martes, 14 de febrero de 2012

EL DÍA DE LOS ENAMORADOS

No sé que le ocurre a la gente con el día de San Valentín. Se respetan las Navidades, el día de Reyes, incluso ahora hasta Halloween, que eso de español tiene lo que una castañuela de americano, pero cuando llega San Valentín, siempre hay alguien que te dice eso de que para mí el día de los enamorados es una fiesta inventada por las tiendas, y el amor hay que dar todos los días del año. Y como todos los días del año no vas a dar un regalo, pues eso, que te lo ahorras.
Antes esa posición, la de ser crítico con este día, era la de ser “moderno”, ahora a este vecino le parece más bien de un rancio subido, y en este mundo totalmente mercantil, un total sin sentido.
Uno es hijo de la cultura de su niñez, y siempre recordará la película “El día de los enamorados”, y su banda sonora de un inspirado, como siempre, Augusto Algueró, y deseaba ser mayor para enamorarse de una Mabel Karr de rompe y rasga, a la que por cierto, tuve la suerte de ver en persona, muchos años después, durante el Festival de cine de San Sebastián, y que rezando a George Rigaud, porque en realidad era en él y no en el santo en el que tu creías, te ayudaría a que cayera rendida a tus pies.
El movimiento se demuestra andando, y el amor amando, pero eso no significa que no se pueda destinar un día al año, por decirlo de alguna manera, para oficializarlo, y emplearlo quizás como excusa para salir esa noche a cenar, y utilizar el dinero para algo más que para pagar impuestos.
Muchas veces una de las excusas para no celebrar ese día, especialmente por parte del hombre, es el evitar tener que pensar qué regalar a la persona que comparte tu vida, porque la verdad, es en ese momento cuando al género masculino se le nota ,como dicen ellas, que solo tiene una neurona. Eso sin mencionar a todo aquel que por regalar algo, no importa el día que sea, regala, por ejemplo, un electrodoméstico. En ese caso, ella le debería regalar una herramienta de trabajo, o ya en el colmo de la mala leche, un cuerno por si se le ha astillado alguno de los naturales.
Antes de terminar, este vecino del mundo ya tiene preparado el regalo para su amor, y se sentirá el hombre más feliz de la creación al comprobar que a ella, en el momento de ver su regalo, los ojos le sonríen.

 *FOTO: CARTEL ANUNCIADOR DE "EL DIA DE LOS ENAMORADOS"

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