Aunque
en la actualidad se siga hablando de “estrellas de cine”, el
verdadero concepto del famoso “star-system” es el mantenido,
digamos, que hasta finales de los cincuenta. Existían las
nacionalidades: norteamericanos, ingleses, alemanes...,y luego las
estrellas de cine, que habitaban en un planeta aparte llamado
Hollywood. De ellos solo se sabía que estrenaban películas, porque
del rodaje (¿qué era eso?) ni te enterabas, y que asistían a
lujosas fiestas.
No
sufrían enfermedades, ni problemas laborales, y de vez en cuando
alguno se casaba con alguna, ambas estrellas, para brillar más si
cabe.
Hacia
finales de los cincuenta y con la denominada caza de brujas, nos
fuimos enterando de que en los Estados Juntitos, no todos pensaban lo
mismo, y a éstos se les llamaba rojos, y se les intentaba castigar
por ello.
Años
después nos dimos cuenta de que las estrellas de Hollywood, tenían
hasta preocupaciones. En ese descubrimiento para el resto de los
mortales, pudieron influir obras como “Un tranvía llamado deseo”
donde la protagonista tenía pánico a envejecer. No tenían
problemas como los nuestros, pero ya era algo.
Con
los años en cambio hemos pasado al lado opuesto, y para juzgar la
obra de alguien, queremos saber de dónde viene y a dónde va, sus
tendencias políticas y con quién se acuesta. En realidad es
deportista y tiene que batir marcas, o escritor y contar historias
que nos conmuevan, pero ese es solo un pequeño detalle. Ahora no
solo es importante el contenido, sino el continente también. Hay que
saber vender el producto, incluso muchas veces ahora se vende el
producto por la fachada.
Hace
muchos años hubo una canción de José Luis Perales llamada ¿Y
cómo es él?.
Mirada con los ojos de la distancia es una canción ñoña, ñoña.
Incluso se le podría dar el título de la canción más ñoña de la
historia. Pero, tenía su puntito de morbo al imaginar a una persona
engañada por su amor preguntando cosas sobre el tercer lado de ese
triangulo.
Este
vecino del mundo está seguro de que la misma canción con su mismo
interprete original, también Jose Luis Perales, no hubiera triunfado
igual, si se hubiera sabido desde el principio, porque el autor nunca
lo ocultó, que esa canción estaba dedicada a su hija, y era la
historia de un padre preocupado por la relación que tiene su hija
con un chico al que él no conoce.
Y
es que, en realidad, la verdad muchas veces es sólo un
impedimento.
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