Estimado
alcalde de Ortuella:
Hasta
nuestros oídos ha llegado la noticia de que este año en su alcaldía
han tenido a bien suspender la cabalgata de reyes que todos los años
se ha venido celebrando el día 5 de Enero, aduciendo falta de
recursos económicos. Al considerarnos damnificados por esa
decisión queremos decir por nuestro lado:
En
primer lugar, que todos los niños estén tranquilos porque nosotros
llegaremos como siempre, con nocturnidad y alevosía, la noche del
quinto día del primer mes del año, y dejaremos todo tipo de
regalos, sin hacer distingo de razas ni de ideología política.
Todavía
recordamos como el pequeño Oskar, muchos años antes de ser el
primer edil del pueblo, nos veía en la cabalgata con sus nervios a
flor de piel, y pasaba la noche prácticamente sin dormir, y creemos
que siempre nos hemos portado bien con él, aunque los recursos
escasearan. Sin embargo, ahora a usted parece que no le importa privar
a los niños de la ilusión de vernos en el pueblo que usted regenta.
Queremos
recordar que nosotros nos conformamos con todo tipo de representación
callejera, porque a los ojos de cualquier niño lo pequeño se hace
grande con la lupa de su ilusión. Y, ademas, estamos convencidos que
si hace falta colaboración ciudadana para tal menester, seguro que
habrá personas con una sonrisa en su corazón prestas a ayudar, y
que tres equinos en un pueblo rodeado de campo se pueden encontrar
fácilmente, e incluso sin que cobren sus propietarios.
Por
otro lado, queremos recordar que aunque a nosotros se nos conozca
normalmente como los Reyes Magos, en realidad no pertenecemos a la
realeza sino que simplemente somos magos. Decimos ésto, por si en cierta manera
es una medida en contra de cualquier monarquía, por aquello de
cierto tufillo político, porque también nos hemos enterado de que sin
embargo al Olentzero, que cumple nuestra misma labor el vigésimo
cuarto día del último mes del año, sí se le va a agasajar como
sin duda se merece.
Al
menos en apariencia se podría pensar que por ser extranjeros, y
además de lejanas tierras, se nos pueda tratar de diferente manera,
y teniendo en cuenta que ahora que se practica más que nunca lo de la
aldea global, parece un contrasentido el pedir el carnet de identidad
en algo relacionado con la ilusión.
Sólo
recordar que ya desde un punto de vista crematístico, al comercio de
esa noble villa tampoco le debería de venir bien esa medida
consistorial porque cuantos más festejos, más venderán.
De
todas maneras, sea cual sea su reacción a esta misiva, esté
tranquilo que en nuestra noche nos seguiremos acordando de usted, y
le dejaremos algo, como siempre se ha dicho, de acuerdo a su
comportamiento durante todo el año.
Se
despiden de usted, los Magos de Oriente:
Melchor,
Gaspar, y Baltasar
*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA