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martes, 16 de septiembre de 2014

LAS NUEVAS GALERAS Y SUS ESCLAVOS

A medida que uno va cumpliendo años la consecuencia más evidente es que cada vez entiende mejor a sus padres. Personalmente a este vecino le ocurre mucho con el comportamiento materno. Durante muchos años he pensado que mi madre tenía mucha cara, o que yo era muy tímido y callado, pero ahora, y de ahí lo del paso de los años, cada vez me parezco más a ella en el carácter. Y es que lo malo de callarse es que no te van a tomar por educado sino por tonto. Por eso ahora procuro decir con educación, pero sin callarme, todo aquello que me parece mal. No lo dejo en meras miradas o gestos, sino que tiene traducción simultanea en mi boca, y más que claro, queda nítido para mi interlocutor.
Acabo de venir de las oficinas de LABORAL KUTXA en Avenida de Madrid, en Donosti, y como ya en la mayoría de oficinas del gremio, solo hay una persona atendiendo de cara al público, tienes tiempo de sobra para practicar el digno arte de la lectura con todo tipo de carteles y avisos que están alrededor tuyo. Y  he visto dos carteles que en apariencia se podían contradecír. En uno ponía horario de CARA AL PÚBLICO, no recuerdo muy bien, pero era solo por la mañana. Y en cambio había otro cartel que decía que LAS OFICINAS estaban abiertas por la tarde también.
Al llegar mi turno, y mientras me atendía la joven del mostrador, he aprovechado para preguntarle sobre los carteles, y me ha explicado que por las tardes está “todo abierto menos ventanilla”. Y al remarcarle por dos veces de modo interrogativo “¿Todo abierto? ¿Todo abierto?” y apreciar signos de hartazgo e incomprensión en ella, he optado por no seguir con el tema. Con lo cual para mis adentros he entendido que “estaba todo cerrado menos los despachos para los más pudientes”, aquellos que pueden y se atreven a pedir un crédito, o quieren invertir dinero. ¡Vamos que para un currito de a pie las oficinas no tienen uso por la tarde!
Desde hace dos años que fui a pedir un calendario al comienzo de las Navidades, en esta misma oficina, y al menos a mí me dijeron, que con eso de la “que está cayendo” no habían impreso calendarios de los de bolsillo, ya he visto posteriormente cantidad de signos de ahorro en la mayoría de los bancos.
Trabajar ahora de cara al público en un banco es de valientes o de necesitados, porque en la mayoría de sucursales de cualquier banco, solo hay una persona atendiendo al público, que normalmente suele ser joven, se supone que por aquello del “rango”.
Este agosto he tenido que ir a una sucursal de La Caixa en Torrevieja y eran las doce del mediodía. Había solo una persona atendiendo y estaban, las conté, doce clientes, o futuros clientes, esperando. Lo dejé para el día siguiente, y fui a las nueve en punto de la mañana. Ya era el tercero. La joven, otra vez otra joven, empleada, cuando me estaba atendiendo me dijo que así estaban todo el año. Que en toda la oficina estaban dos personas, que no les daba tiempo ni a saludarse, y que ella no tenía ni fotocopiadora. 
No me estoy inventando nada. Es una sucursal que se encuentra en Avenida Habaneras, en pleno centro de Torrevieja.
Al verla tan agobiada y sola, lo cual es mala publicidad para su empresa, me la imaginé, en mis sueños cinéfilos, al lado de Ben-Hur (Charlton Heston), ambos atados con grilletes a la galera, él remando, y la joven sudorosa a su lado, escribiendo (al ritmo de los timbales del guardia de turno) todo tipo de números en un ordenador también grasiento y encadenado.
Luego dirán, el gobierno de turno incluido,  que se están creando empleos, cuando los mismos bancos que son los “amos” del dinero, lo único que te dan ahora, y sin querer, es “caspa” del empleado de su galera.

*FOTO: DE LA RED


jueves, 11 de septiembre de 2014

"POLIVALENTE" ES LA PALABRA Y EL ESPÍRITU

Se acaba de hacer público que en el próximo Festival de Cine de San Sebastián, en su 62 ediciónFernando Bovaira, productor cinematográfico español, presidirá el jurado oficial. Lo singular de las designaciones es que el cineasta ucraniano Oleg Sentsov, que se encuentra en la cárcel en Moscú, ha sido nombrado jurado honorífico. No, él no aparecerá en ningún momento en el citado festival, obviamente no puede, pero así se consigue hacer una llamada de atención a la situación del cineasta y a los denominados presos políticos. Como vulgarmente se suele decir aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, o en nuestro caso el Urumea por la Bella Easo,  se utiliza el festival para algo más.
Bien pensado, en realidad, ese es el espíritu que suele impregnar casi todas las  decisiones en Donosti. Que la naturaleza nos dota de una isla, Santa Clara, pues no va a estar solo por estar y para las fotos, que ya no se necesita ni comprar rollos para luego revelarlos, pues se pone un faro.
Que a su lado tenemos un monte, Igueldo, se le van colocando unas cuantas villas, y no unas villas cualquiera, muy caras por cierto, porque eso da un cierto estatus, o el dinero da el estatus…¡Vaya usted a saber! Pero no acaba con eso, pues como mínimo se inaugura, bueno hace más de un siglo que se hizo, un parque de atracciones, y una maravilla más: el funicular.
Y desde entonces no hemos parado. El campo de futbol costó, muchas discusiones y mucho dinero, pero todo se arregló haciendo un campo polivalente, que valiera para todo tipo de deporte, y alguno diría que para ninguno. Y además, locales para reuniones de la federación deportiva correspondiente, oficinas, tienda, y casa de cultura. ¿Alguien da más?
Y puestos a espíritu polivalente, no podemos olvidar la Plaza de toros de Illumbe, que se usa también como pista de baloncesto y lugar de ubicación de espectáculos temporales.
Lo más importante, de todas maneras, es que con tanta polivalencia no se debe de olvidar el espíritu primigenio que llevó a forjar cada uno de los proyectos, y que con el Festival de Cine no ocurra como con la Plaza de toros, que se hace de todo menos para lo que fue proyectada.
¡Ah!, Claro, es verdad, lo de la plaza de toros donostiarra no es un olvido. Es verdad. Es una prohibición; del  verbo “prohibir”, que según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (que limpia, brilla y da esplendor) significa: Vedar o impedir el uso o ejecución de algo. Y para este vecino, “vedar” e “impedir” cuando menos le sugiere que hay alguien que piensa y decide por él. Y en el más leve de los casos huele a otra época, en el que otros pensaban por él, y aquellos lodos…


*FOTO: DE LA RED




miércoles, 10 de septiembre de 2014

DETRÁS DE LA MAREA

Para este vecino que lleva varias semanas alejado de su querido Donosti, esas imágenes, de hoy mismo, de una bajamar extrema, o viva, que muestran una bahía “diferente”, con menos agua y más “on the rocks”, le dan unas ganas tremendas de pasear por esos terrenos que normalmente están vedados, para aquel que no tiene muy a mano montarse en una barca, o unos amigos con “posibles” en forma de barco. Es una óptica casi vedada para el común de los mortales, un edén convertido en espejismo.
Sin embargo, como todo depende del punto de vista de cada uno, lo triste es que más de una mente brillante al ver un espacio libre, prácticamente toda la bahía,  muy apetitoso, habrá pensado que es un buen sitio para montar otro, y si fuera posible, grande y definitivo "centro comercial". Unos grandes almacenes abiertos al mundo en el marco más incomparable de todos los marcos posibles, y siempre, siempre, a tu servicio.
Este vecino siempre ha creído en el libre albedrío, pero es triste el pensar que donde uno ve belleza azul y libre, otros solos conciben el negocio por el negocio. Eso sí, para calentar el ambiente se oirían cantos de sirena como que “es bueno para la ciudad”, una manera de promocionar “lo local mediante lo universal”.
Más de uno me tachará hoy de pesimista empedernido, y solo me considero terriblemente real, porque lo de realista, y txuri urdin hasta la médula, se da por supuesto, a pesar de la fantasía de mis pensamientos. Casi tan triste y fantástico como esa escena en que unos  niños pequeños, muy pequeños, intentan coger unos molinetes que giran al viento, jugando en unas instalaciones montadas para ellos, mientras sus padres trabajan en esa fábrica, y su única aspiración es que sus hijos tuvieran la misma suerte, que tuvieron ellos, de trabajar allí.
Y es que, si ves una zanahoria delante tuyo, o incluso un inocente molinete, puede ser una casualidad, pero también puede ser que alguien te considere un burro, o un niño, y te ponga delante el cebo para que camines, o incluso que opines, estando totalmente convencido de que lo que dices es totalmente original. Pero…¿realmente es así, o simplemente eres el eco transmisor de otras ideas?
Las mareas vivas van y vienen, dejando ver los restos originales que normalmente no están a la vista, pero que existen, y las vidas, como las opiniones van y vienen, dirigidas por fuerzas que normalmente están ocultas pero que nos manejan, sin que la mayoría de las veces seamos conscientes de aquello  que se esconde detrás de la marea.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 9 de agosto de 2014

NOCHES DE MAGIA Y MAR

En estos días torrevejenses este vecino del mundo intenta evadirse de la actualidad diaria, lo mínimo para no alejarse de la realidad y sin excederse para que no aumente su ritmo cardiaco.
Ayer por la noche paseando en soledad, o más concretamente, hablando consigo mismo, este vecino, mientras se dirigía al faro del puerto, por una construcción de madera y hierro, iba pensando en la cantidad de amigos y familiares que tiene,  nacidos en Agosto, muchos de ellos Leo practicantes, y muy practicantes.
Mirando las estrellas y la casi perfecta luna llena, a este vecino seguro que se le insinuaba una sonrisa en la cara, mientras pensaba que el invierno siempre es muy duro y conviene estrechar lazos, por aquello del calor humano.
Los destellos de la luz, jugando con un mar en calma tan solo roto por algún atisbo de contados barcos pesqueros, le llevó al vecino a esos inviernos donostiarras de grises azulados costeros, enmarcados por un frío de abrigo con cuello alzado y narices rojas.
Quizás un paisaje marino te lleve inevitablemente a otro, libre de acentos y costumbres. La pregunta quizás puede ser ¿lo que nos gusta, en realidad, es el paisaje, o precisamente esa mezcla de paisaje y paisanaje?
Y es que “la banda sonora” siempre es muy importante. Los azules y los grises siempre son más entrañables con una leve insinuación a lo lejos de cualquier canción, en el caso del vecino, de Benito Lertxundi. Este vecino no habla euskera, pero para ciertas cosas, no hace falta entender, sino solo sentir, y el candor de la voz del Señor Lertxundi puede servir de faro, teniendo en cuenta que el vecino se dirigía a uno, en cualquier momento desalentado de motivación, y frío de sentimientos, en un invierno crudo de soledades.
El vecino se acordaba ahora del misterio que siguió a la primera vez que llegó junto al faro de Torrevieja, a uno de ellos, al más asequible llegando desde donde se encuentra un remolino de gente y aparatos feriales con olor a churros y gofre.
Aquella noche de agosto, de otro verano de hace más de diez años, al llegar al faro, y mirar al frente, divisó unas luces, como pequeñas luciérnagas azuladas eléctricas que no paraban de vibrar. No se podía saber si estaban lejos o cerca, solo estaban.
Tras mil un teorías, incluidas algunas paranormales, y cuando ya el vecino se batía en retirada entre intrigado y temeroso, se dio cuenta de que debajo del faro, y del vecino naturalmente, y protegidos tras numerosas rocas, se encontraban una docena de pescadores con sus cañas en ristre, y eran éstas las que tenían unas pequeñas franjas de colores eléctricos, se supone que para detectar su posición nocturna, las que le habían estado intrigando al vecino. Y aquella noche aprendí, el vecino aprendió, ya que no lo había hecho antes, de que cuando se crea un poco de magia en nuestras vidas, es mejor dejarlo así, y disfrutar,  sin intentar buscar explicaciones, que a la postre seguro que no te van a hacer más feliz.

*FOTO: F.E.PEREZ RUIZ-POVEDA

lunes, 28 de abril de 2014

COGE TU SOMBRERO Y PÓNTELO...

No soy de esas personas que se hayan planteado alguna vez si hubieran querido vivir en alguna otra época, entre otras cosas porque hay lo que hay, y por mucho que se patalee no se van a modificar las hojas del calendario.
Sí hay, en cambio, algo que si echo de menos en la época en que vivimos: es el uso, o mejor dicho, la falta de uso de los sombreros.
Quizás por la cantidad de películas vividas en blanco y negro en la única cadena de televisión que entonces había, siempre me hubiera gustado vivir en un mundo donde el uso del “sombrero” fuera habitual. Lo que ocurre es que por falta de percha, o por exceso de ella, vaya usted a saber, nunca he creído que me iban bien los sombreros, y menos un “panamá”, uno de los reyes en el mundo del sombrero masculino, y “solo” he llegado al estatus de gorra.
Tengo un amigo que dice siempre que al que Dios no le da pelo, le da un bigote o una gorra, y quizás sea verdad.
De todas maneras, siempre me han gustado esas escenas del cine de los años cuarenta y cincuenta, en que al ir a cualquier acontecimiento, los periodistas llevaban su carnet de prensa enganchado en la cinta del sombrero.
Bond, James Bond, siempre ha sido más agente secreto cuando al entrar en el despacho de la Señorita Moneypenny lanzaba su sombrero a la percha. Siempre he estado convencido de que uno de los requisitos para ser agente con el cero cero por delante era el lanzamiento de sombrero, y que en cierta manera hacía sobrentender al espectador de que si con un sombrero se desenvolvía también, con una pistola tenía que hacer todo tipo de malabarismos.
¿Qué hubiera sido de la imagen de Juri Zhivago sin un sombrero de piel en su trasiego por las nevadas estepas rusas, o de la pintura de Eduardo Úrculo?
Aunque ya he reconocido anteriormente, que me he quedado en el estadio intermedio entre calva y sombrero, que es la gorra, el uso de ésta también tiene su  aquel, especialmente en un Donosti de viento y lluvia, cuya especialidad es la racha de vientos en horizontal, que no hay paraguas que lo soporte.
Además, y ya para terminar, lo bien que quedas cuando algún gracioso, que hay muchos, te dice eso de “menuda gorra llevas”, y le contestas con el desafiante y algo enigmático “mejor llevarla, que ir de gorra”. Con lo cual se demuestra que mientras te quitas el sombrero para expresar admiración, sin embargo, con la gorra puesta se puede joder, y mucho…

*CUADRO: “SKY LINE LA GRAN TENTACIÓN ", DE EDUARDO ÚRCULO


sábado, 1 de marzo de 2014

DISFRAZANDO EL LENGUAJE

Para todo aquel despistado, este vecino quiere recordar que hoy es Sábado de Carnaval, en el que el día, al menos en Donosti,  está prácticamente disfrazado de noche y agua, por lo que habrá que disfrazarse de tener muchas ganas de juerga, e intentar dar el pego como mejor disfraz del año.
De todas maneras, no solamente disfrazamos nuestra vestimenta,  sino que hay momentos en que también disfrazamos nuestro lenguaje, y no precisamente en Carnavales.
Buena muestra de ello es por ejemplo la inquietante frase: “Te lo digo desde el cariño”.
Si la palabra es la llave que abre el lenguaje a los sentimientos, esa frase es una especie de ganzúa que abre la famosa caja de Pandora y puede salir de todo, con la agravante de que como se dice desde el cariño, lo cual implica, se supone,  aprecio, el receptor lo tiene que hacer también con cariño y comprensión.
Si la persona que se va a mostrar impertinente no te conoce de nada, en ese momento puede disfrazar su lenguaje con otra variante a la frase anterior, que no implica cariño, pero sí una supuesta educación,  y es la frase: “Si me lo permite”, que en realidad no busca tu opinión, porque para cuando intentas expresarte, y decir, quizás, que te trae al pairo lo que te va a decir la otra persona, ya te lo ha dicho, y solo ves su nuca mientras se va. Es una frase que casa para lo que se espera, por ejemplo, de un político, que con educación te va a mandar quizás al infierno, y si no tan lejos, quizás al final te tendrás que conformar a que solamente te suba una vez más los impuestos.
Y si nos adentramos en el terreno amoroso, este vecino solo va a mencionar una frase, que quien más quien menos ha tenido que oír alguna vez, y que si se viera dibujado en ese momento en un comic, un centenar de interrogaciones anidarían  en su cabeza. Este vecino se refiere a la famosa frase “El problema no eres tú, cariño, el problema soy yo”. 
Si a modo de película hubiera que remarcar esta frase con una banda sonora, bien pudiera ser con la marcha fúnebre, porque en ese momento, y con lo que te van a decir a continuación, vas a tener que “enterrar” la ilusión que tenías puesta en esa relación.
Ante las frases expuestas, es mejor ponerse el traje de baño y salir a la calle para darse unos largos de realidad en la piscina de la vida, y volver a casa como nuevo, o al menos algo más relajado.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 3 de febrero de 2014

RESTOS DEL NAUFRAGIO

Ayer, domingo, fue un día bajo el signo de la reflexión.
En Donosti, sus habitantes reflexionaban sobre la fuerza de la naturaleza, y que ni se le pueden poner puertas al campo, ni diques al mar, que como dijo uno de sus habitantes, Raúl Guerra Garrido, en una de sus novelas, “La mar es mala mujer”, y parece que estos días está queriendo demostrarlo.     

La playa de la Concha estaba llena, por la mañana, y coincidiendo con la marea baja, de familias que se dedicaban a pasear por los restos del naufragio, mientras este vecino tuvo la oportunidad de oír varios “¿aitá, y por qué ha pasado esto?”   Lo cual es una manera de complicarte la mañana, y recordarte que ser padre, o madre, es algo más que ser acompañante o vecino del niño.
Por la tarde, y ya otra vez con marea alta, queríamos ser  testigos de la lucha, desigual, por cierto, entre los diferentes puentes a lo largo del Urumea, y el agobio de agua salvaje, mientras éramos sorprendidos por la actuación de varios jóvenes que lejos de inquietarse por el hecho de que la mar, el mar, mostrara su otra cara, aprovechaban “el evento”, como ellos lo verían, para coger unas cuantas olas en su tabla de surf entre puente y puente.
Se tardará mucho tiempo, y costará mucho dinero, en que las heridas de lo sucedido puedan restañar.
Mientras, en Valladolid, el Partido Popular en pleno, reflexionaba sobre lo que deben ser y tienen que hacer. El problema que este vecino denota, ideologías aparte, es que el Señor Rajoy nunca sería un buen actor, entre otras cosas por el problema de dicción que tiene, y no se le puede tomar en serio en su papel de caballero del partido arengando a sus tropas, para librar su última batalla antes de las europeas. Nunca será un William Wallace, ni siquiera Mel Gibson haciendo de él, tan solo se queda en Chiquito del PP. 
En otro lugar, Madrid, a eso de los ocho de la noche, cinco mujeres, activistas de Femen, con el torso desnudo y al grito de "aborto es sagrado", se empeñaron también en que el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, reflexionara sobre ese tema, cuando se disponía a entrar en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, en la calle de la Palma. Es triste pero seguro que desde hace tiempo es la vez que Rouco Varela ha estado más cerca del pueblo y ha podido, aunque lejos de su deseo, palpar parte de la opinión del mismo. Y quizás se haya dado cuenta, también, de que no todo el “rebaño” es de derechas. Aunque seguro que él no entiende de derechas y de izquierdas, y solo lo ve como aquello que se salvarán, y los que no.
Y es que hay domingos que ante la pereza y tranquilidad que se les presupone, te sorprenden, y te hacen pensar. Y el de ayer fue uno de ellos.

*FOTOS: PATXIPE

lunes, 25 de noviembre de 2013

MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA

Parece que hoy el príncipe de todos los españoles  no debe de estar para muchos chistes. Tras siete horas de espera en el aeropuerto de Torrejón, se ha vuelto a su casa, por problemas en el avión que le iba a llevar, y con él, todo el séquito, empresarios incluidos, a un viaje que tenía como fin abrir mercados en Brasil. Lo más triste de todo esto es que se trataba de uno de los dos aviones oficiales que se supone tienen nuestros representantes políticos.
Esperemos que no fueran a vender aviones, porque el ejemplo entonces sería lamentable.
Al final la huelga más drástica ha sido de dentro del mismo sistema, es curioso.
España está cerrada por reformas desde hace tiempo. ¡Y nada de sonrisas irónicas! Que de la célebre frase atribuida al poeta cubano José Martín, “Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”, como símbolo de nuestra trascendencia más allá de nuestra vida,  parece que los españoles, al final, solo nos vamos a quedar con plantar marihuana, y no para asuntos placenteros, sino para hacer trapicheo.
Y es que quien más quien menos no es que tenga problemas a fin de mes, sino que se deberían de inventar meses de quince días, y parece que del poco dinero que queda, los españoles se están gastando algo en preservativos, porque ya han sonado todas las alarmas, y en las últimas proyecciones demográficas se ha llegado a la conclusión de que, de seguir todo igual, para el 2017 va a haber más defunciones que nacimientos en este país.
Quizás eso de que la naturaleza es sabia va a ser verdad, y vamos a desaparecer todos los españoles para que se acabe el problema que tenemos montado. Y una noticia para el todavía gobierno, eso significará que todos sus cambios, recortes y brotes verdes no han servido para nada.
Y antes de terminar por hoy… Para todos aquellos que piensan que la única solución para “molestar” a un gobierno, ayuntamiento, o sociedad en general, es montar una huelga, decirles que están muy equivocados.
Lo mejor es, como ayer en Donosti, organizas un evento deportivo, una maratón en este caso, y durante toda la mañana reina el caos por el centro de la ciudad, y te tienes que poner un chándal por narices, porque los autobuses se convirtieron en un bien en extinción.
Al final va a ser verdad eso de que más vale maña que fuerza.

*FOTO: DE LA RED

martes, 12 de noviembre de 2013

DÍA HISTÓRICO

Ha sido un día histórico. Hoy hemos celebrado la desanexión de nuestro portal en la Avenida Isabel II con el resto de Donosti.
Hace una semana que celebramos el plebiscito, de 96 vecinos, 83 conformes con la desanexión.
Además es fácil para cualquiera que se anime, porque como solo votan los que tuvieron la idea, nuestra comunidad de vecinos en este caso, fue “pan comido". Hubiera sido un poco más complicado si votara la ciudad al completo, pero, eso, parece que no se lleva.
El día de hoy ha estado repleto de emotivos actos. A las nueve de la mañana se ha celebrado, por las escaleras de nuestro edificio, una “kalegira” con txistularis y desfile de autoridades (los representantes de nuestra comunidad).
A las diez de la mañana, tras el citado desfile, hemos ido todos a la parroquia de San José para celebrar la misa mayor, y a continuación, la primera avanzadilla ha comenzado el poteo. Eso sí, en el único bar que pertenece a nuestra comunidad de vecinos, y que además, no hace falta mencionar, que su propietario ha sido el alma de la idea, que hoy ha comenzado a tomar cuerpo.
Este vecino se ha expresado bien, “ha comenzado a tomar cuerpo”, porque no nos conformamos con eso, y dentro de un tiempo aspiramos a que nuestra comunidad llegue a ser un país.
De hecho, tenemos una vecina que es costurera, y ya le hemos encargado que diseñe los trajes de nuestra policía. Y Juan, el del segundo, el arquitecto, ya tiene unas cuantas ideas para el aeropuerto, que se ubicará, claro está, en el ático del edificio.
Más de uno de mis lectores, llevado más por la envidia que por la lógica, se habrá llevado las manos a la cabeza, pero como el tiempo es el máximo juez, este vecino está convencido de que nuestro aeropuerto seguro que tiene más vuelos que el célebre aeropuerto de Castellón, aunque, claro está, el nuestro, al contrario del ya mencionado, no va a ser para las personas, sino para los aviones, aunque al principio quizás nos tengamos que conformar con algún club de ala delta, pero todo se andará. Y además a solo cinco minutos en autobús del “marco incomparable”, y consecuentemente, de todo.
Lo de la televisión, todavía está un poco en el aire, pero al principio prometemos, por aquello de ir poco a poco y sin prisas, solo un canal para nuestros habitantes, y otro por satélite para todos aquellos vecinos, cada vez más, que tuvieron que ir a buscarse el sustento a los más remotos lugares.


Para todo aquel que piense que nuestra hasta ahora comunidad de vecinos, y dentro de poco “país”, se ha pasado un poco en sus aspiraciones, debería de mirar alrededor y calibrar, si en realidad somos los primeros que nos hemos pasado, o desde hace muchos años, con todo tipo de brindis al sol y obras mastodónticas, que al final solo las van a visitar el que tuvo la idea y el que cobró por hacerla, ha habido mucha gente que se ha pasado, y no lo queremos ver, por aquello de que nosotros la tenemos más larga. Y lo peor de todo, es que esta fiebre, porque puede ser contagiosa,  no ha terminado.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 23 de septiembre de 2013

...Y PARIÓ EL SEÑOR MINISTRO

Durante algo más de una semana, lo que dura su festival de cine, Donosti se suele convertir en una especie de Meca del Cine, en el que se puede examinar, a modo de termómetro, lo que van a ser los estrenos de los próximos meses.
Sin embargo, a este vecino, no le salen las cuentas, porque con tanta gente en las salas, aunque en las sesiones de gala, la mitad de la gente sea invitada, el resto representa también un alto porcentaje, que en lo que queda del año debe de estar ahorrando en su casa sin salir, para la semana del festival, porque las sesiones en un día normal y corriente durante el año suelen estar bastante desangeladas.
Los que regentan las salas se han tenido que inventar el día del espectador, variando de cine en cine, para que los pocos que todavía ejercen el noble arte de espectador, puedan hacer doblete e incluso triplete durante la semana.
Este vecino cree que muchos de los que ven varias películas durante el festival, son los mismos que en las encuestas dicen que les apasionan los documentales de la 2, porque el resto del año no aparecen por ninguna parte.
En cierta manera, teniendo en cuenta el precio en que se ha puesto ver una película en una sala, se diría que el kilo de estrella de cine ha subido, y se ha puesto a la altura de las angulas, y, sin embargo, no es así, porque no hay que confundir lo que se paga en taquilla con lo que va a las arcas de los currelas del séptimo arte, y es la misma diferencia que existe entre el que tiene un campo y lo emplea para plantar tomates, cuidándolos día a día, con lo que nosotros pagamos por un kilo de tomates en general.
Y para colmo de males, o éramos pocos y parió la abuela, no se le ocurre otra cosa al ministro Wert que aparecer por el festival, con la excusa de entregar el premio de cinematografía al director de cine Señor J.A. Bayona, cuando se podría simbolizar en este ministro gran parte de los últimos males del cine español, especialmente con la subida del I.V.A., en que nos ha dejado a la mayoría de los españoles en la disyuntiva de, o dejar algo de herencia a nuestros hijos, o decidirse por ir al cine, con notario y fotógrafo, para que quede esa aventura registrada en los anales de nuestra historia familiar.
Que se haya acercado el Señor Wert por el festival de cine donostiarra es tan chocante, desafiante e irreverente, como la aparición de un cardenal en la inauguración de un sex-shop, aunque a la postre, y bien pensado, ambos pudieran ser consumidores finales de ambos negocios. 

*FOTO-MONTAJE: DE LA RED

viernes, 13 de septiembre de 2013

LIVING BY THE FACE

He estado fuera de Donosti algo más de una semana, y al volver, el buzón estaba aparentemente de buen ver: tres folletos ofreciéndome el oro y el moro, y cuatro cartas, dos para mí y otros dos para dos vecinas, que en el argot de la lotería nacional no me hubiera tocado ni la pedrea (ninguno de los dos apellidos de las susodichas eran ni remotamente parecidos a los míos), vamos que el cartero, o la cartera, debió de decir eso de “te ha tocado”, y este vecino del mundo, al que tampoco le gustaría que se perdieran cartas dirigidas a él, las ha colocado en sus respectivos lugares.
No, si eso no importa, el problema es que si de trescientos sesenta y cinco días que tiene un año, te ocurre eso unos dos cientos, que puede ser, al final ocurre que estás trabajando para Correos, como diría un inglés, by the face, y eso es tener mucha “face” por parte del operario de turno. Es una especie de trabajo “franquiciado”, y las franquicias somos los que al final deshacemos el entuerto creado por el currito de turno, que si le preguntas dirá que su nomina no llega ni a los novecientos euros, y que está más quemado que “la pipa de un indio”. Y es que razones hay para todos los gustos.
Como las dadas ayer por el primer edil de la villa y corte, Señora Botella, que no sé si le da mucho a su apellido, pero de vez en cuando suele decir cosas muy graciosas, aunque lo triste es que lo dice sin querer. Ayer habló por primera vez con la prensa desde las calabazas recibidas por el Comité Olímpico, y ha confirmado que para el 2024 Madrid no se presentará candidata, "Creo que en este momento la carrera olímpica ya nos ha proporcionado todos los beneficios que podemos esperar de ella en los próximos años. Creo, por tanto, que Madrid no debe buscar la celebración de los Juegos del año 2024", ha dicho la regidora madrileña.
Este vecino se ha debido de perder algo, porque todavía, después de bastantes horas de haber oído la citada frasecita, se está preguntando cuáles y dónde están los beneficios de la carrera olímpica. Me imagino que será el haber alegrado un poco el patio europeo con el cachondeo que todavía se estarán pegando a cuenta de las arcas madrileñas, y por ende de las nacionales. Eso sí, ahora toda Europa, e incluso diría yo que todo el mundo, ya sabe decir “café con leche” en perfecto castellano.
Y es que tanto el funcionario de correos anteriormente mencionado, como la Señora Botella, tienen algo en común, y que en el idioma Shakespeare-cheli sería algo así como living by the face (viviendo por la cara), que enfada menos a este vecino, ya que ellos reparten el juego y nosotros tenemos que sacar las castañas del fuego.

*FOTO: DE LA RED

martes, 20 de agosto de 2013

UN AMERICANO EN DONOSTI

Siempre se ha dicho que la cara es el espejo del alma, lo que ocurre es que muchos intentan trucar ese espejo, más que nada para crear confusión sobre cuándo fue realizado, es decir, para aparentar ser bastante más joven de lo que se es.
Cada uno puede hacer con su cuerpo, o con su vida, lo que quiera, o más bien lo que pueda, eso está más claro que la cuenta bancaria de un parado de larga duración, sin embargo, la persona que le observa también podrá sacar sus propias conclusiones.
Nunca he hablado en estas líneas de mi vecino donostiarra José Martinez, más conocido entre nosotros por “El americano”, y consecuentemente habiendo americanizado su nombre a un más que distinguido Josh Mc Tinez.
Su nueva identidad, no se la otorgamos en su día, ni por su cuenta corriente, ni por sus frecuentes viajes, sino por su manera, muy personal, de entender la moda, y como ésta va reñida sin ningún tipo de excepción, con la del resto del vecindario, y este vecino del mundo añadiría aún más radicalmente, con todo aquel que tenga un poco de criterio sobre el vestir o la manera de prepararse, se le bautizo como “El americano” por suponerse a aquellas tierras como el lugar donde todo puede ocurrir, e incluso vestirse, y que más de una vez se han visto imágenes, especialmente en las películas, de presentadores de informativos con chaqueta verde, camisa roja, y una impagable corbata rosa.
Como se diría antiguamente, el guardarropa de Mr. Mc Tinez, siendo benevolentes, es de una amplísima paleta de colores, donde se combinan colores fríos y calientes, sin ningún tipo de norma, solo la apetencia del momento.
Más de una de mis lectoras, especialmente ellas, se preguntarán lo que opina su mujer del tema. Ella no opina, al menos en público, ni tampoco es “sospechosa” de ser la inspiradora de sus elecciones, ya que su manera de vestir es la antítesis de la de su marido, siempre tan “correcta” y clásica, y sin intentar sacar partido a su percha que la tiene, pese a que los dos ya están entraditos en los cincuenta.
Las malas lenguas murmuran que la americana, no la prenda, sino la mujer del americano, está loquita por sus huesos, y en realidad le induce a vestir así, para evitar malas tentaciones de las demás mujeres, “pécoras” les llamaría ella. Personalmente este vecino nunca ha pensado que esta teoría tenga ningún viso de ser cierta.
De todas maneras, lo que más chirría del “look” del, sin embargo, querido Josh, es su pelo negro como el carbón, a todas luces fruto del tinte. Este vecino siempre ha pensado que la naturaleza es sabia, y que hay que dejarle a ella, en múltiples ocasiones, manejar nuestros destinos, y que no hay nada más elegante que unas buenas canas en las sienes.
Nunca ha podido estar este vecino más de acuerdo con un eslogan publicitario, que “el de la arruga es bella” de la compañía de Adolfo Dominguez. Además, alguien dijo alguna vez, que las arrugas son medallas que nos pone el tiempo, y sin embargo Josh pasa su tiempo en intentar quitarselas, sus medallas y sus arrugas.
Cada vez que en un día de fuerte sol, le veo ese pelo, que más de un aficionado taurino, denominaría como “negro zaino”, me acuerdo de la película, estéticamente perfecta, “Muerte en Venecia”, de Visconti, cuando al protagonista, gran sufridor por otra parte, del paso de los años, se le empieza a correr el tinte del pelo por la cara, y lo desgarrador del momento.
Afortunadamente, ni Donosti es Venecia, ni Josh sufre por el amor de ningún jovencito, como en la citada película. Además, qué será de nuestras vidas, cuando no deseemos que llegue el nuevo día para ser, como siempre, sorprendidos por nuestro marcador de tendencias particular.

*FOTO: FOTOGRAMA DE "MUERTE EN VENECIA"