MORIR EN EL INTENTO

La envidia es muy mala, y más entre vecinos, porque sino a quién más le puedes pedir pequeños detallitos, pero que al fin y al cabo son tan importantes como un poco de perejil o sal para redondear un plato.
Lo mismo tiene que ocurrir a nivel geográfico, pero últimamente tenemos a nuestros vecinos del norte, a los franceses, con una especie de ataque de cuernos en lo que a logros deportivos se refiere, y a la primera que salta, como por ejemplo con el denominado caso Contador se descuelgan con comentarios y chistes de mal gusto.
Si para resaltar en el deporte hay que doparse, hay que recordar que también ha habido épocas en las que los franceses han tenido mejores resultados ,y entonces no se cuestionaba su supremacía, como cuando fueron campeones del mundo de fútbol. ¿Qué ocurre? ¿Quizás saben por experiencia que para destacar en alguna disciplina deportiva, solo se puede hacer mediante métodos ilícitos?
Ya se han hecho famosas imágenes en las que mediante muñecos de guiñol, copiando por cierto el “look” del célebre programa británico “Spitting image”, se critica con zafio humor de sal gorda a Contador y Nadal, con imágenes en las que se ve claramente que se dopan.
Lo que ocurre es que algunas veces los problemas se reducen a diferencias en utilizar la semántica. No es lo mismo drogarse, como parece que pueden hacer los españolitos del Norte de África que utilizar una “poción mágica” como se hacía en la antigua Galia, según los libros de “Asterix y Obelix”. Porque también se puede criticar a nuestros vecinos por invadirnos durante muchos años con información dudosa como es esa historia de aquellos hombres que luchaban contra el poder establecido, mediante una pócima secreta.
Hay que tener en cuenta la cantidad de dinero que ha tenido que suponer, y todavía supone, para las arcas francesas esas historias de galos, que vistas ahora de otra manera, también podrían resultar problemáticas para la educación de nuestros niños. No hay que olvidar que existe incluso un parque temático sobre Asterix, y que incluso en una de sus aventuras participaban en las olimpiadas.
Habrá lectores que pensarán que todo lo dicho ha sido pura demagogia, y además barata, pero este vecino del mundo les puede contestar, que como lo dicho estos días por los franceses, pues no pueden demostrar nada, pero sí hacer mucho daño. Sin embargo háganse esta pregunta: ¿Es normal estar cargado todos los días con un menhir y no morir en el intento?... Pues eso.

*DIBUJO: DE LA RED