jueves, 16 de febrero de 2012

LLAMADA DE ULTRAMAR

Desde hace ya mucho tiempo hay todo tipo de facilidades para estar conectado con los demás, de hecho es ya casi un problema el estar “demasiado” conectado con todo. 
Para el que tiene suerte de estar trabajando, con tantas facilidades de conexiones, te pueden tener enganchado al curro incluso durante las vacaciones. Lo que ocurre es que hay que saber cambiar lo negativo por lo positivo.
Ante tanta llamada telefónica publicitaria en la que te ofrecen el oro y el moro, en vez de cabrearse como un mono, y cortar la llamada telefónica, lo que se puede hacer es pasar al ataque.
No hay mal que por bien no venga. Todos tenemos una especie de pozo, en nuestro interior, en el que vamos depositando nuestras pequeñas o grandes dosis de crispación, y antes de que se llene el pozo, podemos aprovechar estas intrusiones en nuestra intimidad para ir descargando el contenido del citado pozo. Es una especie de ahorrarse el psicólogo, mientras contraatacas y te defiendes contra publicidad no deseada.
Intentando que las llamadas telefónicas móviles me resulten lo más baratas posibles, confieso..., tengo dos móviles, uno de Megaphone, y el otro de Truquistar, y depende de que la persona a la que le voy a llamar sea de uno u otro operador, le llamo con uno o con el otro.
Hoy me han llamado de Truquistar, pero al número de Megaphone, para ofrecerme todo tipo de productos estupendos que la competencia, según ellos, no puede hacer, pero nada más decirme sus tres nombres la persona que gentilmente quería atenderme, ni que decir tiene que su acento era sudamericano, aproveché para informarle, ante su sorpresa, que también era cliente de ellos, y que si tienen tan buenas ofertas para conseguir clientes nuevos, las tienen que aplicar también a sus clientes antiguos, porque una vez que los captan, se olvidan de ellos. Durante los casi doce años que llevo con ellos, de ofertas nada de nada, y para conseguir el último móvil, ya me había apuntado a la competencia, cuando me hicieron una oferta mejor, pero que tampoco me ha sacado de pobre. 
Para quejarse y que no te corten, el secreto es hablar suavecito, como dirían ellos, y mientras parece que vas a hacer el amor oralmente, y nunca mejor dicho, les presentas todo tipo de quejas. Como no se lo esperan, te da tiempo incluso a tumbarte en tu sofá, y ya con los ojos cerrados, sigues quejándote. Es uno de los motivos por los que todavía no me he dado de baja de Truquistar, porque estas llamadas me relajan y me dejan como nuevo. Otro cantar será el estado de salud de la persona que me ha llamado de ultramar. 

*DIBUJO: DE LA RED 

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