jueves, 22 de noviembre de 2012

LA ESTRELLA TAMBIÉN EN NAVIDAD



Antes alguien escribía un libro o dos y se hacía famoso.  Antes alguien conseguía unos cuantos éxitos en el mundo de la canción, y se hacía famoso.
Ahora, alguien se puede hacer famoso por aparecer en todos los saraos de la noche madrileña, o por ser amigo o enemigo de alguien, o por haber cumplido las expectativas sexuales de cualquier  “ya” famoso,  o porque ha podido decir cualquier estupidez graciosa por internet, y de un día para otro tiene sesenta mil seguidores, como en tiempos de Cristo, pero sin arena y sin sed.
Ya tenemos al ahora famoso, y debemos encontrarle una profesión. Si el ahora famoso o famosa fuera de alta alcurnia, es fácil, le hacemos en un pispas diseñador, por ejemplo de zapatos, de joyas, de vestidos de faralaes (no reíros, que hay alguna por ahí), o ya puestos diseñador de todo, da lo mismo. También hay una variante que sería aparecer en todos los desfiles de moda, no sé muy bien para qué, pero debe de dar dinero porque todos lo hacen.
Si el famoso proviene de algún reality televisivo, de primeras le haremos animador  de salas de fiesta, y poco a poco si va depurando su lenguaje, le podemos hacer contertulio.  En cuanto a sus formas, cuanto más faltón y asilvestrado sea mejor que mejor, y como dirá eso de que “yo lo que pienso te lo digo a la cara”, tiene todo perdonado, porque es así, y no puede cambiar.
Si el ahora famoso, lo es por trabajar ya en la tele como periodista, hará anuncios de todo tipo en su programa. No es broma, hasta los hombres o mujeres del tiempo ahora hacen publicidad entre borrasca y borrasca.
Si el periodista famoso se dedica al cotilleo es mejor que sea de maneras y vestimenta afectadas. Y para él será una especie de doctorado el que un buen día presente un libro, que normalmente no lo escriben ellos, sino que se lo narran a un “negro” (no por su color de piel, sino por trabajar en la oscuridad  y, normalmente, no trascender su nombre).
Estos días está ocurriendo algo curioso con el presentador de televisión Jorge Javier Vazquez. Ha escrito un libro, bueno, él ya ha dicho que le han ayudado, y entre bromas y veras lo está promocionando todo el tiempo en su programa. Creo que debe  de ir por la quinta edición en pocos días. Sin embargo, se me ocurre preguntar, sin malicia, de cuántos ejemplares se compone cada edición, porque si son mil, entre los que regala a los amigos que van pasando por la tele, y al mismo público de su programa,  al final no son tantos después de todo los que ha podido vender.
Por cierto, y ya para terminar, teniendo en cuenta las fechas que dentro de poco nos van a invadir, si el famoso es actor de fama internacional, no está de más, que saque/diseñe, antes se diría una colonia, ahora se denomina “fragancia”, viene a ser lo mismo pero mucho más caro.
Y como signo inequívoco, de que al fin y al cabo también son humanos, tienen que representar a alguna O.N.G. y relatarnos sin ningún tipo de maquillaje desde el mismo lugar donde ocurre, los avatares que los pobres están sufriendo, y que si no fuera por ellos, nosotros no les ayudaríamos, porque como en todas las facetas de la vida, ellos, los famosos, son la estrella que nos tiene que guiar, y más en Navidad.

*DIBUJO: DE LA RED

No hay comentarios:

Publicar un comentario