Hay días en que no estás para muchas fiestas, y realmente no sabes el por qué. Bueno, en realidad yo si sabía el por qué, pues hoy era el primer día en que oficialmente la empresa a la que he pertenecido estaba abierta y ya no contaban conmigo, ni con otros veintinueve, nunca más.
Por mucho que intentas hacerte a la idea , la procesión va por dentro, y quieras o no es como un matrimonio, de veintiséis años, que se rompe y eso siempre duele, aunque la culpa no haya sido mía, ni haya habido tema de cuernos. Aunque de eso yo no esté tan seguro, pues un Ere en realidad se puede considerar como una experiencia extramatrimonial a causa de la cual el vínculo se rompe y la otra parte siempre se queda con todo.
Estaba yo en esas disquisiciones mientras mi cuerpo me llevaba por el nuevo paseo que va desde el antiguo puente de hierro hasta los cubos de Moneo, y la Zurriola más tarde.
Muchas veces me gusta teñir de humor, momentos que quizás son grises, y por eso me he imaginado cómo se intentaría buscar la vida alguien perteneciente al mundo del papel couché, y he llegado a la conclusión de que de alguna manera me tengo que hacer conocido, conocido de los medios de comunicación. Me tengo que hacer amigo de alguien, amante de alguien, salir en algún reallity, algo de algo. Además es curioso, porque cualquiera que sale en esos programas de tele-realidad como los llaman ahora, si oyes las conversaciones entre ellos, al final siempre descubres que ya conocen a otros que han estado en su mismo lugar previamente, y todos ellos forman parte de una cadena que lo que buscan es atarte al televisor.
En mi plan trazado necesito ser conocido para hacerme luego profesional del photo-call. Para los neófitos del tema, explicaré que photo-call se llama a ese momento en que los famosos, que son llamados a cualquier fiesta que se precie, posan contra una pared que casualmente está repleta de papeles con el nombre de la firma que quieren promocionar.
Curiosamente hay famosos que sólo hablan en esos momentos, y luego dicen que no les gusta que la prensa les asedie, pero en ese momento son pura mantequilla y se derriten para que cualquier periodista les ponga la alcachofa en cuestión. Hablando de alcachofas, cualquiera dice ahora la expresión “me importa un pepino”, pues tal como está el tema, está claro que se mueven muchísimos millones en ese mercado y los alemanes han aprovechado la coyuntura para intentar quitar cuota de mercado metiendo miedo con relación a comprar productos españoles.
Volviendo al tema, ya he decidido que a partir de ahora en mi blog hablaré de otros, porque de mí sólo en photo-calls, porque me pagan claro.
De todos modos, antes tenías una profesión mediante la cual te podías hacer famoso. Ahora, en cambio, el ser famoso ya es en sí mismo una profesión, y tiene que ser bastante dura pues no hay un horario fijo, y las horas extras no se pagan. Además si asistes a muchas fiestas y saraos, corres el riesgo de que el médico te diga que ser famoso es malo para tu hígado, y en ese caso tendrás que elegir entre la cartera y la salud.
Me parece que mientras vuelvo para casa, voy a tener que replantearmelo todo otra vez, pues no debe ser oro todo lo que reluce...en un photo-call.
*FOTO: SHUTTERSTOCK
*FOTO: SHUTTERSTOCK
No hay comentarios:
Publicar un comentario