Por este lado del mundo, hoy, 21 de Diciembre, y
Santo Tomás, es el comienzo de una escalera, la de las navidades, que no
pararemos de subir hasta el 6 de Enero, día de los Reyes Magos, y que a partir
de ese momento caeremos de bruces frente a una cuesta, la de Enero, que se nos
hará más o menos empinada, de acuerdo con lo que hayamos gastado ahora, eso
para los que les quede algo de dinero, porque desgraciadamente cada vez hay más
gente con cuesta de Enero todo el año.
La verdad es que de los días de Navidad, el de
hoy, el de la Feria de Santo Tomás, es el que este vecino del mundo menos
entiende.
Ese fervor por aglutinarse en las mismas zonas,
haciendo las mismas cosas, y como estamos en las fechas que estamos,
normalmente va a llover, y cada uno va a intentar conquistar un sitio ficticio
donde colocar su mano, con paraguas incluido.
Parece que al nacer, al chasis de
cada uno nos incorporan una especie de chip, que dependiendo de a qué zona del
orbe vas destinado, ya te incluyen de serie, unas u otras costumbres.
Hay gente que en días así dice eso de que “…es que
todos van como borregos”, y no es así. Nosotros en realidad no tenemos la culpa,
es nuestro chip que nos da una serie de órdenes que tenemos que cumplir sea
como sea. Hoy es el chorizo, el talo, la
sidra…y el sablazo correspondiente, y todos a casa, con el bolsillo todavía
temblando, mareado de tanta sidra, con ganas de miccionar todo el rato, y de
comer algo con menos grasa y sin hacer colas.
Mañana, día 22 de Diciembre, comienzo oficial de
las fiestas en toda España, y en realidad, aunque mucha gente no se dé cuenta,
verdadero día de reyes para aquellos premiados por la fortuna de los niños de
San Ildefonso, y último sorteo en que el gobierno no meterá la cuchara fiscal para descontarte gentilmente un
cuarenta por ciento.
Pero no vamos a seguir con todos los días
navideños, pues hoy es el primero pero podría ser el último, si los mayas no se
confundieran, aunque da la impresión que su predicción tiene menos futuro que
un científico en España.
Eso sí, a estas horas de la mañana, acabo de sacar
brillo, y he dejado impoluto, y como nuevo, al sentido del humor que, junto con
el reparto del chip correspondiente, me tocó en fortuna, y que hará que estas
fiestas, como todas, sean más llevaderas, si ante cualquier contratiempo, lo
primero que nos sale, en lugar de un juramento, es una sonrisa.
¡Feliz Navidad a todos!, y que los hados
nos renueven este próximo año, la esperanza, muy desgastada últimamente, el amor, y el
sentido del humor. Tener todo esto es ya en cierta forma ser millonario.
*FOTO: DE LA RED