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lunes, 3 de julio de 2017

HOMBRE, HOMBRE....?


Si algo hemos aprendido últimamente es a medir  las palabras constantemente, por aquello de que en cualquier momento puede venir “el famoso Paco con la rebaja” y dejarnos en pleno fango.
Lo que voy a relatar ahora, y no me pone, de verdad, muy bien, me acaba de ocurrir hace unos veinte minutos y, quizás, es el síntoma de medir las palabras modelo “con papel de fumar”.

He ido a una tienda de esas que denominamos de “chinos”, aunque últimamente he aprendido que las llamamos así, no porque el propietario lo sea, que también, sino porque nos engañan como si fuéramos … sus compatriotas.

Mi objetivo: comprarme dos pantalones cortos de unas cuantas XL… Como soy cliente, si no habitual, sí cada vez que entramos en verano, ya sabía el pasillo exacto.

Según nos íbamos acercando se oían dos voces cada vez más altas, especialmente la de una mujer hacia un hombre (ambos no bajaban de los setenta años), al que literalmente le estaba tratando como un trapo.  Ella estaba posicionada hacia mí, y el hombre, sin todavía ubicarme,  me daba la espalda. Al verme la mujer con cara de ser sorprendida ha dicho “Aparta, que viene un hombre”.

Uno, que no está acostumbrado, y tal como están los tiempos, a que le regalen la oreja, enseguida ha pensado que en algún lugar vendría la “letra pequeña”, y que además, era endulzar un oído, el mío, para castigar  a su sufridor, ha sentido repentina empatia por el varón domado, y solo ha sido capaz de decir:
-Bueno, tanto como “hombre”… A lo mejor si me hacen el examen correspondiente, no paso lo de “hacer dos cosas a la vez…”

Y es que ya nos han acostumbrado a que sí en algún momento nos llaman “caballero”, como mínimo nos encontramos en un restaurante y nos traen la cuenta.

Nadie da nada por nada, y especialmente entre diferentes sexos. Aparte, que este vecino está convencido de que la famosa y tramposa frase: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” ha hecho mucho daño ante cualquier nueva posibilidad de lo que sea; incluso ante la peregrina idea de ser “el último hombre sobre la tierra”.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 15 de agosto de 2016

EL CORTE AFRICANO



Ayer por la noche salí, como se decía antiguamente, a darme un “garbeo” por el paseo marítimo. Debo de ser una de esas personas, me imagino que pocas, que disfrutan más dorándose de locura con la luna, aunque sean días en que sea cara de ver, que por el cruel y peligroso “Lorenzo”.  Este vecino está convencido de que pasearse bajo la “luna lunera” siempre te da un punto de locura, que te ayuda, más que a vivir, a sobrevivir.


En un momento dado del recorrido, en un paseo flanqueado por dos hileras  de palmeras, como cada noche de verano, los manteros habían montado su particular “Corte Africano”. Este año una de las estrellas en ventas de las imitaciones parecen ser las zapatillas deportivas. Como no tenía ni idea de los precios, nunca he preguntado ese producto, ayer me enteré de que las están vendiendo por 20 euros.


Sinceramente, teniendo en cuenta que son falsificaciones, el precio me pareció caro. Y que conste que no lo achaco al afán recaudador del emigrante de turno, sino al que les provee, y que supongo que en cierta manera dictará los precios. 


Teniendo en cuenta que en la zona en que me encuentro estos días, si algo sobra es calzado, pues es una de las industrias de toda la vida, por ese precio puedes comprar calzado de marcas desconocidas de calidad muy parecida.


¿Con respecto a que estén prohibidos y perseguidos?
Aunque las autoridades lo pregonen a los cuatro vientos, no lo hacen por los que vivieron por encima de sus posibilidades, es decir, por nosotros, y que en realidad ahora, visto lo visto, y lo sufrido por encontrar un trabajo digno, somos primos hermanos de los manteros. Lo hacen porque protestan las tiendas, que pagan todos sus impuestos, o eso al menos se supone, y me parece bien que lo hagan. Pero no disimulemos, no digamos que es porque no nos den gato por liebre, ya que el que les compra a los manteros, ya sabe lo que compra.


Hace mucho tiempo que nuestra vida está diseñada y dirigida por los propietarios de los negocios. Sino fijémonos, sin ir más lejos, y teniendo en cuenta que estos días es el paraíso de las celebraciones, que la mayoría de las fiestas están auspiciadas por muchos restauradores y empresarios locales, con “ayuda de nuestro dinero del ayuntamiento”.


Sin embargo, se pueden dar casos, y a este vecino del mundo le ocurrió, hace ya más de diez años, comprar en una tienda que se suponía tenía el sello en la puerta, de la marca del “cocodrilo”, y con el tiempo, por la mala calidad del producto, nos dimos cuenta de que era una falsificación. Y el lugar de compra había sido una tienda sita (me encanta esa palabra) en un centro comercial donostiarra, que está en el muy centro. Que conste que esa tienda hace tiempo que desapareció. En cierta manera, el tiempo pone a cada uno en su sitio.


Y este caso, el de una tienda en apariencia normal que te venda falsificaciones, no debe de ser inusual, cuando este vecino conoce a un propietario de una tienda, con él que tiene cierta amistad, que en un momento dado me comentó que él no compra a ciertas marcas por no tener muy clara su procedencia, y son marcas muy conocidas. ¡Ojo! En ningún momento le echaba la culpa a la marca en cuestión. Digamos que hay muchos, o puede haber, recovecos entre la marca e incluso la tienda.


Cuanto más lejos se fábrica un producto, para que salga más barato, más fácil es “copiarlo”, supuestamente. Siempre se ha comentado, que los planos para hacer “originales” en un momento dado se distraen...Por supuesto, que siempre en contra de los deseos de los propietarios de la marca.


El que ha estado de vacaciones en Túnez, por ejemplo, conoce grandes tiendas en las que sólo se venden, ellos dicen, “imitaciones”, claro está que mucho más barato que en las “grandes superficies nocturnas” como la de ayer.


Este tema siempre es muy difícil de abordar, y además nos debemos de alejar de lo políticamente correcto; y como en todo, cada uno mira lo suyo.  Y los malos, si los hay, siempre son los demás. Mientras, el cliente, que lo es las veinticuatro horas del día, debe vigilar su bolsillo, para que no le roben ni los unos ni los otros.


*FOTO: DE LA RED

martes, 10 de junio de 2014

EL LISTO DE TURNO

En estos tiempos de crisis se habla mucho de la gente que tiene que irse allende (me encanta esta palabra) nuestras fronteras para buscarse el sustento, y con este hecho se relaciona, también, la famosa fuga de cerebros.
Sin embargo, España más que por personas inteligentes, se caracteriza por “el listo de turno”, la famosa "picaresca" desde tiempos de "Lazarillo de Tormes". Vas caminando, y sin intención, das una patada a una piedra y te aparecen unos cuantos listos.
Esta mañana, sin ir más lejos, he entrado en la “tienda de cabecera”, al lado mismo de casa, y tras coger lo que tenía que coger, esperaba a la persona que estaba siendo atendida por la cajera, y cuando ya me tocaba, ha aparecido el listo de turno, que solo hubiera tenido que esperar a que pagara dos cosas que llevaba en la mano, y ha dicho que las manzanas que estaban en el mostrador eran suyas, y que le tocaba a él. Por supuesto, que traía una especie de bolsa de plástico con dos ruedas de la misma tienda, hasta los topes.
Con aparente frialdad, y sin levantar para nada la voz, le he dicho mientras le miraba a la cajera y le guiñaba un ojo: -Tranquilo, ya he aprendido la lección. La próxima vez, según entro, ya dejaré los calzoncillos o el peluquín, eso sí, bien limpios para que nadie proteste, y así luego no pierdo tiempo, como usted, que hay que hacer caso al dicho “El tiempo es oro”, y usted debe de ser millonario en tiempo ahorrado.
El señor ha puesto cara de que la fiesta no iba con él, o que era un extraterrestre acabado de aterrizar.
Y en esto de los listos hay que mencionar también a los que utilizan a sus hijos como patente de corso para colarse en cualquier sitio.
Vas a coger el autobús, respetando fielmente la cola, y como jugando, se cuela un niño a toda la fila, ¡benditos niños!, se sienta y ocupa el sitio para sus papás y para los amigos de los papás. ¡Casualidad! “El “urbano” ya no tiene sitio para sentarse. En ese  momento entran los cuatro adultos y con cara de no darle importancia, se sientan sin mirar siquiera si hay gente mayor a la que ceder el sitio. Y, ahora viene lo mejor, el niño con cara de ser el primero de la clase, va donde su madre, porque por su puesto él se ha quedado de pie, y le dice: -Mamá, lo he hecho bien ¿verdad?
Y como uno hace mucho tiempo que tomó la determinación de que es mejor que te tomen por maleducado que por tonto, le dice al niño eso sí con una sonrisa y entonación inocente: -Lo has hecho muy bien, no se ha notado que os habéis colado.
En ese momento la mujer se pone muy, muy roja, y su marido va a sacar el macho que lleva dentro, cuando ella le espeta a que lo deje estar.
El problema que crean los listos es que irremediablemente tiene que haber un tonto, y al menos a mí no me gusta que me tomen por tal cuando no me lo merezco.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 24 de marzo de 2014

EL QUE TENGA TIENDA QUE LA ATIENDA (CÓDIGOS MATRIMONIALES 3/3)


Como decíamos en el primer post de esta serie, el matrimonio, desligado de todo sentimiento, es un contrato puro y duro, e incluso se puede relacionar con un negocio, aunque te puedas llevar más disgustos que dinero, por eso habría que decir aquí también, eso de que “el que tenga tienda que la atienda”.
Y es que hay gente que sigue relacionando la casa directamente con el sexo femenino. Y el colmo de los colmos muchas veces suele ocurrir como consecuencia de una fiesta en la que se hacen regalos.Tú, como hombre de la casa, como marido, como padre, como lo que sea, esperas algo, y ni se te pasa por la cabeza que te puedan regalar algo para el hogar. Sin embargo, más de uno de los que me estará leyendo, seguro que ha aprovechado una fiesta señalada para regalarle a su mujer, por ejemplo, una lavadora. Si este vecino le hace eso a La Nuri, su sufrida, puede que los dos, la lavadora y el vecino, acaben junto al contenedor de la basura. Aunque lo más normal es que se quede junto a la basura solo el vecino, porque seguro que en voz de una Nuri cabreada, “un electrodoméstico siempre se puede aprovechar”.
Y es que nunca debes hacer lo que no quieres que te hagan a ti, y menos en el matrimonio, porque aunque creas que muchas mujeres están siempre en su mundo, ten cuidado porque se acuerdan de todo.
Llevan en el cerebro una parte equipada con un archivo especial para todo lo que les hace, o lo que no les hace, su pareja.  Y lo van archivando, aunque no den muestras de ello, hasta que un día, como si fuera Hacienda, te llaman, y te dicen esa frase, que todo hombre, aunque nunca la haya oído dirigida a él, está incrustada en su ADN, y si se la mencionas, se queda paralizado, mientras sus pulsaciones aumentan un cien por cien: Tenemos que hablar.
Esta frase es muy curiosa, porque en realidad solo va a hablar ella, y te va a sacar de su famoso archivo todas las facturas que tienes pendientes, y se las va a cobrar sí o sí.
Por cierto, y antes de terminar, entre los regalos que no debes hacer, también se incluyen esos que en realidad son para ti, como esas entradas para ir al fútbol, cuando sabes, desde que os conocisteis, que ella odia el fútbol, pero sin embargo ama la ópera y ese mismo día también había entradas disponibles, y lo sabías. 

*FOTO: DE LA RED