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miércoles, 23 de marzo de 2016

SILENCIOS QUE GRITAN




Hoy, y ayer, es uno de esos días en que te avergüenzas de pertenecer a la raza humana. El hombre mata al hombre, el lobo por el lobo, y mientras intentas defender la esperanza de la vida por la vida, el hombre mismo se ataca y condena.


Este vecino del mundo, tras el amanecer de terror en Bruselas, ha estado más de veinticuatro horas callado. Irónicamente, más de uno, y una, no hubieran creído nunca este silencio por parte del vecino debido a su facilidad de palabra, y que  él mismo, algunas veces, la suele definir irónicamente como “felicidad de palabra”. Y ayer, queda más que claro, que no fue un día feliz, sino una pesadilla  en el que todas las palabras sobraban.


Quizás, como en el cine, cuando quieres realzar un momento, una clave de cierta escena, en lugar de acentuarlo con una música excesiva, es mejor dejarlo en silencio, y que los hechos hablen por sí mismos. Eso mismo pensó ayer este vecino del mundo, y se alejó por un día del teclado de su atalaya por la que observa.


Porque, en momentos como los de ayer, hay silencios que gritan.


Un grito es el comprobar, una y otra vez, que el hombre depende del hombre. Que si seguimos vivos, es porque el de al lado lo permite. Y que si tenemos que tener fe para seguir viviendo, la misma fe en exceso puede llevar a situaciones límite en las que alguien esgrime la bandera de su religión, teñida de intolerancia y odio para con los demás, disfrazado de misticismo con una gran recompensa al cruzar el umbral de esta vida con la eternidad.


Hay una imagen, la he visto hoy, y es de esos momentos que sabes que no los vas a olvidar nunca. Debían de pertenecer a los primeros momentos de confusión en el aeropuerto, y estaban captadas obviamente por un teléfono móvil de cualquier pasajero. Hacía un barrido de imagen en el que se mostraban unos diez o veinte metros que tenía de su izquierda a derecha, y junto a varios carros para llevar el equipaje, con maletas abandonadas en el descontrol, en el suelo yacía una pareja boca abajo, ambos agarrándose del talle. En un primer momento, he creído/querido que seguían así para fingir su muerte  y poder salvarse tras los momentos de confusión, pero mucho me temo, que fue su último viaje.


Me he criado en la creencia de a donde fueres haz lo que vieres, por eso cuando alguien te exige cómo te tienes que comportar  primero en su terreno, y luego en el tuyo, para que ellos siempre se encuentren como en su casa, es que algo realmente anda mal. Especialmente cuando no hay lugar para el diálogo sino para los hechos violentos, porque como primera tarjeta de visita te van a llamar "racista".



Ayer vimos una vez más el sinsentido de la violencia y el odio, pero no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Y lo peor es, cuando sabes que no hay solución, porque se pone por delante un estandarte, y no el corazón.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 14 de mayo de 2015

LA SOMBRA DE LA LOCURA



Este vecino del mundo lleva años teniendo problemas para dormir. Se pasa todo el día cansado porque por la noche duerme muy mal. Y algunas veces, le da la sensación de que la realidad puede incluso llegar a ser un sueño, cuando no una pesadilla.

Por eso ayer al enterarse de que Kim Jong-un, cabeza suprema de Corea del Norte había acabado con el Ministro de Defensa , Hyon Yong-chol, "por desobedecerle algunas órdenes, y por la gravísima ofensa de dormirse durante un desfile militar", pensó que era uno de esos momentos que no sabe si es realidad o un mal sueño. Porque puestos a matar, Kim Jong-un ha preferido, como si de producir una película se tratara, “echar la casa por la ventana” rodando una superproducción, elevando el paroxismo al cubo,  y le fusiló poniéndole delante de un cañón antiaéreo, con lo que es probable que acabara hasta con las huellas del crimen realizado.

Para este vecino del mundo, lo sucedido ya es rizar el rizo de la violencia llevada a la locura extrema, vía batir un record a lo Guinness de cómo matar más muerto. Es como si ayer al trio lalalá formado por Rajoy, Aguirre y Cifuentes, en lugar de dar un paseo en bici para promocionar su candidatura a Madrid, les excitara darse un paseo en sendos cazas del ejército español a lo Top Gun, terminando la exhibición con un salto de doble tirabuzón al salir despedidos de las cabinas de los pilotos mientras los tres aviones se estrellan fuera de la Comunidad Madrileña, y ellos llegan sanos y salvos a la Rivera del Manzanares. ¿Una locura? Para algunos, para otros seguro que un toque de genialidad, sin coste alguno,  o lo que viene siendo, pagado por todos.

Hace apenas unos minutos, este vecino le ha oído por la radio, al Señor Fabra, en la Cadena Ser, unas declaraciones en las que decía que si algo han hecho mal en la Comunidad Valenciana, que lo reconoce, ya han pagado por ello. Este vecino cree entender que se refiere a un cierto escarnio, porque que sepamos no se ha devuelto ningún dinero de lo mucho que presuntamente se ha dilapidado en esa comunidad, ni está a la sombra de una cárcel por un porroncito de años ningún político de pedigrí.

Es como si ahora nos enteráramos que Kim Jong-un, factótum de Corea del Norte a lo Gangnam Style, hubiera declarado: Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir.

¿Nos suena a algo? Naturalmente. Todo ahora ya tiene un toque déjà vu. Lo mismo que, desgraciadamente, fusilar a alguien, aunque se intente innovar, matándole más muerto.


Espero poder despertarme pronto porque el mundo es una pesadilla a la que desgraciadamente nos estamos acostumbrando todos.

*FOTO: DE LA RED

martes, 9 de septiembre de 2014

¿QUIÉN PUEDE PEGAR A UN CORDERITO?

Sé  de antemano que el tema que voy a tocar hoy es más que problemático ante una sociedad, como la española, que está muy sensibilizada ante la denominada “violencia de género", y nos sobran motivos.
Hoy la prensa local, se hace eco de uno caso que se dio en San Sebastián ayer mismo. “Una mujer de 38 años fue imputada este pasado lunes por la Ertzaintza por un delito de violencia doméstica tras, presuntamente, acuchillar a su marido, que precisó asistencia hospitalaria, según ha informado el Departamento vasco de Seguridad.”
Conviene añadir al caso dos apuntes más, que ella se encuentra embarazada, más que nada para ampliar la información,  y que “los ertzainas realizaron los trámites necesarios para la celebración de un juicio rápido”.
Este vecino no sabe nada de leyes, pero sí sabe emplear la lógica, y está le dice que éste tipo de violencia es igualito al que desgraciadamente salta a las páginas de la actualidad, casi cada día. Y si uno es considerado como “violencia de género”, el otro, el que ahora compete, no debería ser considerado como “violencia doméstica”, porque esta expresión a lo que más se parece es a “accidente doméstico”, y si algo no ha sido es “accidente”. Es una manera de crear "violencia de primera" y "de segunda". 
Y si me van a decir que “doméstico” es porque se ha desarrollado dentro del hogar, lo mismo ocurre con el 99 por ciento de los casos declarados como “violencia de género”.
Lo malo de todo esto, y seamos sinceros, es que como antaño cuando volvíamos del colegio diciendo que el maestro nos había pegado, muchos de nosotros tenderemos a pensar “algo habrá hecho él cuando ella ha reaccionado de esa manera”. Y la violencia sea del “genero” que sea quien la practique no tiene defensa.
Este vecino del mundo está bastante sensibilizado con ésto porque en su vida se ha topado con dos casos. El primero de ellos saltó a las páginas en Donosti, calculo que hace más de veinte años.
Ella trabajaba, no voy a dar muchos datos, de “dependienta” de cara al público. La conocí personalmente, y por los datos que dio la prensa de la época, a posteriori, ella pegaba a su pareja, quien se presentaba a sus amigos con marcas en la cara, de las que decía se debían a accidentes “domésticos” (por eso no me gusta la denominación “violencia doméstica”).
Los hechos ocurrieron durante una semana grande donostiarra. Aparecieron en su casa, ella muerta y él con un hilo de vida, y que la asistencia sanitaria de urgencia, y los médicos , consiguieron que con el tiempo se restableciera. La justicia dictaminó que fue en defensa propia. Pero la prensa cesó de dar noticias, y digamos que para el público en general se cerró en falso.
Como decía, conocía a ella, solo de ser atendido en el negocio en el que trabajaba. Pequeña, muy alegre y dicharachera. Nada hubiera dado a entender el drama que se mascaba.
Y el otro caso lo he conocido muy bien. Un amigo mío al que su mujer le pegaba, y él paraba los golpes como podía. Solo nos lo comentaba a los allegados, y de muchos solo recibía incomprensión. Había quien le respondía que "parecía un corderito". ¿Esa expresión no tiene una tremenda carga machista en sí misma? Se separó, eso sí, no quiso decir las causas, y como ocurre normalmente en estos casos, la ley fue beneficiosa para ella, al tener ambos una hija en común. 
Este hecho ocurrió a finales de los setenta, tuvo que pagar, y lo ha ido pagando hasta hace muy poco, actualizándolo cada año, como la ley manda, setenta y cinco mil pesetas al mes, de las de entonces, no solo por su hija, sino porque ella no tenía ningún estudio, como lo dictaminó la jueza de entonces. No, no era una estrella de cine, sino un simple “auxiliar administrativo”.
Porque si a una mujer le resulta difícil confesar que su marido, el de toda la vida, le está pegando, en este mundo, que lo queramos o no es machista, a un hombre le resulta aún tan difícil o más, confesar que su esposa, la de toda la vida, le está pegando. Porque algunas veces se puede confundir “el ser un corderito” con tener la cordura suficiente para justamente defenderse parando los golpes, sin responder. Porque en el fondo ¿quién puede pegar a un corderito?...
Por eso, esta noticia, que la sociedad va a olvidar en un minuto, a este vecino le ha removido, y mucho, interiormente.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 8 de junio de 2013

AMOR PARA TODA LA MUERTE

Este vecino del mundo está contemplando seriamente la posibilidad de volverse trashumante en busca del buen tiempo.
Tengo la sensación de ser el protagonista de aquella película en la que un día se repetía incesantemente, y que sus distribuidores se empeñaron en llamar “Atrapado en el tiempo”, mientras los espectadores, con un sentido más práctico, siempre se han referido a ella “Como el día de la marmota”.
En nuestro caso en general, en marmotas nos vamos a convertir porque este tiempo invita a dormir para olvidar el panorama.
Y hablando de panoramas, en lo que intentamos sea un segundo plano, pero que en realidad tenemos resoplándonos en el cogote, una crisis a la que los políticos a cargo del todavía gobierno, como si fueran médicos de la salud de nuestros bolsillos, quieren cambiar su dictamen, de mortal a simplemente crónico.  Y en el plano local, teniendo en cuenta que este vecino se encuentra en tierras vizcaínas, seguimos conmocionados con el caso del ya denominado shaolin asesino.
El agravante de todo ésto es que el susodicho era muy conocido en la zona, incluso a nivel nacional, con algún reportaje en programas televisivos importantes.
Esas imágenes, que siempre se repiten en este tipo de casos, de vecinos sorprendidos por un comportamiento insospechado en el que siempre se dice que parecía una buena persona porque te saludaba al cruzarse contigo en el rellano de la escalera, amplía ahora su foco a que ningún vecino de este país había sospechado siquiera de que el título de “shaolín” era falso.
Desgraciadamente, ahora en nuestro panorama terrorífico, y junto con el antiguo “sacamantecas” de nuestros abuelos, para los niños un inquietante “hombre del saco”, mezclaremos todos nuestros nulos conocimientos del lejano oriente, y los teñiremos de desasosiego cada vez que veamos un rasgo oriental, o simplemente a alguien vestido de yudoca, olvidando rápidamente el pequeño detalle de que el encausado ni tiene rasgos orientales, ni se llama Huangh, sino Juan, Juan Carlos Aguilar.
Mucha gente ya ha puesto en entredicho todas esas artes milenarias como motivo o escusa de la violencia generada, cuando todo el mundo sabe, o debiera saber, que desde las primeras lecciones, a cualquier neófito se le enseña a defenderse y no a atacar, y que incluso un pincel de un artista puede servir como arma, cuando alguien lleva la maldad en su interior.
Conviene no olvidar, aunque a muchos ésto les de miedo, que la violencia no avisa, y como un camaleón se puede disfrazar de una rosa, con muchos pinchos naturalmente, o de amor para toda la muerte.

*FOTO: DE LA RED



miércoles, 29 de mayo de 2013

LLUVIA EN BLANCO Y NEGRO

Siempre se ha dicho que la naturaleza es sabia, y viendo la cantidad de lluvia que estamos teniendo todo el tiempo, da la impresión de que es algo así como para limpiar todo lo malo que estamos haciendo.
Todos esos episodios de violencia de género, no se corresponden con esa amplitud de miras que se supone esta sociedad debe de tener, en una sociedad en la que hace muchos años desaparecieron aquellos periódicos de crónica negra. Más agua y cordura para que desaparezcan actitudes machistas que no solo son achacables al varón, sino a una manera de pensar que nos costará muchos años deshacernos de ella, y más agua que tiene que caer sobre nuestras vidas para borrar actitudes de posesión.
Turistas europeos que vienen a España para dar origen a una nueva vida, mediante inseminación in vitro, desaparecen para perder la suya mediante un horrible crimen. “Horrible” para recalcar lo terrible de un acto que es abominable en sí mismo. Agua para borrar todo vestigio de intento de coacción animal de la misma especie.
Lluvia de pobres que no están acostumbrados a serlo, y que no saben cómo comportarse de acuerdo con su nueva posición social, o por no tener ya posición social. Con Cáritas como empresa, por denominarla de alguna manera, boyante entre los restos de naufragios sociales, pidiendo más candidatos a ayudantes donde no se pide experiencia sino un corazón presto a romperse sintiendo corazones rotos.
Ancianos lanzando lluvia de improperios preferentes en un congreso sordo de derechas y paralítico de izquierdas que se pasa todo el día haciendo lo que a nadie en España importa, y el resto de Europa ignora.
Lluvia de puestos de trabajo en ayuntamientos que previamente han despedido a sus trabajadores, para que ahora laboren a cambio de algún incentivo y el dinero del paro.
Lluvia de ironía y crueldad en un mundo en blanco y negro, donde negras son las gotas y las lágrimas, y el blanco puede ser todo aquel que se mueve para reivindicar pensamientos que durante años no ha hecho falta reivindicarlos porque se suponía que era lo que tenía que ser.
Siempre se ha dicho que la naturaleza es sabía y a lo mejor hace falta un tsunami de buen juicio para acabar con pensamientos totalitarios en un mundo de francotiradores de sentimientos que nunca han pensado en asociarse para poder ser libres y morirse de soledad. 
Terriblemente triste pensar en un mundo de lluvia en blanco y negro, donde nunca podrá existir un sol amarillo, ni el verde esperanza.

*FOTO: DE LA RED