NO HAY DOS SIN TRES

Desde esta misma ventana en la que hemos criticado alguna campaña publicitaria por motivos puntuales que en su momento se detallaron, este vecino del mundo quiere felicitar a Mahou que tras un anuncio con un aspecto de superproducción a la americana de una supuesta invasión marciana, esta vez se ha decantado, y en pleno campeonato europeo de fútbol, por algo mucho más intimista.

En estos días en que la mayoría de los anunciantes muestran kilómetros de tela con los colores de la bandera española, y litros de adrenalina en forma de esfuerzo deportivo, la ya mencionada firma cervecera se ha decantado por un anuncio en el que un padre de cinco hijas, recuerda su primera y casi olvidada frustración por aquel niño que él deseaba para que le acompañara en su afición balompédica, y luego menciona que en un campeonato como el actual, de lo que se trata en realidad es de sentimientos, y para eso como las mujeres nada.

Habría que decir que como en todo, no se puede generalizar, y a lo largo de esta vida, este vecino se ha encontrado con hombres y mujeres, no muchos gracias a Dios, que no se diferenciaban de una puerta en lo que a sentimientos se refiere.

Si en lugar de cinco hijas se hubiera hablado en el anuncio de siete, la alusión al cuento de Blancanieves hubiera sido clara, ya que aunque se supone que los cuentos son para niños, incluso en la actualidad podemos encontrar todavía ciertas reminiscencias de cuentos infantiles en eventos actuales.

Sin ir más lejos, el caso actual de Eurovegas, en el que un supuesto grupo americano, quiere construir un complejo similar al de Las Vegas en España, aparte de recordar mucho al argumento de Bienvenido Mr. Marshall, también puede parecerse al cuento de La ratita presumida, en el que la protagonista, muy creída de sí misma, se pasa todo el cuento preguntando a sus supuestos pretendientes lo que harían en el caso de que ella aceptara casarse.

Aunque como en la mayoría de los cuentos, la tradición popular ha diversificado el final de esta historia, no hay que olvidar que en uno de ellos al final se casa con un gato, que en realidad es su enemigo natural.

En la mayoría de los grandes negocios, no es oro todo lo que reluce, aparte de que como en los brillantes números de magia, solo ves lo que quieren que se vea.

Los que ya peinamos canas, o lucimos calvas inmaculadas, recordaremos lo que ocurrió con el eurodisney español que al final se transformó en francés, y como dice otra campaña publicitaria: No hay dos sin tres.

*DIBUJO: DE LA RED