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miércoles, 18 de marzo de 2020

¿PUEDEN LOS ANDROIDES REALES SOÑAR...?



Ya se están haciendo chistes. Es que nos lo han puesto a huevo. Eso de que no es lo mismo el coronavirus que el virus de la corona.

Ya sabéis que este vecino del mundo es de por sí muy mal “pensao”. Y eso de que el rey supiera hace un año las andanzas del emerito que le parió, y nosotros nos hayamos enterado ahora, cuando estamos encerraditos en nuestra hipoteca o en la de otros, canta más que un fiambre en pleno mes de agosto.

Pareciera que una catástrofe, o cada uno la catalogue como quiera, se tapa con otra. La verdad es que, al final de todo, la vida de nuestro rey, y depende cómo se cuente, puede ser más triste que una novela de Charles Dickens, o incluso en forma de un vodevil barato. En la aparente calma chicha de la nobleza en sus más altas instancias, nadie se estaba quieto : La casa de los líos..  

Junto con sus parientes británicos, ambas casas presuntamente se han movido con ganas. Y si no que se lo pregunten al Príncipe Charles durante los días de su boda  con su primera esposa, que no primera mujer…

El amor, entre personas, o al dinero, no respeta compartimento estanco que lo pueda contener, y al final arrasa con todo.

Hoy os voy a dejar una pregunta honoris causa, o para no ser contestada, a modo de deberes para estos días de confinamiento.

Lo mismo que nosotros al atardecer salimos al balcón, o simulacro, para aplaudir a los que creemos que se están batiendo el cobre en la lucha contra el virus, ¿a quién puede aplaudir nuestra corona al atardecer desde algún mirador del Palacio de la Zarzuela? O envolviendo la pregunta en tintes de ciencia ficción: ¿Pueden los androides reales soñar con unas pantuflas eléctricas?

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 4 de septiembre de 2019

IBON MARTÍN, UN GARY COOPER DE LAS LETRAS



Lo bueno, y lo malo, que tienen ahora las redes sociales es que te enteras de muchas cosas, casi a tiempo real, y tienes la sensación de que forman parte de tu familia personas que por una u otra razón admiras, o al menos te intrigan tanto como para formarte una opinión de ellas.

Hoy me he topado con la noticia de que un escritor donostiarra, Ibán Martín, cuya novela más famosa puede ser “El faro del silencio”, va a editar una nueva novela, pero esta vez en una gran editorial, en lugar de tener que auto-editársela, como ha sido el caso hasta ahora. Y pasar de una tirada de unos diez mil ejemplares, prácticamente solo en Euskadi, a una edición que, como diría uno de los personajes de “Toy Story” pudiera llegar hasta el infinito y mucho más.

Ibón Martín no es de mi familia pero es de esas personas que al enterarme, hace ya mucho tiempo, un poco de su historia, quizás solo puedes decir “que tiene un buen par”, porque decidirse desde un principio a vivir de lo que escribes por lo menos merece el calificativo de valiente, de, para los más mayores, un Gary Cooper de “Sólo ante el peligro”.

Hace tiempo que comprendí que siempre es mejor admirar/amar que odiar, porque lo segundo siempre te destruye.
Quizás, ahora es el momento de que lea la novela de intriga arriba mencionada, que hace un tiempo compré, y que me vigila con cara de esperanza desde mi mesilla.

Entre tanta noticia de políticos que solo miran su trasero y no los problemas de la gente que les votó, habrá que alegrarse de pequeñas noticias como la ahora comentada.

De todas maneras, y mirando desde la atalaya que dan los años vividos, seguimos como en las épocas de Manolo Santana y Severiano Ballesteros. La gente en España se tiene que seguir buscando las habichuelas por su cuenta, porque si recorres los cauces normales, como mucho, serás un trabajador temporal, o falso autónomo, que llegará a la edad de la no-jubilación. Por eso este vecino del mundo prefiere fijarse en el polvo de estrellas que destilan algunas noticias, que  buscar el oro de El Dorado. Siempre se es si no  más feliz, sí un poco menos pesimista.

¡Enhorabuena Ibon!

*FOTO: DE LA RED


martes, 24 de abril de 2018

EL DÍA EN EL QUE EL SEÑOR HERRERA, DON CARLOS, SE HIZO UN FROILÁN...




Los medios de comunicación han pasado varios días recordándonos de que por Sant Jordi se regala una rosa y un libro, y en esta España nuestra, en la que hay que andar con mil ojos, se les olvidó advertirnos de que ni la rosa podía ser amarilla, porque olería demasiado a independentismo catalán, ni el libro debía de ser de título indecoroso.

Quieras o no, especialmente si te haces famoso de nuevo cuño, en algún momento vas a pisar el callo del nivel de cuidar la moral de alguno que por sus años de trabajo ya se cree, o le han hecho creérselo, el rey del mambo. Y parece que Alfred, uno de nuestros nuevos famosísimos a raíz de Operación Triunfo 2017, cometió ayer el grave error, para alguno de nuestros intelectos, de regalar a Amaia, su pareja, otra famosa de nuevo cuño, incluso más famosa que él, un libro titulado “España de mierda”, 

Es una novela de Albert Plá, naturalmente de argumento inventado y no es novedad editorial, porque se lanzó en el 2015, pero eso ya da lo mismo, porque el título lo nubla todo.

Uno de los que se han sentido violados en el callo de su moral, parece ser, es Don Carlos Herrera que ha puesto su grito en el cielo, y claro, como el tal Alfred, que dicho sea de paso, no me importaría en absoluto que fuera mi hijo, si algo no tiene es pinta de macarra, y no se le puede tachar de tal, el ínclito periodista, le ha despachado con un “le falta un hervor”.

Hay palabras, Don Carlos, que se vuelven boomerang, y si no te apartas, al menor descuido, se pueden aparcar en la cara de quien previamente las había lanzado. 

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Todos tenemos un pasado, incluso reciente, y un futuro, especialmente el de nuestros hijos, que siguen siendo nuestros hijos por mucho que hagan el paripé de que para triunfar se quiten el primer apellido paterno. Cuando hay compañeros de profesión, que ya se encargan ellos, un día sí y el otro también, de recordar que esa modelo es hija de tal y cual, por ejemplo en el programa “Corazón”, lo de cambiarse el apellido, convendrán conmigo que al final, no deja de ser un brindis al sol. O incluso acompañar al padre famoso durante su visita al programa de Bertín; en mi pueblo se decía “ir de cestita”, aunque ahora claramente es aprovechar el tirón del padre para labrarse un futuro. 

¡Ojo! Todo lo anterior a este vecino le parece incluso razonable, o al menos comprensible; pero si nos ponemos las gafas de sospechar, o de poner en solfa, lo hacemos con todo, y con todos.

Aún recuerdo esas mañanas de los “fósforos radiofónicos” cuando Don Carlos Herrera iba por su cuenta y riesgo. Ahora, ya desde hace mucho, parece ser, olé por él, tiene su cuenta saneada, y el riesgo, el mínimo, porque sabe a quién  apuntar, aunque esta vez, creo que ha hecho un Froilán, y durante un tiempo su credibilidad cojeará.

Todos hemos sido jóvenes, y la inocencia se nos debía presuponer. Quizás el problema viene de los ojos que observan en este caso a Alfred, Carlos, y que seguro que ya han visto de todo, y que han imaginado un comportamiento, sin conocer realmente, en este caso, ni a la persona ni al personaje.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 1 de julio de 2016

DON IKER "RAMBO" CASILLAS, Y SU OTRO CORONEL TRAUTMAN




Vaya por delante que este vecino del mundo siempre ha tenido muy buena opinión, o si nos ponemos cursis y pretenciosos, buen “feeling” con respecto a los Señores Del Bosque e Iker Casillas.


Tal como se está poniendo el panorama en estas últimas horas, decir uno de los dos nombres parece excluir al otro. Se están tensando tanto las cuerdas de la atención mediática que tienen ambos en la mano, que incluso los dos para más inri pudieran salir lastimados, y además en su honor, donde los daños siempre suelen ser irreparables.


Ahora resulta, y por favor, que se me entienda bien la expresión, parece que los dos, ahora personajes, porque son de consumo internacional, quieren morir matando.


Esta noche pasada, el Señor Del Bosque del cual ya nos hemos enterado todos que deja su cargo de Seleccionador Nacional, se ha descolgado con unas declaraciones en la Cadena Ser en las que no deja muy bien el comportamiento del Señor Casillas durante su concentración en Francia, Eurocopa 2016


Desvela que después de la eliminación en octavos de final, mandó un mensaje personal a todos los jugadores que habían sido convocados salvo a Iker Casillas, que tuvo durante la concentración un comportamiento, según la opinión del seleccionador, "así, así" con el cuerpo técnico, no con los jugadores, con los que debió ser un gran compañero, y lo deja bien clarito.


Al enterarse de todo ésto, al vecino del mundo no le ha quedado más remedio que sonreír irónicamente y me explico, porque parece que hubo alguien que escribió esta historia, pero muchos años atrás…


El comienzo del final se puede decir que es con ese tweet que todos entendemos como despedida y carta o deseo de intenciones de Don Iker Casillas en el que adjunta unas escenas del final, parece ser, de la primera entrega de Rambo, en el que el personaje americano le cuenta a su coronel como desearía ser recordado y lo que siente por su patria.


Todo es cuestión de opiniones, pero elegir esa película a modo de presunta despedida es cuando menos algo más que polémico, dado el carácter y comportamiento de un personaje para muchos lindando con actitudes “fachas”, y claro inadaptado social, producto de una guerra, eso sí.


Este vecino del mundo leyó la novela “Primera sangre” (tras el éxito de la película le cambiaron el nombre para que quedara claro la historia que contaba, y así vender muchísimos más ejemplares) de David Morrell, muchísimo antes que el éxito cinematográfico. Y al leer la novela te imaginas de todo menos que lo pudiera encarnar un Silvester Stallone prácticamente desconocido, y menos expresivo que una puerta. Por cierto, tuvieron que cambiar mucho la historia, porque entre otras cosas es una huida hacia adelante, y prácticamente desde un principio, creo recordar, el personaje, por esas cosas de la novela, está prácticamente desnudo todo el rato, cargándose a diestro y siniestro.


La sonrisa irónica relatada anteriormente que se congeló en una especie de rictus, viene porque en la historia de la novela, Rambo al haber sido entrenado como una auténtica máquina de matar, y ahora ya solo es considerado como un inadaptado social y asesino, en una especie de parábola, el escritor nos muestra que la única persona que le puede “desactivar”, es, en cierta manera, el que le creó, Coronel Sam Trautman, que a la postre será quien no tiene más remedio, por decirlo de alguna manera, que matarle, gran variante con la película.


Y la ironía, tras la elección de Iker Casillas de haber convertido a Rambo en una especie de alter ego, es que su ahora Coronel Trautman, Del Bosque, es el que mata, o intenta matar,  esa fachada o aureola  que todos tenemos, algunos ya dirán "que habían tenido", del portero, que ya era, y esperemos será por siempre, una leyenda.


Tanto especies animales como marinas “eligen” en muchas ocasiones morir matando. Y ahora parece que con respecto a Don Vicente Del Bosque y Don Iker Casillas están en esas. Y es una pena, porque se pueden despedazar y manchar sus leyendas para siempre. 



En estos días en que la crisis, según opiniones, llega también a la de los valores morales, dos personas que han sido y son santo y seña para muchos, deberían de parar sus disputas, porque nadie debería de leer “su letra pequeña”, "el cómo se hizo". Y quedarnos con los titulares que han ido creando ambos, y que son, todavía, bien grandes. Ahora más que nunca se les tiene que exigir a ambos, a ambos, … un comportamiento deportivo.


*FOTO: DE LA RED

miércoles, 8 de abril de 2015

SOBREVIVIENDO A UN LECTOR INFIEL


No sé si a vosotros os ocurrirá, pero confieso que soy lento a la hora de leer un libro. Y cada vez que paro, porque lo admito, soy inconstante, y retomo el libro, a lo mejor una semana más tarde, tengo la impresión de que he complicado la vida a los personajes implicados, esa misma semana. Que les he dejado parapléjicos perdidos, es un decir, y que si iban en coche, se han quedado quietos sin remisión, con el trasero no en perfectas condiciones, ya se sabe que los tejidos para los asientos al cabo de unas horas son incompatibles con el buen vivir.

La novela de la que os voy a hablar ahora es lo suficientemente buena para haber sobrevivido a los vaivenes de un lector infiel por naturaleza. Sin embargo, a medida que iba pasando la trama, he de confesar que he sufrido los efectos de lo que debe ser una especie de droga dura, y no me he podido desenganchar. El problema será ahora, una vez terminada, siento el abandono de unos personajes, que en mi caso me han acompañado unas cuantas semanas.

“La verdad sobre el caso Harry Quebert”, escrito por un joven suizo de 27 años, Jöel Dicker, no ha pasado desapercibido, ya que recibió el Premio Goncourt des Lycéens, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa; y publicado en España en Junio del 2013.

Digamos que este libro no es un thriller al uso, aunque hay cadáveres y un asesino al que colgar unos delitos medio ocultos durante años.

Aposentado su argumento en tres diferentes épocas, 1975, 1998 y 2008, su originalidad estriba  en sus continuos vaivenes en el tiempo. En presentarnos una escena de una manera, y al tiempo que vamos capturando información a la vez que el héroe de esta historia (un escritor, Marcus Goldman, ante el pánico escénico de escribir su segunda novela tras el tremendo éxito de la primera), el significado de lo vivido en esa misma escena cambiará.

Este vecino no quisiera desvelar nada de la trama, para que tengáis la misma sensación que él al ser atrapado por la novela en sí. Decir que es más que un thriller, es una historia de amor oculto, un canto a la amistad, y al mismo tiempo una especie de manual para el escritor en ciernes. 

Tan solo desvelar que la historia de amor que se nos cuenta, con Nola Kellergan, a la que nunca olvidaremos, no es políticamente correcta, y quizás en eso esté uno de los grandes valores de una novela en la que nos involucra a nosotros, y nos hace preguntarnos hasta qué punto formaríamos parte de una historia similar, cuando la realidad es que ya hemos compartido una, hemos ejercido de “voyeur” en la historia contada en la novela.

Una novedad también es que no existen los tópicos de la novela negra, ni bebidas con bourbon, ya que el protagonista  nada tiene que ver con ese mundo, sino que se ve forzado por las circunstancias, y nosotros, los lectores, estamos a la misma altura que él: todo es nuevo para nosotros.

Si tienes algo urgente que hacer en los próximos días, no comiences a leer esta novela, te enganchará y tendrás que inventar mentiras para proseguir con ella; como los personajes del libro.

*FOTO: DE LA RED