Hoy a este vecino del mundo le ha ocurrido algo curioso. Estaba barajando unos cuantos asuntos de los cuales hablar en esta ventana, y como no lo tenía muy claro, ha pensado que mejor era desayunar, y atender así a lo terrenal,. Al entrar en la cocina y conectar la radio, lo primero que ha oído era algo sobre el dolor crónico, y en realidad ha sido una especie de señal para elegir el tema.
Este vecino tenía sus dudas, porque en realidad es algo obvio, pero como consecuencia de la citada intervención radiofónica ha llegado a la conclusión de que a veces es bueno recordar que lo negro es negro, y en este caso lo negro es que en estos días de recortes desaforados, a un enfermo, barcelonés de 55 años, con un cáncer terminal, le queda apenas un mes de vida, le habían citado para el 16 de noviembre para empezar a administrarle morfina en vena y entregarle la correspondiente receta. No pudieron atenderle, pues ese día los médicos realizaron su segundo día de huelga contra los recortes aplicados por el Gobierno catalán. El centro, por su parte, el Hospital de Mataró, reprogramó el tratamiento para el 28 de marzo, cuatro meses y medio más tarde.
Este tipo de noticias claman al cielo, y luego iremos con toda nuestra buena fe, eso sí, a ayudar a otros países, como se suele decir pomposamente, allende los mares. En este tipo de circunstancias es cuando los departamentos administrativos se pasan la patata caliente unos a otros, y al final la casa sin barrer.
Este vecino del mundo está convencido de que al salir esta noticia a la luz, seguro que se arregla en seguida, porque a más de uno se le habrá caído la cara de vergüenza, eso en el utópico caso de que la tengan. Lo que ocurre es que esto será la punta del iceberg de todo lo que no vemos.
Farmacias que se tienen que autofinanciar los medicamentos que venden, autonomías que niegan ayudas médicas a vecinos pertenecientes a otras autonomías; gobiernos que ponen a la venta coches oficiales para ahorrar gastos; aeropuertos sin estrenar, que se están estropeando por no utilizarlos... Tantos años malgastando el dinero que venía fácil, que ahora no sabemos cómo administrarnos.
Antes era como si entráramos a un supermercado, y sin hacer la lista de la compra, cogíamos de todo y en abundancia, sino era para un departamento sería para otro. Ahora, no sabemos ni si tenemos bolígrafo para hacer la lista, ni cómo hacerla por falta de práctica. Hay gobiernos que en vez de hacer la lista de las necesidades parece que están escribiendo la carta a los reyes, a los magos, los otros con que su familia no altere más el panorama, nos damos con un canto en los dientes. Y si perdemos solo los dientes...más que contentos.
*FOTO: DE LA RED