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domingo, 30 de diciembre de 2018

TOM HANKS Y SU NAVIDAD



Oigo por la radio, después descubro por Twitter que ha debido de ser el 27 de Diciembre, que Tom Hanks imbuido por el espíritu navideño, se supone, ha aparecido por una hamburguesería, de esas de carretera, y se ha sacado fotos con todos los clientes que han querido, incluso tomando las fotos él mismo, mientras les invitaba a lo que quisieran.

Hasta ahí la noticia o la falta de ellas, vaya usted a saber. Después vendrá si el aroma, o el tufo, del suceso, atrapa tus pensamientos y le das al magín sobre la razón que ha tenido el actor para hacerlo.

Digamos, naturalmente, que no es la misma percepción de un norteamericano de este hecho, que puede variar desde el interés más especial a la misma mirada de una vaca viendo pasar un tren, que el de un español, sea el que sea, siempre lleno de razón y mala leche a partes iguales.

Desde el prisma de un norteamericano, quizás todo vaya cercano a normalizar el trabajo de un actor. Y forma parte de ello, tal vez también, el demostrar que son seres humanos y que eso de estrellas, y de vivir en un planeta aparte era más en los años cuarenta y cincuenta. Que tienen malos días, como todos, aunque en los mejores, puedan ganar millones.

Ahora, si Tom Hanks hubiera hecho eso en España, a los cinco segundos, y me sobran cuatro, alguna asociación de algo ya le había metido una demanda  por apología. De promocionar con su gesto, por ejemplo, la comida "rápida", o peor de todo, la comida "basura". Eso, si no se presumía, entre silencios y gestos sugerentes, de que una carrera, la suya, que en los últimos tiempos no era tan buena como parecía, estaba siendo alterada por comportamientos, como el comentado, que pudieran poner su buen juicio en solfa.

En España , y piensenlo un poco, los gestos solo sirven para jugar al mus, y eso si tu compañero es avispado, porque en el resto de la vida, muy posiblemente se malinterpretará. 

Si tienes algún amigo famoso, aconsejale, y saldrá ganando, que antes de dejarse llevar por el corazón, se vaya poniendo en contacto con sus abogados; sí, varios.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 21 de septiembre de 2017

¿EL HUMOR TIENE BANDOS?


¿Cuándo uno se encuentra en la tesitura de que le están enseñando un capote para que embista, aparte de que se presupone que le están llamando cornudo, pero ni hay pruebas de ello ni las habrá, merece la pena embestir, si ve que en el fondo todo lo que está ocurriendo es con fines publicitarios?

Es lo que está ocurriendo con la denuncia que la Unión de Guardias Civiles ha interpuesto a la plataforma de televisión por "streaming" Netflix ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional por considerar que la publicidad de su película, "Fe de etarras", constituye un delito de "humillación a las víctimas" del terrorismo.

El motivo de la denuncia es un gran cartel, mostrado en la foto al comienzo de este “post”, que cubre un edificio en pleno centro de Donosti, y en el que se puede leer la frase: "Yo soy españooool, españoool, españoooool", con las palabras "español" tachadas en , rojo, bajo la que figura el título de la citada película. 

Una comedia (detalle éste, comedia, que hay que tener muy en cuenta), en la que con el mismísimo título, ya se da a entender que va a tratar, cuando menos de ETA, y luego con un poco más de información (y para eso se publicita), nos enteramos, que de manera "desenfadada", trata sobre las peripecias de un comando etarra en Madrid. 

Película dirigida por el donostiarra Borja Cobeaga, guionista, junto con Diego San José, de la populares "Ocho apellidos vascos" y "Ocho apellidos catalanes", y uno de los responsables del exitoso programa satírico  de ETB “Vaya semanita".

Ocurre que en presuntos delitos donde la censura anda por medio, ya de primeras es aconsejable, y este vecino pide perdón de antemano, “cogérsela con papel de fumar”, y como en el ámbito de la ley estamos hablando, seguro que ambas partes, y ninguna, van a tener razón.

Además, una empresa tan pujante como Netflix, y utilizando las mismas palabras que hubiera empleado esa gran filosofa que todavía es Doña Amalia, la madre que me parió, “si se han metido en semejante berenjenal” es porque un grupo de sesudos abogados ya han previsto el posible litigio, y han dado su visto bueno.

Para ciertas cosas tenemos la piel hipersensible, aunque al final sólo se trate de promocionar una película, se presupone que con buenas dosis de ironía y humor, que se presentará en el Festival de San Sebastián el próximo 29 de septiembre, y en la ya supercitada plataforma,  el próximo 12 de octubre. La publicidad, en realidad, ya está más que hecha entre todos, y muchos de nosotros, sin cobrar un euro. 

Hasta el mismísimo presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, ha expresado públicamente sus "ganas" de ver la película, argumentando que se trata de un filme que se ríe de ETA, lo que a su juicio es lo contrario de "avalar" la trayectoria de la banda terrorista.

Quizás muchos vascos, la mayoría, y seguimos en tono de humor pero sin alejarnos de la realidad, porque no tienen por qué ser excluyentes, en su momento podíamos haber interpuesto muchas demandas; porque cada vez que salíamos de nuestra autonomía, y al decir de dónde eramos, con cara medio pícara/medio seria, nos decían eso de "Ah, eres etarra". Y parecía que teníamos que demostrar que éramos buenas personas, lo cual hubiera sido harto difícil, porque primero habría que ponerse de acuerdo en qué es ser buena persona.

Muchas veces, el problema, si lo hay, no es en lo que se dice en un momento determinado, sino cómo se percibe y recibe por el otro "bando". Y mientras haya "bandos", siempre habrá polémica, y lo más importante, nada de humor; y si algo es el humor, o debería de ser, es salud en potencia.

*FOTO: DE LA RED,

lunes, 4 de abril de 2011

LA NIÑA DEL AUTOBUS


Hoy he tenido que hacer un corto viaje y como siempre utilizo el autobús. Detrás mio se ha colocado un hombre con una niña pequeña, por lo que los dos iban en el mismo asiento; debían ser padre e hija. La niña nada más sentarse ha empezado a pegar patadas al asiento de delante, es decir al mío. Me ha dado un profesional masaje en los riñones que me ha dejado como nuevo. Es una manera de tomarselo, por no hacer sangre en las relaciones paterno-filiales, eso sí, remarcando el hecho de que en ningún momento el adulto ha insinuado en lo más mínimo a la infanta de que cesara en sus ejercicios de piernas.

Como decir autobús es decir sueño, entre el "run-run" del vehículo y el masaje del angelito de atrás, me he quedado roque.

Llevaba un buen rato en brazos de Morfeo cuando el mismo angelito me ha tirado del pelo, pero he fingido seguir durmiendo, y así la vez siguiente. A la tercera vez, al darme cuenta, me he girado y le he pillado a la niñita en cuestión a punto de tirarme, del poco pelo que me queda, por cuarta vez. Me he enfadado y dirigiéndome a su padre le he dicho: - ¡Creo que ya está bien! – arrastrando el sonido de la "n" final para que se notara que estaba ofendido y bien ofendido.

El padre de la futura gamberra me ha dicho: - Es una niña.- Me lo ha dicho con un tono de desvelar un gran secreto. No lo he entendido, pues era obvio que yo ya sabía que era una niña. Como al parecer yo no he reaccionado como él esperaba, me ha vuelto a confesar su gran secreto: - Es una niña. - Hemos entrado en un bucle, y cuando ya me lo había repetido por tercera vez, al ver que yo seguía cabreado, el padre y su niña se han quedado sin pilas, y han permanecido quietos hasta el final del viaje.

Una pregunta ha rondado por mi cabeza: -¿Me he debido de dejar arrancar la cabeza por la buena educación de la niña en cuestión?
Ahora muchos padres son de la opinión de no coartar la libertad de sus hijos y les dejan convertirse en pequeños tiranos, que con el tiempo se pueden revelar incluso en contra de ellos mismos. He llegado a pensar que incluso son los propios niños quienes disponen del sueldo total, y son ellos quienes dan la paga a sus padres.

Ese tipo de casos cada día saltan a la luz pública con más frecuencia. Madres que incluso han tenido que interponer demandas por malos tratos de sus hijos.

Tengo amigos que son maestros y hace tiempo que me comentan que ahora a los niños no se les puede tocar ni un pelo, pues se pueden buscar la ruina, pero niñas a calvos sí por lo que adivino del viaje de hoy.

Aunque han pasado muchos años, recuerdo como si fuera ahora, el sentimiento que nos invadía en nuestra niñez. Cada vez que recibíamos un castigo, sabíamos que si lo comentábamos a nuestros padres lo primero que nos iban a decir era el célebre: - Algo habrás hecho tú.

Ahora si pasa lo mismo, es probable que sea el padre quien diga al maestro: -Algo habrás hecho tú.

Eso, sí directamente no aparece el padre acompañado de un abogado cuya minuta si pierdes el juicio puede que  la termines pagando tú.


*DIBUJO: DREAMSTIME