sábado, 26 de mayo de 2012

¿SEÑOR PRESIDENTE?

Es una pena que los responsables del Guinness no estuvieran presentes ayer en el Vicente Calderón porque seguro que se batió el record de pitidos en los veinticinco segundos que dura la versión abreviada del himno nacional, y el de insultos a una persona, en este caso a la Señora Esperanza Aguirre, que como buena previsora de lo que podía ocurrir, decidió no acudir al partido.
De los pocos eventos a lo que no ha acudido, porque siempre le gusta ser juez y parte en todo tipo de acontecimientos, y en los que por cierto, le gusta “disfrazarse” más que a Mortadelo en sus viñetas. Ya que le hemos visto llevando, por lo menos, dos camisetas de dos clubes madrileños diferentes, y allí donde hay una fiesta no le duelen prendas a aparecer y convertirse en el alma mater del sarao.
Con el fin de esta liga, hay una persona más en el paro, y no es otro que el Señor Pep Guardiola.
Entre las cosas que adujo para dejar el cargo de entrenador del Barcelona, es que ya no sentía ningún aliciente por seguir en el cargo.
Estando las cosas como están, este vecino del mundo quisiera proponer al Señor Guardiola como próximo candidato a Presidente del Gobierno de España.
Que no es político, está claro, y quizás puede ser uno de los ángulos favorables de su candidatura, el no estar maleado por el compromiso con ciertos entes que siempre están en la sombra.
Uno de sus principales valores puede ser el de ese caballero que siempre lleva dentro, el de ese apunte de sonrisa que, quizás por timidez, nunca llega a aflorar. Esos ojos en los que siempre están presentes sueños que quieren salir para convertirse en realidad. Y, sobre todo, tiene toda la credibilidad que un hombre puede tener, y ésto sería lo más importante
Sin embargo, puede correr en su contra en el ámbito nacional, su figura que se presupone nacionalista, pero este vecino quiere hacer una pregunta:
Pese a que Pep Guardiola siempre será identificado como culé de pro, ¿quién no quisiera que fuera el próximo entrenador de su club?
Con la política ocurre lo mismo, además el Señor Guardiola ya sabemos que es bueno en algo, y en cambio un político, a secas, normalmente todavía lo tiene por demostrar.
Este vecino ya sabe de antemano que esta candidatura solo quedará en un sueño, en primer lugar porque el mismo Pep se negaría, y especialmente porque lo bueno que tienen los sueños es que viven en un territorio donde la maldad no los puede corromper.

*FOTO: DE LA RED


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