que estabas siendo observado las veinticuatro horas del día.
Estoy seguro de que en la base, en su ADN, de más de un cazador está el deseo de cargarse a aquel pájaro o pájara que se chivó en su momento de que había faltado un día a clase porque prefirió ir a tirar piedras al río.
En cambio, lo de los ratones es también injusto. Porque existiendo el famoso ratoncito Pérez, ellos, los ratones, deberían de gozar de buena prensa, pero ésta solo se refiere a ese ratoncito en concreto, y los demás tienen que andar con mucho cuidado, especialmente a la hora de “catar” cualquier queso que encuentren abandonado…
Mediante el referido dicho, el pájaro queda marcado en realidad como el “Judas” de la naturaleza, como aquel que te va a vender a las primeras de cambio, y como tapadera de todo cobarde que va con cotilleos, pero que quiere seguir gozando de inmunidad creditícea. Y es que siempre será peor visto, el pájaro de mal agüero que ese vecino tuyo que todo lo “pía”. 
Ya lo dijo Martin Luther King: Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.