Si de algo no puede ser sospechoso este vecino del mundo
es de tener sentido del humor. Sin embargo, en declaraciones como las realizadas por el actor Arturo Fernandez,
en las que se mete con la supuesta fealdad
de la gente que sale en las manifestaciones, no le ve el humor por
ningún lado. Incluso es más, quien critica se expone a ser criticado.
La verdad es que no es plato de buen gusto hablar de la gente mayor, y el Señor
Arturo Fernandez es muy mayor, y hasta ahora merecía el respeto de este vecino
que además ha ido a más de una de sus producciones.
En primer lugar solo a una persona mayor se le dice, como
le dicen a él, lo bien que se conserva, y es mejor respetar el diseño físico de
la naturaleza, que llegar a parecer oriental, de lo que uno presuntamente se ha
podido estirar la piel. Y en estas declaraciones realizadas a una cadena muy,
muy diestra, recuerda al Marlon Brando, con muchos más años, por supuesto, de “La casa de té de la luna de agosto”.
Un actor siempre debería de cuidar muy mucho sus líneas de
expresión en la cara, a no ser que en sus actuaciones pueda cuidar más la
calidad de sus trajes, e incluso elija a sus compañeras de reparto más por su
belleza que por la calidad de su intepretación.
Si el Señor Arturo Fernandez se quiere rodear de gente
guapa, quizás debería trasladarse a vivir a Los Angeles, a Los Angeles de San
Rafael no, a Los Angeles en Estados
Unidos, lugar en el que siempre se ha dicho que están los más guapos
camareros y dependientes de las tiendas, porque todos aspiran a ser actor. Sin
embargo, este vecino teme que si el Señor Arturo Fernandez así lo hiciera, iba a
recordar al Cugat de la última época rodeado de mujeres bellas que podrían ser
sus nietas.
En la realidad, no se realizan “castings”, y hay gente
fea y hay gente guapa, y la primera, la
fea, no tiene por qué ser mala, cosa que solo ocurre en el cine.
Hace ya muchos años que usted interpretó una serie de
televisión de mucho éxito, y no ha querido desprenderse de la personalidad de aquel personaje, y por eso sigue inundando
sus declaraciones de “chatines”, cuando en realidad llamar “chatín” a alguien,
no deja de ser un gesto de mala educación.
Señor Fernandez, Don Arturo, siempre es bueno bajarse
del escenario de vez en cuando, para mirar a la cara a la gente que le rodea, y
no siempre verla desde arriba, y puede que descubra, además, que hay más
problemas en la vida real que los que aparecen en las obras que usted interpreta.*FOTO Y VIDEO: DE LA RED