Estos días la prensa se está haciendo eco de los “modelistos” que nuestros deportistas no se si van a lucir, o van a sufrir, durante la cita olímpica de este verano.
Este vecino del mundo no entiende de moda, aunque siempre se ha dejado llevar por sus gustos, y casualmente, incluyendo las joyas, siempre le gusta lo que a la postre resulta estar en la gama de lo más caro, por lo que deduce que sus gustos deben de ser bastante atinados.
Al ver la famosa foto que estos días se ha reproducido con creces en la prensa española, de primeras al menos no apetece hacerse con uno de estos modelitos. Sin embargo lo primero que me ha chocado ha sido el comprobar que el vestuario en cuestión no era mostrado por modelos de carne y hueso, incluso por los mismos deportistas, sino por maniquís que no pueden protestar.
De lo único que no se puede discutir es que aparecen los colores nacionales, porque por lo demás el concepto del diseño no creo que tenga ningún aire, por decirlo de alguna manera, español.
En una época que tanto se habla de la marca España, es incomprensible, de primeras, la decisión del Comité olímpico nacional.
Luego se ha sabido que la marca que se ha ofrecido a confeccionar el vestuario, además gratuitamente, es una empresa rusa – Bosco de Ciliegi, que es uno de nuestros patrocinadores.
Tras las tremendas críticas recibidas, especialmente desde el sector de la moda española, la Federación de deportes se ha descolgado con unas declaraciones en las que “desvela” que ninguna empresa nacional se había ofrecido a confeccionar el citado vestuario.
Analizando el nuevo diseño, esperemos que no sea prohibido en los próximos eventos olímpicos, pues creo que los deportistas, tanto nacionales como extranjeros, pueden tener problemas de concentración con esas lineas que piden a gritos no pasar desapercibidas.
El acudir a unas Olimpiadas siempre se ha entendido como una especie de premio a una buena campaña, por parte de cada uno de los atletas elegidos, superando unas marcas mínimas que les dará paso a conseguir el pasaporte olímpico. Sin embargo, viendo las prendas elegidas, más que un premio se puede entender como castigo.
Lo primero que piensas, y quizás en lo único, al ver el futuro vestuario español es que ha sido elegido, no solo porque ha sido gratuita su confección, sino que la firma rusa además ha dado una buena cantidad de dinero, que no ha sido desvelado.
No hay que olvidar el estado lamentable de las arcas nacionales, y que de lo poco que queda parte será empleado para ayudar a Bankia, para acabar con sus problemas financieros, aunque seguro que luego, esta entidad, volverá a poner mil trabas para darnos un crédito, con un dinero que ya para entonces la citada entidad seguro que ha olvidado, que ese dinero una vez fue nuestro.
*FOTO: DE LA RED