Ayer, sábado, fue uno de esos días totalmente inesperados, en los que haciendo lo mismo que todos los sábados el resultado es diferente. Me explico, tras haber preparado mi entrada al blog, me fui a dar un paseo con la intención de fundir, aunque sea unos gramos de grasa de esa que podría donar a Grasa sin fronteras, si esta ONG existiera.
Enseguida me dí cuenta que por una vez al año, oficialmente el arte había salido al encuentro de cualquier viandante despistado, como era el caso.
Por la experiencia de ediciones anteriores, me dirigí a los lugares que otros años , ésta ha sido la vigésimo quinta del concurso de pintura al aire libre convocado por el Ayuntamiento de Ortuella, han merecido la atención de los concursantes.
Este año han participado treinta, de los que finalmente sólo entregaron la obra veintiocho de ellos, la mayoría en pintura al óleo y acrílica.
En las dos primeras fotos, veréis uno de los cuadros participantes, y que a este vecino del mundo le encantó. Pasé un buen rato hablando con el artista en cuestión. Lastima que por una cierta timidez del vecino, no le preguntara su nombre y su procedencia, pero fue una conversación agradable y distendida, todo lo distendido que un concurso puede permitir.
La idea del artista plasmada en este cuadro me pareció original, aunque quizás un poco complicada para su ejecución, ya que la mitad del cuadro era un paisaje de una de las calles principales del municipio, y la otra mitad su reflejo en un escaparate.
Sobre las ocho de la noche pasé por la casa de cultura para ver todas las obras expuestas, y coincidí con la entrega de premios. El vencedor, y ganador de los 1.100 euros fue Julio Gomez.
Las tres últimas fotos, son el primer, segundo, y tercer premio.
No he vuelto a coincidir con el artista de mi cuadro de este año, porque es “mi” cuadro, aunque no ganó. Y es que así es la vida. Siempre hay que elegir, aunque se gane muy pocas veces.
Quizás el año que viene volvamos a coincidir.
*FOTOS: FRANCISCO E. PEREZ RUIZ-POVEDA