CUANDO HACE LA CALÓ

Hoy es uno de los días de más calor en nuestras vacaciones de este año. A las dos de la mañana, y en la calle hacía veintisiete grados.
Ahora son la tres de la mañana y no puedo dormir, voy a despertar a mis lectores.
Típico español, yo no puedo... pues los demás tampoco.
Afgano, mi bichón frisé, me mira con ojos de comprensión, es que él tampoco
puede dormir.
El otro día estaba dandole vueíltas a la cabeza, como diría la niña del exorcista,
sobre lo dificil que nos resulta ganar dinero a algunos, mientras otros, sin importarles cómo, se lo han montado muy bien.
Una de las nuevas maneras de ganar dinero es como polemista.
Se dice de aquel que siendo conocido, pues me niego a llamarlo famoso, en una determinada cadena por muy diversos motivos, especialmente por haber estado sentimentalmente relacionado con otra persona que ya era conocida, se le va llamando por los diferentes programas de esa misma cadena para opinar sobre
diversos temas, normalmente relacionados con la prensa del corazón.
La mayoría más que polemistas son polémicos en sí mismos, y sólo quieren imponer su verdad a gritos, cuanto más chillan más razón creen tener. Por lo tanto para ser polemista más que cultura hay que tener pulmones y sobre todo mucha cara.
De todas maneras creo que la profesión de periodista está siendo bastante desprestigiada últimamente, y lo triste es que muchas veces por los mismos periodistas. La frontera que muchas veces cruza el periodista, sin darse cuenta quiero creer, es cuando de persona se convierte en personaje, y ya está en la arena del denominado circo mediático.
De todas maneras yo ya tengo la solución para ganar dinero y además no pasar tanto calor, pues las temperaturas allí siempre son más benignas.
Yo de mayor voy a ser meteorólogo en Canarias. Tiene que ser una auténtica bicoca.
Pues por mero cálculo de probabilidades, diciendo siempre que va a hacer buen tiempo, fallarás menos de diez veces al año y serás casi tan afortunado como esas islas.
Lo que hace pasar una noche de calor...