jueves, 23 de febrero de 2012

DONOSTI, NUESTRA FAMILIA


Estas útimas horas me he enterado de que el grupo por antonomasia de la ciudad de Donosti, La Oreja de Van Gogh, va a formar parte de una campaña de promoción de Euskadi, y me he alegrado por ellos. En realidad, en la noticia se habla de embajadores de Euskadi, pero en este sentido ellos han actuado siempre como tales, especialmente de San Sebastián, su Donosti querido, al margen de lo crematístico.
Tras ver el video de promoción, no puedo por menos de alegrarme de que en él se viertan frases con verdades como puños, las cuales literalmente las he dicho más de una vez; frases como que Donosti tiene las ventajas de una gran ciudad pero que es pequeña, como una maqueta. O esa otra de que cuando estás aquí muchas veces tienes ganas de irte, pero al poco tiempo la echas de menos.
Cuan verdad es que no se puede comprender al cien por cien la música de este grupo sin conocer el marco donde se han forjado sus componentes y creado la mayoría de sus canciones.
Viendo el video, que tiene un “look” muy cuidado de falso documental, y fijándose en las caras de los componentes masculinos del grupo, tienen el rictus de hombre duro que a todo vasco se le presupone; tranquilamente, si no les conociéramos, podríamos creer que se trata de un grupo de rudos marineros esperando a ser embarcados para ejercer sus labores de pesca.
En realidad, todo el grupo, incluida Leire, son un grupo de marineros de  la música, de nuestra música, que surcan los mares con sus aparejos, intentando atrapar cocheas y semicorcheas en el orden exacto, para traernos a cada uno de nuestros puertos, un producto fresco y de calidad.
 
Nunca olvidaré la última actuación que les vimos en directo, en Agosto del 2010, en un pueblo de Alicante. Llevábamos solo dos semanas alejados de nuestra casa, pues pasábamos las vacaciones en Torrevieja, y nos dimos cuenta en su concierto de cuánto echábamos de menos nuestra tierra. Es que desde aquí por ejemplo, muchas veces me he quejado de nuestro querido Donosti, pero es que ésto ocurre en todas las familias. Te puedes pelear con tus padres y tus hermanos, pero, que no se meta nadie con ellos, porque en ese caso serás el primero en defenderlos, y eso es Donosti, nuestra familia.

*VIDEO: DE LA RED

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