Esta mañana, hace apenas unos minutos, al ir a entrar en la farmacia de al lado de casa, he visto pegado en la pared una hoja de folio con una foto en blanco y negro de una chica morena con las siguientes palabras: Hola, me llamo Elena Muñoz, soy joven, adinerada, y mañana me caso, pero hoy...
SOY LIBREEEE...
No hace falta decir que debía de ser una despedida de soltera.
Esta costumbre no llevará al menos en Euzkadi más de veinticinco o treinta años, porque este vecino del mundo tuvo la suerte de no tener que sufrirla.
Con el paso de los años, el citado evento aparte de ir a más, ha ido generando un comercio al rededor que tiene que dar dinero, sobretodo el comercio de tartas eróticas.
Antes el evento solía ser con nocturnidad y alevosía, pero ahora es frecuente encontrar grupos, especialmente los sábados desde la mañana, en los que todos van disfrazados con una camiseta y alguna frase al respecto, y el casadero o casadera dando el cante con alguna ropa discretita y algún pene demás especialmente en la frente, que para la ocasión le han colocado los hasta ahora amigos o amigas. Incluso rizando el rizo, en Inglaterra, se dan casos de juerga completa incluyendo vuelo ida y vuelta, para celebrar la despedida de solteros en algún lugar de España, y es que tienen fijación con este país. Pensándolo bien..., en este caso no van a Gibraltar para intentar tocarnos las narices.
La verdad es que no se piensa en las consecuencias cuando uno dice: -Sí, quiero.
Al decír esas dos palabras, se aceptan al suegro, a la suegra, al hoy con mis padres y mañana con los tuyos, al que mi hermana está sola y hay que compadecerse de ella aunque ella nunca nos haya llamado a nosotros...
Sin embargo, años después, y visto lo visto, sería entonces cuando habría que disfrazarlos, e incluso hacer un “akelarre” con los malos espíritus que pueden estar alrededor de la pareja. Es entonces, al separarse, cuando sí tiene sentido este tipo de festejos, más bien de humor negro, aunque sería muy fuerte lo que se pudiera poner en el supuesto de la misma persona del comienzo, en una posible fiesta de separación: Hola, soy Elena Muñoz, ya no soy tan joven, y de dinero ni un duro, pero soy propietaria de medio piso aún por pagar, y espero que mañana me vuelvan las ganas de querer ser libre.
*FOTO: DE LA RED
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