Al final, cuando menos, va a resultar más “inquietante” que
leer cualquier novela de suspense, la gestión de pergeñar un nuevo gobierno,
incluso más que regir un país en sí.
Ahora va Pablo Iglesias y aprovechando su reunión con Felipe VI, no solo adelanta a todos por
la izquierda, eso ya se sabía, sino que
éste es el momento en el que se ha quedado solo y no se sabe dónde está.
Diera la impresión de que estando todos preparados en la
salida, y acelerando su coche como modo de “avisar” a los demás de que se está
ahí para comerse el mundo, y que se tiene toda la potencia de un millón de
caballos enfurecidos, se le hubiera resbalado el pie del freno, y ahora es el momento en que todavía está
esquivando esquinas, mientras la línea del horizonte está llegando a su fin y
se atisban las primeras estrellas.
No se puede perdonar que entre tanto politólogo en
Podemos, se haya cometido un fallo tan gordo y que sirve para darle al Señor
Rajoy más aire y tiempo, por lo que quisiera pensar que lo han hecho por algo que todavía no vemos,
y que como en una partida de ajedrez, la clave solo comprendamos, quizás, dentro
de veinte movimientos más.
Y es que además, se lo han dejado a los socialistas en el
lugar perfecto para que hagan el paripé de sorprendidos y ofendidos, en especial a aquellos que tampoco confían en Pedro Sánchez.
El mundo de la política tiene mucho que ver con enamorar
y seducir. Y no se le puede decir a una chica lo mucho que la amas, cuando
ella misma sabe que sólo la necesitas, no la quieres, y en el mismo momento se
entera de que ya has hablado con sus padres pidiéndoles su mano, e invitándoles
a una boda en la que ella se va a hacer cargo de los gastos del acontecimiento,
y la ceremonia, comida, y viaje de novios será donde tú quieras. Y todo ello
contratado a su nombre, por si en el caso de que hubiera algún problema, ella tenga que dar la
cara, esa misma que en este momento está sorprendida y enfurecida.
Lo del elefante en una cacharrería siempre me parecerá
mucho más fino y delicado que la actuación de ayer de Podemos, por lo que
todavía quiero creer en un por qué, en una razón que todavía no se atisba. Pero dinamitar todo un monte
para luego tallar una estatua de madera de un árbol que estaba plantado en una
pequeña finca ubicada allí, no me parece un buen método, ni esa patochada que ahora se han sacado de la manga de que quisieran unas negociaciones retransmitidas por televisión.
Conviene no confundir las buenas prácticas, con las buenas formas. Crear un gobierno limpio de polvo y paja, o de corrupción y chanchulleo, no equivale a que se vea todo tipo de negociación, que siempre deberían formar parte del secreto que cada cocinero tiene con sus recetas. Y si no, todos deberíamos recordar el proceder de esos magos, que con las mangas de su camisa levantadas, para demostrar que no llevan nada oculto, te enseñan todas las interioridades de lo que aparentemente va a ser su truco, y al final te siguen engañando igual.
Debe de haber, es requisito indispensable, una cierta fé por parte del votante, porque al final, y el tiempo es muy sabio, si nos han tomado el pelo siempre se va a notar.
Por lo demás, es deseable que tras este viaje al infinito que se ha dado el Señor Iglesias, regrese centrado y comprendiendo que las buenas intenciones no son flor de un día, y que para que la orquesta de un país funcione todos tienen que tocar la misma melodía, aunque en diversos momentos haya todo tipo de solistas. Lo importante no es dar la nota, sino la sinfonía, el todo.
*FOTO: DE LA RED
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