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lunes, 19 de marzo de 2018

EL MARQUÉS DE GRIÑÓN, Y LA IMPORTANCIA DEL RELATO...


Debe de ser verdad eso de que los hombres sólo pueden hacer una cosa a la vez, porque llevo varios días pensando-rumiando, casi obsesivamente, eso que se ha sabido de que el Círculo Fortuny, asociación española representante de las empresas e industrias de alta gama españolas, con Carlos Falcó, Marqués de Griñón, y Enrique Loewe al frente, ha pedido a la Real Academia Española de la Lengua (RAE) que modifique la definición de la palabra "lujo", ya que las que existen, según su opinión,  "son bastante negativas" (Demasía en el adorno, en la pompa y en el regalo / Abundancia de cosas no necesarias / Todo aquello que supera los medios normales de alguien para conseguirlo), y según el parecer de esta asociación, el concepto se puede "mejorar".

Y no dejo de empalmar esta noticia con ese dicho de que "la historia la escriben los vencedores", con lo cual ya tendríamos, no sé si me siguen, el “crimen perfecto”. Por ejemplo, haces lo que te da la gana, en el utópico caso de que seas el jefe del gobierno, como que la mayoría del pueblo vea más de cerca la pobreza (¿Os suena?), o se mezcle con ella, y luego le pides a la Real Academia que edulcore el concepto de “pobreza”, con algo así como que los pobres verán a Dios, y que además, comer poco es bueno para la dieta. Y al final lo que consigues es que en lugar de una putada, en el caso del ejemplo, el gobierno en cuestión te esté haciendo un favor.

Luego, más adelante en sus declaraciones, el Marqués de Griñón se viene arriba, más todavía, y se pone hasta lírico diciendo que para él, el lujo tiene que ver más por ejemplo con una experiencia que vivió el pasado diciembre con su hija mayor, Xandra Falcó, a la que hacía tiempo que no veía y con quien, en un día soleado, cocinó con el primer aceite de su cosecha delante de su casa una tortilla de patatas. "Esto es un lujo y hay que mantener esta definición".

Y este vecino no deja de pensar en la gran cantidad de “su” posesivo que se encuentra en el relato poético del Marqués: aceite de “su” cosecha (en “su” tierra, que ésto último no se menciona, pero se sobrentiende), …”su” casa; que quizás, en realidad todo ello junto, sea el verdadero lujo.

Por cierto, y haciendo un inciso, lo que más quiero de Don Carlos Falcó, y no está en su relato, y no pongo nada de ironía en ello, es a su hija Tamara. Esa si que es un "lujo de hija", y aún, quizás, sin quererlo ella misma, y espero que se me entienda, "es la verdad sin filtro".

Quizás, en el fondo, y volviendo al tema principal, el concepto negativo no está en la definición de “lujo”, sino que siguen existiendo dos Españas, pero no las del poeta: 

Una que tiene el lujo por castigo y que quiere que no se note, o que no lo notemos los de la otra España, que el lujo que añora es el de poder tener tres comidas y el futuro asegurado. Pero ahora a eso no le llaman las verdades del barquero, sino populismo, o también popularismo, que según el diccionario de la R.A.E. también se usa en sentido despectivo. 

El currito de turno, sin embargo, no tiene tiempo ni para intentar convencer a los miembros de la Academia de la Lengua, ni por supuesto agasajarles con “sus” productos, que no tiene; porque todo cuesta, y me lo han puesto a huevo hoy, un "griñón". Y lo de "agasajar a los miembros de la Academia", sólo era como gesto de hospitalidad, no vayan a pensar que…

Y para terminar, mencionaremos al gran filósofo Groucho Marx,  que sin mencionar el "lujo", hizo un buen retrato al decir: "Hijo mio, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna". 

Gracias a Dios, o al que sea, que Groucho no está disponible para que el Círculo Fortuny se ponga en contacto con él; aunque tratándose de Groucho, seguro que, en este caso, probaba la cuadratura del Círculo.

*FOTO: DE LA RED




















jueves, 5 de enero de 2017

5 DE ENERO, O LA MADRE DE TODAS LAS VÍSPERAS...


Sí, la vida últimamente nos está tratando tan mal, que uno ya nace con el ADN modificado, mosqueado y desconfiado de serie. Por eso, mañana después de la visita real, en casa de este vecino del mundo haremos una inspección, una auditoría de todos los bienes, no sea que en lugar de dejarnos cosas, la real tropa sea sospechosa de algunas desapariciones. Por ejemplo, desde hace un tiempo no encontramos la ilusión, y parece que nadie ha sido. Y, puestos a sospechar, se sospecha de todos.

No sería de extrañar que, llegada la medianoche, empezáramos a comprobar que la comitiva real no aparece. Y es que con esas pintas, los unos, los pajes, con ropas raídas de mil y un excursiones aventureras subiendo y bajando repisas, y los otros, los Reyes Magos, con ropajes extraños y mil abalorios dorados, los primeros fueran tachados de “refugiados”, y los segundos de cualquiera de las mafias que se aprovechan de los primeros, y por una u otra razón, a todos les fuera imposible atravesar las fronteras…

A este vecino, al pensar en las Cabalgatas Reales en la noche de la ilusión, le vienen recuerdos de pólvora y antorchas, de creer en que cualquier regalo era posible, y de que esta vez sí recibiría regalos con pedigrí, de esos que salían en la televisión de los sesenta, y no regalos que se asemejaban, pero de marcas desconocidas. Saber de antemano, sin opción a equivocarme, que la mañana del día 6 de Enero, tendría una sensación de ser discriminado con respecto a otros niños, cuando todavía no sabía el concepto de “ser discriminado”, y aprendiendo a conjugarlo como nunca se olvida, en primera persona.

Visto con ojos de persona mayor, el día de Reyes era la mili de los niños, cuando vas aprendiendo lo que es la vida, bofetones de realidad tras la ilusión de la magia de la palabra,  de las promesas, y el famoso “todo es posible”.
 
Quizás, en el fondo, no convendría olvidar, que los Reyes Magos, o también conocidos por los Magos de Oriente, no dejaban de ser políticos, y que siempre serían más los sueños incumplidos que los cumplidos, las promesas que los hechos confirmados. Ya dice nuestro refranero español, ese pozo lleno de sabiduría, y especialmente de cortante realidad (por las finas aristas que tiene): Vísperas de mucho, días de nada.
 
FOTO: DE LA RED

sábado, 27 de junio de 2015

26 DE JUNIO DEL 2.015, DÍA PARA NO OLVIDAR

Este vecino del mundo hoy está muy triste.

Con días como el de ayer (cuatro atentados en cuatro países diferentes de tres continentes, con más de sesenta muertos y muchísimos heridos) se suele decir que es un día para olvidar, pero eso es precisamente lo que no hay que hacer, olvidar, lo cual no significa que nos dejemos llevar por nuestros instintos, muy al contrario.

Pero tampoco hay que olvidar el comportamiento de los medios de comunicación. Este vecino del mundo, que a medida que pasan los años no se acostumbra con las imágenes violentas, sino muy al contrario, aunque sean de una película y sepa que son fingidas, vivió ayer, y sin ser advertido, una orgía televisiva en el que se mezclaban imágenes de ayer mismo, en especial fotos de la playa en Túnez, con imágenes de reclutados terroristas tanto en acción como en entrenamiento.


Antes al menos, se solía advertir con la frase “las imágenes que vamos a emitir a continuación pueden herir su sensibilidad”, pero lo de ayer fue como un gran buffet de violencia en el que solo lo podías tomar, porque para cuando lo querías dejar ya había pasado todo concentrado.


El concepto histórico de “guerra” hace tiempo que cambió y ahora se utiliza por decirlo de alguna manera, y para que se le entienda  a este vecino del mundo, una especie de guerra de guerrillas, aunque las guerrillas estén compuestos por dos o tres individuos, que lo que en realidad buscan es eco en los medios de comunicación para que se amplíe el poder de sus hechos, y lo de ayer, vaya que sí se amplió…


Personalmente creo que las imágenes de gente ya inerte sobre la playa, en Túnez concretamente, creo que sobraban, y no solo por los espectadores, sino por esa misma persona y sus familiares. Y no me vale que luego se diga, como ocurrió en el 11M, que YA NO SE VAN A EMITIR MÁS, porque ya se ha hecho.


Ahora vendrá el típico listillo, mezclando churras con merinas y me dirá que voy en contra de la libertad de expresión, cuando es más que evidente que este vecino la está “usando” desde el primer momento, pero sobre todo las imágenes, esas que siempre se han dicho que valen más que mil palabras, convendría restringirlas, tanto por la intimidad de las mismas víctimas como por sus familias, porque en cierta manera se está haciendo el “caldo gordo” al autor de los atentados.


Este vecino del mundo ha estado de vacaciones en Túnez dos veces, con unos recuerdos impagables para con su gente, personas encantadoras y que no solo te ayudan por un punto crematístico, sino que son buenas personas, en el mejor sentido de la palabra “bueno”. Por eso, los hechos acaecidos ayer le duelen doblemente, porque se supone que todos pertenecemos al mismo género humano, se lleve armas o corbata.


*FOTO: DE LA RED

sábado, 12 de octubre de 2013

LA HISPANIDAD Y SU PALCO

Uno de estos días atrás, en la mayoría de los hogares españoles, algún miembro de la familia habrá tenido que recalcar el hecho de que hoy, sábado, era fiesta, más que nada para asegurarse de que hubiera de todo en la cámara frigorífica para poder hincarle el diente. Y en más de algún hogar también, se habrán tenido que concentrar para llegar a la conclusión de que el sábado era fiesta por ser el día de la     hispanidad, un concepto que desde hace mucho tiempo, en esta España de las autonomías, huele a rancio y tiene, al menos se lo adjudicamos sin pestañear, ecos franquistas.
Hispanidad es un concepto que ya nos queda hueco, en una sociedad que quien más quien menos intenta aprender inglés, o finge que sabe, como alguna alcaldesa española. Mientras, esa misma cultura anglófila acusa a los españoles de inmensas tropelías durante la época del descubrimiento de América, como si tanto ingleses como americanos no tienen cuentas pendientes, los primeros con países conquistados, muchas veces les llaman “colonias”, será para que huela bien el estropicio, otras veces también dejan el trabajo más sucio a los “piratas”, y los segundos, los americanos, con los primeros habitantes de su continente y a los que, a la postre arrinconaron en su propio territorio. Resumiendo, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
En esta España cabreada y tiesa por la crisis, solo tiene razón de ser este día, y visto por un vecino desde su atalaya, que aunque privilegiada, solo alcanza a ver lo que alcanza, y lo que le interesa, porque es el día de los que tienen la sartén por el mango, las fuerzas de orden público y la clase política.
En realidad, esta fiesta siempre ha sido un acto de mirarse al ombligo para recordar lo que fuimos, y que muchos intentan que nos avergoncemos de ello, y para otros el ver a dónde hemos caído, y que nos avergoncemos también. Eso sí, vestidos de fiesta, porque sea lo que sea y pase lo que pase, como dijo Ernest Hemingway, americano también, España siempre es una fiesta, aunque cada vez haya menos razones y medios para celebrar.
Quizás, y solo quizás, sea un símbolo también, de lo que fue y lo que queda, el palco de autoridades en el desfile de hoy en Madrid, porque más de uno que antes se pegaba por estar en primera fila, hoy pactaría con el diablo para que nadie le conociera.

*FOTO: DE LA RED