lunes, 23 de julio de 2012

EL BOTE DE LA SEÑORITA SANCHEZ

Va a ser verdad eso de que cuando uno no tiene nada que decir es mejor callarse.
Eso le ha debido de pasar a Marta Sanchez, siempre contenta de haberse conocido, que parece que entre concierto y concierto también ha cantado, y se ha descolgado con la siguiente delicatessen: “La situación se arregla trabajando no manifestándose”.
¿Qué pensarán las miles de personas que diáriamente se patean las calles en busca de trabajo?
De todas las maneras hay un concepto que conviene distinguir, para trabajar, trabajo hay, el problema es que te paguen y cuánto. Porque a lo mejor la Señorita Sanchez, da conciertos en plan O.N.G., y no le importa que le paguen.
Hace tan solo dos o tres semanas, en un programa nocturno, Afectos matinales, con Jordi Tuñón, de Radio Nacional de España, la misma cadena que se está encargando el gobierno de operar de cirugía para que no la reconozca ni su madre, o mejor dicho para que solo hable bien de sus padres, se propuso hablar de lo que ganaba la gente y la cantidad de horas que trabajaban al mes.
Hubiera sido conveniente que los señores diputados, unos porque hablan y los otros porque se callan, tomaran nota de lo que se dijo. Parecía que “Historias para no dormir” de Chicho Ibañez Serrador, hubiera vuelto a emitirse esta vez por la radio.
Había gente que reconocía ganar quinientos euros al mes trabajando quince horas al día, todos los días del año.
Normalmente, el presentador intenta conversar asépticamente con los oyentes para intentar plasmar las opiniones de cada uno, sin decir la suya propia. Sin embargo, con el devenir del programa, el aplomo del Señor Tuñón fue desapareciendo, y le nació de las entrañas la siguiente pregunta: Con la que está cayendo puede sonar a frívolo lo que le voy a preguntar, pero ¿le merece la pena ese trabajo? (el arriba mencionado de quinientos euros). El oyente le contestó que tenía que comer, y lo tenía que hacer.
Aunque no nos guste leer, y aunque nos guste, simplemente con escuchar la radio se pueden aprender cosas del mundo real, para comprender que a veces cuando te ponen la alcachofa delante es mejor darse el bote, para evitar posibles tonterías; sí, bo-te, como lo de presunta rubia, o lo de presunta tonta.

*FOTO: DE LA RED

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