Siempre decimos que una foto vale más que mil palabras, por eso es importante la foto con la que habría ayer el New York Times, y en la que se ve a un joven con la cara cubierta entrando en una entidad bancaria de Barcelona, mientras causa destrozos, y un trabajador de dicha entidad intenta hacerle frente.
Hay que tener en cuenta que esto supone, entre otras cosas, un jarro de agua fría para todos aquellos que, por ejemplo, tenían la intención de invertir en nuestro país, y que, dicho sea de paso, buena falta hace. Ahora todo el mundo se va a hacer a la idea de que ésto es la representación de lo que ocurre en este cúmulo autonómico, porque manifestaciones hay y habrá, y eso siempre es bueno en el juego democrático. Lo que no es representativo es la violencia que se encargan unos cuantos en crear, ajenos a los estudiantes, y otros en mostrar.
Este vecino del mundo siempre ha sido de la opinión de que hay que tener los ojos abiertos para, por decirlo de una manera general, verlas venir, y que los acontecimientos no te pillen por sorpresa. Y para eso hay que fijarte en lo que te rodea y “escuchar” los pequeños detalles, intentando entender lo que te están diciendo.
No conviene darle mucha importancia a primeros planos como éste aparecido en el célebre periódico americano, porque normalmente están mediatizados. Siempre hay un por qué, y especialmente este año, que es un año electoral en los estados juntitos.
Lo importante, como decía previamente, es ver lo que ocurre al lado mismo de tu casa, y este vecino lleva observando desde hace unas semanas, que en la farmacia de al lado, la de toda la vida, llevan vendiendo prácticamente lo puesto. Antes tenías que mirar en el Vademecum para intentar encontrar algo que no tuvieran. Ahora, es muy fácil que lo que pidas no tengan, y te lo traigan en unas horas, pero solo la unidad que has pedido, no más para tener almacenado. Y este detalle, sí que me preocupa, porque nadie va a la farmacia para comprar palomitas para ir al cine. A la farmacia acudes, como se dice en mi pueblo, cuando estás jodido, y muchas veces el evitar mayores problemas es cuestión de segundos, y no vale que te traigan las pilas para seguir funcionando dentro de unas horas, si se te está acabando la batería ahora.
*FOTO: DE LA RED