viernes, 23 de octubre de 2015

SE BUSCA AL ESPÍRITU PERDIDO (GALA 7, GRAN HERMANO 16)



La gala de ayer, la séptima, se diría que ha sido una más. Sin embargo los sentimientos que me invaden son de añoranza.

¡Vayamos por partes! Tengo la sensación de que he ido a ver un concierto de mi cantante favorito, y con tantos teloneros, efectos especiales y servicio de cafetería y tienda, no me he metido en faena, y solo he sentido el des-concierto.

Y es lo que me está pasando esta temporada. Demasiados secretos, demasiada parafernalia, demasiada epidermis, y del concurso…nada de nada. Tengo la sensación, además, de que a los encargados del programa les pasa más o menos lo mismo, porque ya no es normal tanta acumulación de "cosas".

Ahora, además, no hay una rutina rígida que sirva de nexo de unión. La semana pasada enseñaron imágenes de diferentes videos, a los dos últimos que estaban nominados, ésta sin embargo no. Y sobre todo, a los que ese día han salido de la casa, les dejan hablar contando ciertas cosas, que dan pistas a los que están dentro.
Ponen y quitan según parezca a la organización, y eso no debe de ser de recibo.

Con respecto al último programa, al de hace unas horas, lo importante como en cada uno de ellos debería de ser, que Ivy, en este caso, se fue, pagando los platos rotos de las mentiras de otros, Suso, Carolina y Marta. Sin embargo, lo más importante fue la presentación de una repesca que se me antoja muy, muy, pronta.

Siempre he pensado que la repesca no es justa. Si los espectadores se han gastado sus buenos euros para mandar a alguien fuera, no se debería de utilizar un recurso como ese, para hacer de la capa un sayo.

No soy adivino, pero si entra alguien, que también hay opción "nadie",  será Maite o Raquel, más morbo, que en realidad desorientará, más si cabe, al espíritu verdadero del concurso que fue.

Respecto a cómo están las cosas ahora. Ricky, entró ayer mismo, se va a llevar muy mal con Suso, o al revés. Dos machos dominantes, en lo único que no chocarán es en lo cultural. Ni saben ni les interesa.

El antiguo Gran Hermano era una partida de pocker en la que podías engañar, e ir de farol. Aquí ya no se puede por la repesca, el que entré sabe la verdad.
Nos quieren sorprender tanto que en cualquier momento van a hacer otra edición de La Voz dentro de la casa. ¿Y el concurso?

En otro orden de cosas, Suso es tan manipulador que hasta quiere convencer al espectador de que ve otra cosa diferente a lo que ocurre realmente.

Ayer tras terminar la emisión del programa vi, mediante el veinticuatro horas, un rato más de esa noche.
Sinceramente, Ricky ya me ha cansado. Va de sobrado, y de que, en teoría, en cinco minutos ya es tu gran amigo... Me puedo equivocar pero para la semana que viene recibirá muchos votos.

En realidad, Suso y Ricky son como el hambre y las ganas de comer.  Y ésto, gran equivocación por parte de la organización, ni debería de ser un concurso de cocina, ni de varietés. 

Se ha perdido un espíritu. Si alguien sabe dónde está el de aquel concurso de las primeras temporadas, agradeceré la información. Pero mucho me temo que si ni Carolina, experta en esos temas,  lo ha visto, lo hemos perdido para siempre. Y así nos va.

*FOTO: DE LA RED

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