Estos días la mayoría de medios de comunicación se
transforman en una especie de catálogos de un Ikea multimedia, en el que vas
cogiendo las principales noticias del año, y te montas las páginas del
periódico mental como vas queriendo; una especie de noticias al buffet: Lo más
comentado del año, los mejores goles, los grandes éxitos, las bodas, los
entierros. Todo se computa.
¿Qué ocurriría si cada uno de nosotros al finalizar el año hiciéramos un cómputo general de “nuestras mejores jugadas”?
¿Qué ocurriría si cada uno de nosotros al finalizar el año hiciéramos un cómputo general de “nuestras mejores jugadas”?
Podríamos hablar de nuestras principales necesidades,
pensamientos, decepciones, momentos “tierra trágame”. Sería la vida desde
nuestro punto de vista, como una canción, menos comercial, más personal.
Parece que los señores, y señoras, naturalmente, de
Facebook, ya habían pensado en todo esto, y al acercarse el “finde”, de pronto tu
página te habla abiertamente, y te ofrece, aunque más parece que te exige por
la excepción que eso supone, hacerte un resumen en video de lo que has hecho durante
el año que se va.
En la mente un recuerdo de un programa de televisión de hace muchísimos años, “Esta es su vida”, con su presentador, Federico Gallo, en el que sorprendía al invitado con un repaso de toda su vida, con diversos invitados: amigos y familiares.
En la mente un recuerdo de un programa de televisión de hace muchísimos años, “Esta es su vida”, con su presentador, Federico Gallo, en el que sorprendía al invitado con un repaso de toda su vida, con diversos invitados: amigos y familiares.
La primera reacción de este vecino del mundo fue mirar alrededor, por si había alguna cámara para ese programa, o para alguno de bromascon cámara oculta.
Personalmente, opino que no hay ningún usuario que sea tan
importante que merezca esa aplicación, porque de serlo , seguro que las
televisiones en sus noticias se harán eco.
Además, como este vecino, entre la experiencia de los
años, y los años en sí que ya va cumpliendo, es desconfiado por naturaleza,
este gesto de la red social sonó más a “para que te des cuenta de que has vivido por
encima de tus posibilidades, te lo recuerdo…”
Partiendo de la base de que exagerando se analizan mejor
las cosas, imaginaros que por otra norma de Facebook, al cumplir una
determinada edad, supongamos por ejemplo que 75 para los hombres, y 80 para las
mujeres, la citada red social te “agasajara” con un resumen de toda tu vida en
la red, acompañado con la canción “A mi manera” (“My way”). Sería como para
cortarse las venas, pero no con un cuchillo sino con una sierra eléctrica, para
no dejar al azar la salvación, y que hubiera dudas del destino.
En la importancia que cada uno le da a los hechos está,
al margen de enfermedades mentales, el poder de recordar, porque todo lo
forzado es inútil. Sin olvidar de que un programa informático no sabe de
sentimientos ni de formas de presentar los eventos, ni está en él el dar
importancia o hacer un resumen de diferentes hechos.
Una red social debe de ser una especie de cajón de sastre
en el que se depositan los hechos que el interesado quiere, pero esa misma red en
sí, no confundir, no es el sastre, ni tu Gran Hermano que te
debe elaborar un traje con tus recuerdos ni vivencias. Sinceramente, y con perdón, ese tipo de resumen interesado es más de suegras despechadas. Más de uno, y de una, seguro que está de acuerdo.
*DIBUJO: DE LA RED
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