Hoy ya
técnicamente comienzan las Navidades, tanto en Donosti, como en el resto de
Euskadi, con la celebración de Santo Tomás.
Ahora que importamos tantas tradiciones de los Estados
Unidos, como si no tuviéramos las nuestras, mientras ellos
prácticamente se sumergen en el ambiente navideño el Día de Acción de Gracias,
que siempre es el último jueves de Noviembre, nosotros nos metemos de pleno en la
Navidad el día de Santo Tomás, el 21 de Diciembre.
En realidad, si quisiéramos darle
un cierto paralelismo con la fiesta americana, sería Nuestro Día de Acción y Engracias.
“Acción” porque no hay un acto más duro que meterse junto con centenares,
miles, de personas entre calles y plazas a la vez, mientras te pones morado de
txistorra y sidra. Y lo de “Engracias” por lo que huele a pueblo ese nombre, y
lo que tiene de pueblo y herencia cultural esta fiesta.
Mientras los americanos lo primero que hacen, ante el
primer atisbo de que se acerca la Navidad, es encerrarse con los suyos y “ponerse
moraos” con el primer pavo que pasa; nosotros, primero salimos a la calle con la
cuadrilla a celebrarlo, porque la familia siempre está ahí esperando.
Día también de salir con los niños y ver las exposiciones
consecuencia de los diferentes concursos que hay: de espantapájaros, de
txistorra, de miel, de artesanía, de productos del campo…
Y es que el vasco es muy competitivo. Practica el
deporte, la pelota, por ejemplo, pero siempre tiene que haber un aliciente, no
el jugar por jugar, un por qué, una competición, un ganador. Y en los eventos
sociales es lo mismo. Quizás, todo provenga de ese talante tan vasco de ¿Qué no
me atrevo has dicho? ¿Qué no hay…eso? Pues te apuesto lo que quieras.
Para este vecino del mundo, este día tiene también un algo
treméndamente entrañable, sobre todo recuerdos del ayer, y un aroma muy
especial a amor, recuerdos de sus comienzos, hace ya bastantes
años. Y el amor podrá durar, o no, pero los recuerdos, al menos, los hacen
eternos.
Hoy, a apenas unas pocas horas de la gran fiesta, las
calles están ansiosas de ser ocupadas cumpliendo una tradición, una tradición
de muchos años, y no como las tradiciones de ahora que solo con repetir algo
una vez, ya es bautizado como tal.
Quizás, en esta época, por mucho que el gobierno de Rajoy
se empeñe en decir que la crisis ya termina, gastaremos menos en todo, incluso habrá,
cada vez más, gente que lleva el bocadillo de txistorra de casa, pero la
alegría y el sentimiento ni cotizan en bolsa, ni pagan impuestos, y de eso
tenemos bastante. ¿Qué te apuestas?
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario