jueves, 19 de agosto de 2010

TE CUENTO

Os pongo al día, aunque en realidad es de madrugada, Torrevieja, llueve y
con ganas. Asociación de ideas, finales de los sesenta. Los recuerdos son de muchísima lluvia, tardes  comiendo el bocadillo en casa, bocadillos de margarina con azúcar, o para variar, margarina con trocitos de chocolate.
No pueden existir esas tardes sin la canción del Cola-Cao en la radio, y con
Pedro Pablo Ayuso y Matilde Conesa viviendo historias de amor con todo tipo de trabas, tenían que dar para unos cuatrocientos capítulos en otras cuatrocientas tardes lluviosas. Es que con la lluvia entraban mejor las novelas radiofónicas.
Mi vida, ni la de la gente que me rodeaba era tan movida como en la serie Cuéntame, ni mi padre era Imanol Arias, que yo sepa.
Aunque me he situado en finales de los sesenta, yo también viví aquella época de mediados de los setenta, y la serie que yo protagonicé no tiene nada que ver. El paisaje es el mismo, pero mi guión es diferente, no pasan tantas cosas a los personajes ni con tanta rapidez. Todo lo que pasa en España en aquella época tiene repercusión en la casa de los Alcantara.
Comprendo que una serie de televisión tenga que ser así,  que siempre
tienen que ocurrir tensiones, para mantener al espectador agarrado a su silla,
y esta es una muy buena serie, de la que yo he visto muy poco, me he negado.
La razón: ya lo he dicho anteriormente, viví mi propia serie y en mis propias carnes, muy tiernas entonces.
A mí no me hicieron ni contratos por temporada, ni me daban el guión con suficiente antelación. Lo nuestro era una continua improvisación. No disponíamos de varias cámaras, nuestra vida eran planos secuencias a una única toma.
Nunca sabías si tu papel iba a continuar o no. Todos eramos protagonistas, pero muchos de ellos dejaron la serie muy pronto, excesivamente pronto sobre todo para ellos.
La verdad es que nuestros guionistas han sido, y actualmente son muy buenos, pues parece mentira que de aquellas situaciones hayamos pasado a estas. Ni una serie de ciencia ficción pudiera haber soñado con estas mutaciones.
Como actor de nuestra serie, tengo una gran pena. Ni a mí ni a mis compañeros nos han nominado nunca a ningún premio, sobre todo a aquellos, como he  mencionado antes que dejaron la serie hace mucho, y que crearon situaciones que han dado origen a nuestra trama actual.
Por eso espero que me perdoneis, y que yo no pida "Cuentame", sino que diga "Te lo cuento", pues nuestra trama, gracias a Dios o a quien sea, continúa en la pantalla de la realidad.

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