No hay
mal que por bien no venga. Este es un dicho que en épocas de
bonanza económica, quizás no se entienda en toda su dimensión, pero en tiempos
como los de ahora que ya ni los perros se atan con longaniza, pues de la
longaniza no queda ni el cordel, y al perro ya se le comienza a mirar el lomo,
comenzamos a entender la profundidad de lo que se insinúa.
¿Quién en los últimos años se había planteado llevar la
ropa zurcida? Sin embargo, ahora, incluso a través de internet, uno se interesa
por las antiguamente caídas en desgracia zurcidoras,
y es que si te arreglas gastando diez euros, ya no vas a gastar treinta.
Otro negocio que va viento en popa es los reparadores de
electrodomésticos, y todo tipo de aparatos electrónicos.
Con el tiempo veremos las pelis en la tele entre
esparadrapo y esparadrapo para tapar las contusiones que el tiempo ha causado en nuestro otrora moderno
televisor.
Como todo siga así, ya me estoy imaginando hasta a los
presentadores de la tele con caspa en el pelo y los trajes, de las grandes
marcas que sobrevivan, luciendo zurcidos.
Aunque los grandes afortunados, siempre que les pague la autonomía
correspondiente, que esa es otra, son la cantidad de academias que proliferan
para dar cursillos a los parados, y es que, como siempre se ha dicho cuando los
hijos practicaban deporte los fines de semana, “mientras hacen eso, no hacen
otras cosas peores”, como por ejemplo manifestarse contra el gobierno de turno.
De todas maneras, como la situación continúe así, que no
tiene visos de cambiar durante mucho tiempo, lo mismo que los niños, en mi
época de blanco y negro, cambiaban los cromos de la colección de turno, que les
faltaban para terminar, nos vamos a ver nosotros, cambiando los cursos que
tengamos repetidos.
Desde aquí voy a lanzar una idea a cualquier gobierno de
los existentes o futuros: Se debería de crear una especie de cartilla de
racionamiento, pero ésta indicando los cursillos que el propietario de ella ha
recibido, y por cada diez, por ejemplo, se le podría subvencionar un viaje,
para dos personas naturalmente, incluso aquellos solo de ida a cualquier otro
país, para encontrar trabajo allí.
Y es que tristemente hay que tener en cuenta que la
industria que va mejor que nunca, es aquella que fabrica productos de alta
gama, y caros no, carísimos. Ellos cada vez venden más. ¿Por qué será?
*FOTO: DE LA RED
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