GATO POR RAYO MCQUEEN

Que les han dado gato por liebre, así se han sentido la mayoría de la gente que ha asistido al pseudo-espectáculo de freestyle que tuvo lugar en Illumbe este sábado pasado.

Aprovechando que todos los años se celebra un gran espectáculo de freestyle de gran nivel, se ha celebrado otro, meses antes, por si colaba para captar a todos los despistados de la zona y de buen corazón. Lo de buen corazón lo digo, porque me imagino que nadie emprenderá acciones legales contra un espectáculo que no era lo que se insinuaba en su publicidad, que tras verlo, más se acercaba al mundo del circo que al del deporte, y dejaba caer entre otras cosas la presunta intervención de Rayo Mcqueen, el coche protagonista de la película de dibujos animados “Cars”.

Sabemos que un dibujo animado no es de carne y hueso, pero al menos los padres que llevaron a sus niños esperaban un coche lo más parecido posible al héroe de Disney, y no un coche de una marca surcoreana, de la que este vecino del mundo no quiere decir su nombre, porque se supone que ellos no tienen la culpa, con unos implantes de ojos puestos de cualquier manera. Ni se preocuparon de que el coche se pareciera al héroe de los niños, y éstos son pequeños pero no tontos.

Este vecino siempre ha sido un gran amante del mundo del circo hasta que aparecieron esos espectáculos en los que primaban más los héroes de los dibujos animados a los artistas circenses. Uno siempre agradece ver a verdaderos artistas de cualquier disciplina aunque sean desconocidos para él, y no a algunos pilotos como ocurrió el otro día más interesados en ligar y deslumbrar a alguna chica del público que a dar su valentía y saber a todos en general.

Estaban más interesados en vender todo tipo de objetos de propaganda y el rodar unas buenas imágenes en video, llegando a parar el espectáculo varias veces para que el de la cámara, presuntamente puesto por el organizador, Marcos Cesar Da Silva Roque, pudiera coger de diversos ángulos el pseudo-espectaculo, que en el evento en sí.

Lo triste es que mucha gente se fió de la recomendación dada en su periódico de “cabecera”, que el día anterior traía un buen reportaje de lo que se iba a ver en Illumbe. El detalle es que la mayoría de la gente no se dió cuenta de que lo que aparentemente se presentaba como información, no era tal porque al final en vez de la firma del periodista de turno, solo ponía “publicidad”, y está claro que el periódico no mentía pero ayudaba a la confusión.

Antes de irnos, fuimos dos y nos marchamos tres, porque el cabreo iba entre nosotros, quisimos comentar a gente que pertenecía al equipo organizador, cómo nos sentíamos. Nos confesaron que no eramos los primeros y que había gente que en palabras textuales “hubiera preferido quemar el dinero”.

Y eso es lógico, porque siempre es preferible quemar el dinero que irse quemados como fue nuestro caso.

*DIBUJO: DE LA RED