Ayer
la mayoría de los periódicos publicaban una foto en la que se ve a
Shakira con su hijo de menos de un mes haciendo su primera aparición
en un Nou Camp abarrotado. Este vecino del mundo si hubiera sido el
padre de la criatura no hubiera querido, y hubiera aconsejado a su
pareja en tal sentido, para que su hijo tan pequeño, por mucho que
sea su primer hijo y le haga ilusión, visite un recinto de tal
magnitud y repleto de público.
La
verdad que este hecho como todo es opinable, y allá los padres con
su decisión.
Este
vecino, sin embargo, quiere aprovechar este ejemplo para señalar que
mientras las familias digamos que “normales” siempre tienen una
especie de espada de Damocles en la que tienen que respetar todas
las etapas de sus hijos, y seguir la misma senda con relación a una
educación denominada como normal, por miedo a que en cualquier
momento sino lo hacen de acuerdo a las reglas comunes, el estado les
pudiera quitar la tutela, por el contrario hay gente que por ser
famosa, y forrada de dinero, hace de su capa un sayo, y toma
determinaciones que, incluso los medios de comunicación son los
primeros en tragar y no se llevan las manos a la cabeza.
A
este vecino se le ocurren varios casos. El primero de todos la
supuesta educación que estaba dando a sus hijos el difunto Mickel
Jackson.
Todos recordaremos esas escenas en las que llevaba a sus
hijos tapados para que nadie los viera, y tenerlos aislados. Pese a
que ésto ya fue muy comentado por los mismos medios de comunicación,
en ningún momento se dijo al menos, que el estado en el que vivían
se hubiera planteado investigar si esa educación era buena o
perjudicial para unos seres que aunque ya son famosos por el mero
hecho de haber nacido, siguen siendo unos niños, y están indefensos
de unas decisiones que por mucho que su progenitor fuera una
estrella, no por ello pueda confundirse o realizar actos más que
cuestionables con respecto a la educación de sus hijos.
Mickel Jackson y sus hermanos sufrieron en sus mismas carnes, una infancia, por decirlo de
alguna manera, de mayores en la que primaba el negocio a la
educación, y precisamente de una infancia no vivida luego emanaron
los demás problemas del cantante.
Otro
caso y aquí no voy a mencionar el nombre, pero está en la mente de
todos, porque estos días se le ha podido ver delante de un juez
intentando desacreditar a su todavía marido, ya que cuando el hijo
de ambos está con él, no sigue con el niño la dieta macrobiotica
que ella misma ha decidido que el niño tiene que tener. Nadie pone
en entredicho la decisión de ella, por el mero hecho de que es
la madre y muy famosa, pero lo normal es que a un niño tan pequeño,
de unos dos años, se le vaya enseñando a comer de todo, que en
realidad es lo que en este caso opina el mismo padre.
Y
ya para terminar, quiero mencionar el caso de una supefamosa que ya
bastante mayor decidió que en vez de nietas, que hubiera sido por su
edad lo normal, tener dos hijas mediante vientre de alquiler, que
están siendo criadas aisladas, al menos para el común de los
mortales, por mucho que donde estén las cuiden entre algodones.
Quizás
todo lo anterior no sea políticamente correcto el haberlo
mencionado, sin embargo, la sabiduría popular siempre ha dicho que
lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible.
Y por mucho dinero o poder que se tenga, en la mayoría de las
ocasiones van unidos, uno puede ser muy egoísta en sus actos, y
consiguientemente educar mal a sus hijos, aunque en el fondo no lo
quiera, porque hay veces en que la línea entre la libertad y el
egoísmo se entremezclan.
*FOTO: DE LA RED