Como buen amante del cine que este vecino del mundo se considera, muchas veces tiende a ver la actualidad a través de formas ya dadas en el considerado como séptimo arte, y últimamente la conversión de las imágenes de la actualidad adaptadas al celuloide, aparecen en el cine de mi mente siempre en blanco y negro.
Escenas al estilo del neorrealismo italiano, con muy pocos medios, y con la mayoría de actores aficionados, y con dramas del día a día, rodadas como falsos documentales, como Ladrón de bicicletas, o dándole un toque hispano, a películas de finales de los cincuenta y principios de los sesenta como Bienvenido Mr. Marshall, o las más agrias El pisito o El cochecito, ambas de Marco Ferreri, durante su estancia en España, llenas de toques de humor totalmente agrios.
Y es que no da para más, y la última ha sido los cambios urdidos por el gobierno y conocidos ayer. Eso sí, para que fuéramos preparándonos, para lo que iba a venir, han ido soltando frases, recogidas por micrófonos indiscretos fuera de nuestras fronteras. Me recuerda a los niños de mi época al menos, que días antes de recibir las notas, malas por supuesto, iban diciendo en casa que el “profe” de este año les tenía “ojeriza”, palabra por cierto infrecuente en nuestros días, más que nada para que se fueran preparando por lo que seguro iba a pasar.
En el único sitio donde se va a necesitar gente para llenar puestos de trabajo va a ser en las Oficinas de Empleo, porque tras las facilidades, más si cabe, dadas por el gobierno a la patronal, aquel que acabe su vida laboral sin ningún despido ni contratiempo en su empresa de toda la vida, podrá escribir un libro, y su foto saldrá en la prensa, entonces más que rosa será amarilla, por lo mustia.
La gente está, estamos, resistiendo por los ahorros que todavía quedan en muchas familias, pero como suele decir todavía mi madre, que como todas las madre es tan santa como sabía, “quita y no pon, se acaba el montón”.
En nuestros días están ejerciendo la labor de Cáritas muchos familiares, pero el día que se acabe esta ayuda, comenzará otra etapa de la crisis, y la gente de ahora no estamos preparados para eso, pues hemos vivido entre algodones, y volveremos a ser como en los años cuarenta y cincuenta, actores aficionados en dramas en blanco y negro, vistos, eso sí, con la última tecnología que había en el 2012, porque posteriormente será difícil comprar algo que sea superfluo, o al menos que no esté relacionado con el subsistir.
*FOTO: FOTOGRAMA DE LA PELÍCULA "LADRON DE BICICLETAS"
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